Doppelgänger - Alecto

Capítulo 23

Europa siempre considero Casiopea una ciudad hermosa y su primera opción para vivir cuando fue rescatada, Rigel no quería conducir así que optaron por una capsula ya que era tarde y les tomaría tiempo poder llegar hasta la ciudad donde sus padres vivían en un transporte normal, veía por la ventana mientras el taxi les llevaba hasta la casa de la familia Enif, estába ansiosa por volverlos a ver, eran su familia desde que los había conocido, Aura y Owen siempre la divertían con sus bromas hacia Rigel aunque algunas de ellas le incomodaban un poco. Diez minutos después de dejar el aeropuerto comenzaron a abandonar la ciudad para llegar a los vecindarios, no tardarían mucho en llega debido a que la casa estaba cerca de la ciudad, en los límites, era fácil identificarla por el tamaño, al ser una familia con cinco hijos y el abuelo de Rigel necesitaban una casa amplia y cómoda, ocho minutos después comenzaron a bajar los regalos y las maletas.

Los miembros de la familia atravesaron en jardín que contaba con cochera para ocho automóviles, la madre de su amigo fue la primera en recibirla con un fuerte abrazo que casi la deja sin aire para después darle un beso en cada mejilla.

—  ¡Mamá! —  Rigel le llamo la atención

—  Déjame hijo, hacía mucho tiempo que no la veíamos —  Se dirigió a Europa —  Bienvenida a casa

—  Gracias señora

—  ¿Y no hay un saludo para tu hijo? —  Hizo un ademán burlón antes de abrazar a su hijo, el señor Enif abrazo a Europa para seguirle Owen y al final Aura

—  Disculpa a mis hermanos, se están peleando con la sopa en la cocina —  Comento Aura entre risas, Europa se le unió

—  Me imagino, espero que esta vez el seguro cura el techo, no queremos volver a sufrir accidentes

—  Lo bueno es que tenemos una doctora en la familia —  Le rodeo el cuello con su brazo izquierdo —  ¿Y qué estamos esperando? Me estoy congelando 

—  Cuanta impaciencia hermanita

—  Mueve tu trasero hasta acá porque el mío se está congelando

—  Controla tu vocabulario Aura o no comerás el pay de manzana

—  Ya entendí, perdón mamá —  Un cyborg les ayudo a llevar todo el equipaje hasta la vivienda, la casa de los Enif era lo que se podía considerar en La Primera como una autentica mansión, en aquel lugar la familia de Rigel podría haber pasado como una familia con mucho poder, frente a la puerta una gigantesca piscina que en ese momento estaba cubierta por su barra protectora debido a la nevada, pasando la puerta de madera estuvieron en el vestíbulo donde dejaron sus abrigos en el perchero tras la pared, el piso de madera y las paredes contaban con calefacción, al otro extremo de la puerta una mesa cuadrada color caoba donde pudieron dejar los regalos, entre la mesa y la puerta del lado derecho, una pared de cristal que daba la vista hacia la calle y el jardín y del lado izquierdo tres escalones hacia abajo que conducían a la sala que de igual forma tenía paredes de cristal, Owen corrió al acolchado sofá color blanco para encender el televisor, Europa continuo su camino hacia la cocina cinco escalones arriba, tras una puerta de madera corrediza estaban Steven y Frank metiendo el pavo al horno quienes al verla corrieron a abrazarla, Frank la cargo de la emoción

—  Yo también te extrañe Frank pero bájame por favor

—  Ya está bien hermano, bájala

—  Encanto, si tan solo dejaras el ponche y vinieras aquí por ella —  Noto que Rigel estaba comiendo un pedazo de fresa del pastel de chocolate en el fondo del refrigerador, el joven se acercó y le ayudo a bajarse, para lo que ella considero mala suerte estuvo a punto de caer, Rigel se aferró a ella para evitarlo y quedaron cerca, sus narices rozándose, Europa sabía que la familia los veía como pareja y no como amigos, trago saliva pesadamente, Rigel estaba demasiado cerca, su mano acariciando su cintura y de la nada lo aparto nerviosa

—  Yo quiero un trozo de pastel ¿Puedo tomar? —  Pregunto tratando de cambiar la conversación, el resto decidió hacerlo para no volver el momento más incómodo —  Admito que han mejorado bastante

—  El paste no lo hicimos nosotros, lo hizo mamá —  Comento Steven

—  Cambiaron de estufa

—  Frank y Aura quemaron la otra —  Comento el padre de Rigel

—  No es posible, se les deja un rato solos y destruyen la casa —  Comento Rigel mientras despeinaba a Aura

—  No es mi culpa, se suponía que Frank estaba siguiendo la receta y cuando nos dimos cuenta la alarma de incendios nos avisó —  el comedor de doce sillas estaba del extremo izquierdo sobresaliendo en su paredes de cristal con vista a la piscina y afuera cubierta por un techo la sala exterior, entre la cocina y el comedor había un pasillo que conducía a la biblioteca y oficina de la casa

—  Diu, por favor lleva a los chicos a sus habitaciones para que puedan desempacar, la comida todavía no está lista y no lo estará pronto —  Diu era el cyborg que servía a la familia, sus habitaciones estaban subiendo las escaleras segundo pasillo a la izquierda, la primera habitación a la que llegaron fue la de Europa, la de Rigel era la siguiente pero las puertas estaban separadas por seis metros una de la otra, las paredes de las habitaciones superiores eran de madera hacia el lado de los pasillos y hacia el otro lado contaban con ventanales



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En el texto hay: pasado oscuro, guerra interestelar

Editado: 26.09.2023

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