Doppelgänger - Alecto

Capítulo 27

Ciudad Bahamut, Planeta Hipocampo

Año 2100

 

Sentado frente al televisor en la habitación del hotel esperaba a que Venus le llamase, Estela se había molestado con él por haberse tenido que ir sin aportar información a su búsqueda, estaba actuando como una paranoica, conocía lo suficiente a Edwin para saber que no estaba en peligro. Entro una llamada a su celular, la pantalla mostraba la fotografía de Venus que le había tomado durante un día de camping.

—  Pensé que ya te habías olvidado de mí 

—  ¿Yo? Por el contrario, yo pensé que tu no quería hablar conmigo, últimamente me has estado evitando

—  Lo siento, eh estado ocupado

—  ¿Y entonces? Te llame para saber si ya no debo volver a buscarte, no actúes como si nada estuviese pasando

—  ¿Por qué ustedes son tan complicadas?

—  No me vengas con tu complejo de macho, se directo y dime si ya no quieres que volvamos a contactarnos, eh soportado el título de amante por mucho tiempo como para que ahora me hagas esto Atlas

—  No te molestes, es simplemente que eh estado ocupado

—  Y por ende asumo que no le has pedido el divorcio a Estela ¿Cierto?

—  Quien lo pide es ella, no yo

—  Y seguirás sin firmárselo, lo sabía —  La escucho llorar y el rodo los ojos

—  No, no se lo eh firmado porque tengo muchas cosas que hacer

—  Sí, claro y yo te creo todo ¿No? —  Corto la llamada, Atlas recostó su cabeza en el respaldo del sofá, maldijo el momento en que decidió enredarse con Venus dejándose guiar por su belleza, ahora tenía problemas mayores de los cuales ocuparse, se había enterado infiltrándose en los documentos de Orión que alguien había muerto por asesinato pero no era un mutante sino un simple humano

Su computadora emitió un sonido, el ingeniero a cargo de la construcción le estaba llamando por video llamada, soltó una bocanada de aire para después tomar siento frente al comedor el cristal mostro la imagen del ingeniero encargado de la construcción de un hospital en un planeta localizado a diez galaxias de distancia.

—  Buenas noches Atlas, esperro no hayas estado muy ocupado

—  En lo absoluto Rei, en realidad es bueno que me llamaras, ya conseguí los tubos de nacro que necesitábamos, los enviare hasta ustedes apenas amanezca, los recibirán dentro de dos semanas

—  Justo a tiempo para el edificio W78, gracias Atlas

—  De nada, pronto estaré con ustedes para comenzar con la fase siete, este hospital será de gran ayuda y tenemos que darnos prisa

—  Seguro, bien, le comunicare al señor Dik sobre la compra de los tubos y tu llegada próxima, gracias Atlas, ya es todo

—  Espera, te enviare el archivo de los planos para que los descargues y no haya fallas —  Tomo su celular y con el movimiento de su dedo traslado el archivo y se envió, vio al ingeniero revisar el documento

—  Muy bien, entonces todo en orden, espero tu llegada

—  Nos vemos pronto

—  Que pases buena noche

—  Igualmente —  Fin de la llamada 

Continúo frente al televisor sin ver lo que estaba ocurriendo hasta que una respuesta llego hasta su mente, tomo su saco, guardo sus cosas y salió rápidamente del hotel rumbo al planeta Tierra, esa información debía llegar hasta Fausta o de verdad tendrían problemas con la Primera y con cualquier psicópata que tratase de ingresar a su dimensión, trato de ser paciente mientras esperaba hasta llegar a su destino pero le era difícil, si su teoría era cierta se podrían enfrentar al exterminio de la raza humana por su propia seguridad, horas después, una vez aterrizado tomo rápidamente un taxi e intento no ser grosero al apresurar al conductor para llegar al castillo y lo que menos quería era alertar sin tener pruebas, si llegaba así al castillo solo lograría que muchos comenzaran a tener miedo.

El cyborg presento un problema para llegar hasta su gobernante puesto que pedía razón para comunicarse con ella y sabía que ella se negaría.

—  Mira estúpida máquina, de esto depende nuestra dimensión, es de gran importancia que hable con ella o de verdad podríamos perder todo

—  La señorita Fausta está ocupada en estos momentos con su hijo

—  Mucho mejor, tengo que hablar con ambos, déjame pasar o te juro que las tuercas saldrán por la jodida ventana —  Entro una llamada al escritorio, el cyborg respondió, era Fausta

—  Déjalo pasar —  Mientras subía en el elevador pudo ver a los niños a lo lejos jugando en el aire ayudados por los propulsores en sus zapatos, no estaba dispuesto a perder aquel lugar por culpa de unos inútiles humanos, cuando ingreso en la oficina encontró a Fausta y Orión discutiendo

—  Simplemente no confió en el —  Escucho decir a su hijo

—  Deberías comenzar a hacerlo Orión ya que gracias a que están ocultando la pérdida de memoria de Fausta podríamos tener más problemas de los que pensamos —  Ambos se miraron —  dejen de negarlo



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En el texto hay: pasado oscuro, guerra interestelar

Editado: 26.09.2023

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