Capítulo 5

—  Gracias —  Joe tomo el vaso de café, Jane se mantenía en silencio observando revistas de vestidos mientras a momentos daba pequeños sorbos a su bebida, se mantenía absorta en su trabajo, él había prometido ayudarle pero de igual forma no podía dejar su trabajo botado, cuando estaba por abrir su lap top Jane hablo

—  Ni se te ocurra pensarlo —  Joe no pudo evitar que la comisura de su labio se elevara

—  Sabes que mirar vestidos no es lo mío

—  Y tampoco mirar trajes para mi boda ¿Puedo saber qué te pasa?

—  Nada —  Abrió la lap top a pesar de la mirada de su amiga y volvió a sonreír —  ¿Qué? —  Jane pareció mirar detrás de el para después sonreír y volver su vista, dio otro sorbo a su café —  ¿Qué?

—  Esa chica de la izquierda, al fondo, no para de mirarte ¿Por qué no vas y conversas un poco con ella?

—  Tengo trabajo que hacer

—  No des excusas

—  No son excusas —  Observo por el reflejo de su computadora portátil, efectivamente, su amiga no le engañaba pero le ignoro, desde que tuvo oportunidad de tratar con las chicas de manera diferente se dio cuenta que no era lo suyo, tratar de sacar conversación con alguna se convertía en un verdadero problema y no era por su aspecto

Joe no se consideraba atractivo pero tampoco poco agraciado, podía llamar la atención de alguna joven pero su mente se mantenía en Jane, observo su propio reflejo en la pantalla, piel pálida, cabello oscuro, rizado , rostro afilado casi ovalado, pómulos marcados, ojos pequeños color azul claro, su complexión física podía considerarla incluso mejor que la de Marcus de no ser porque después se dio cuenta que su amigo tenía músculos y el no, delgado y alto pero de igual manera no le ayudo a que Jane pudiera verlo como algo más que un simple amigo.

Trato de ejercitarse pero descubrió que la vida saludable y él no se llevaban, prefirió solo mantener una buena dieta.

—  ¿Qué esperas? ¿Por qué no charlas con ella? Yo permaneceré aquí por otra media hora, estos vestidos me tienen fascinada

—  Perfecto, continua, yo tengo trabajo que hacer —  Continuo tecleando en su computadora un documento que tendría que enviar al buffet donde trabajaba su amiga, no le gustaba nada el comportamiento de esas personas, parecían normales, sin embargo le habían provocado escalofríos, los suficientes para casi salir corriendo lejos de ellos

—  ¿Qué tanto escribes? —  Se acercó un poco

—  Algo

—  No seas grosero, déjame ver

—  Nada que entiendas

—  Grosero —  La sensación de ser observado no se iba

—  Jane ¿Tu viste entrar al joven en las oficinas antes de que yo saliera?

—  ¿Quién? ¿Te refieres al joven alto y de piel pálida? —  Asintió —  Solo un poco, en ese momento hablaba por teléfono con Marcus así que no le preste mucha atención, parecía ser un abogado

—  ¿Le dejaron ingresar solo porque si?

—  Claro, solo hablo con el guardia, al inicio este parecía bastante agresivo pero después sin más fue amable y le permitió el acceso ¿Por qué lo preguntas?

—  Simple curiosidad —  “¿Porque no puedo dejar de pensar en eso?” pensó, decidió dejar el documento por el momento, no podía solo mandar una queja sin averiguar quiénes eran y como si se tratase de una mala broma vio salir de una tienda frente a la cafetería a las dos mujeres acompañadas por más personas entre ellas al hombre de los ojos rojos, ya no vestían ropa de oficina sino prendas normales, cubiertos por abrigos en su mayoría negros, vio que Lucia le dio un abrazo de despedida a una mujer de cabello rubio, casi parecía dorado quien les daba la espalda así que no pudo ver su rostro, al su derecha un hombre de cabello largo hasta lo hombro, oscuro y ondulado, este se encontraba de perfil pero no pudo verle el rostro

Solo pudo apreciar una amplia sonrisa que revelo unos dientes afilados, vio un E-bugster detenerse frente a ellos, la chica rubia lo abordo en el asiento copiloto, las ventanas eran oscuras, Lucia tomo del brazo al hombre de cabello largo y caminaron en dirección contraria seguidos del chico de ojos rojos y su compañera también tomados del brazo, se perdieron entre la multitud, para cuando se dio cuenta Joe ya estaba de pie y asomándose por la ventana, Jane le miro.