Doppelgänger - Alecto

Capítulo 36

—  Me has estado acosando desde hace meses pero no tengo nada que darte, déjame ir

—  Tú nos buscaste

—  Yo no… no tenía opción al venir aquí, créeme, no llegue por cuenta propia

—  Te trajo Lucia pero con un propósito y tú sabes cuál es —  No respondió —  Así que no piensas hablar, bien ¿Sabes cuánto tiempo podría vivir Lauren sin comida y agua? Menos de una semana terrestre

—  Maldita ­—  Se lanzó hacia mí, le tome de la muñeca y la gire provocando que emitiera un desgarrador grito de dolor

—  Te dije que Lucia es el menor de tus problemas —  Me incline sobre la mesa sin dejar de apresar su muñeca —  ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste? Dime o tu querida hija morirá

Pareció dudar antes de dar una respuesta segura, miro en todas direcciones considerando si podría escapar y cuánto tiempo tendría y no hubiera tenido oportunidad, Lauren estaba en otra habitación comiendo en compañía de la Guardia

—  Fue Marcus

—  ¿Y él es?

—  Miembro de la Asociación

—  Así que vienes por parte suya

—  No, escape de ellos

—  No tiene mucho sentido lo que dices ¿Lo sabes?

—  Nada de lo que ha ocurrido en mi vida en los últimos años tiene sentido así que estamos en la misma situación —  Comento mientras mantenía su mano derecha sobre su frente cubriéndole el ojo derecho

—  Dime más

—  Lucia me busco hace poco más de cinco años cundo vivía en Londres, dijo que algo estaba cerca, nunca fue claro así que no le entendí, después termine cruzándome con ella hace algunas horas, dijo que debía saltar al mar así que traje a Rosebeth y Lauren conmigo

—  ¿Y cuál es el objetivo de Marcus?

—  Quiere llegar hasta ustedes, le escuche decir que ustedes tienen una manera de revivir —  No pude evitar reírme, libere su mano lastimada —  ¿Qué es lo que te parece tan gracioso?

—  No podemos revivir a nadie, es cierto que somos diferentes a ustedes pero no revivimos —  Su semblante se transformó en tristeza —   Vaya, es cierto que los humanos le temen a la muerte, su mayor punto débil

—  Pensé que ustedes…

—  No somos dioses Joe, no podemos traer a la vida a nadie, hay que aceptar que cuando alguien se va no hay forma de regresarlo, deben aprender  dejar descansar —  Bajo la vista,            quería evitar que le viese llorar pero no pudo

—  Entonces es inútil que siga buscándolos

—  ¿Con quién más trabaja Marcus?

—  No puedo decírtelo

—  La vida de Lauren está en juego

—  En cualquier lado su vida está en juego, aquí la quieren dejar agonizar y allá su padre tratara de colocar su cabeza en una estaca si no resuelvo algo ¿Qué opción tengo?

—  ¿Su padre? Creía que Lauren era tu hija

—  Y lo es… pero no de sangre

—  Bueno, a nosotros no nos conoces, no sabes realmente como podemos actúa si me dices con quien trabaja tu querido amigo Marcus, coopera y créeme, Lauren estará bien

—  ¿Qué garantía tengo? Me envió Lucia, la misma mujer que lanzo a un amigo desde un edificio sin piedad, la misma que acecha a Lauren para que haga lo que ella quiere, ella quería que hablara contigo y eso no dice nada bueno de ti

—  Tú hablas con Marcus, cuidas a su hija, tampoco da una buena imagen de tu persona, estamos en la misma situación

—  No lo creo así

—  No desearía ser el acusado en el juzgado

—  ¿Qué dices?

—  ¿Abogado? No preguntes, tu actitud lo dice todo, tu cuerpo, tu voz… listo para lanzar la mordida en cuanto se te presente la oportunidad ¿Por qué no te relajas un poco? Si fueras a morir de cualquier modo no podrías hacer nada, estas atrapado ¿Por qué no cooperas?

—  ¿Y Lauren?

—  Podría conocer a su madre más pronto de lo que debería —  Sus ojos mostraron furia —  ¿Acerté? Debía imaginármelo antes, padre adoptivo, el padre biológico no la quiere y busca algo que pueda regresar a los muertos a la vida ¿Cómo se llamaba?

—  Cállate

—  No tengo porque hacerlo, estas en mi territorio y puedo hacer contigo lo que yo quiera, mejor dime ¿Cómo se llamaba?

—  Jane

—  ¿Murió en el parto? —  Asintió —  Lo lamento, era parte de, tenía que morir para que la niña viviera

—  Tú no sabes nada de Jane, no te atrevas a hablar de ella

—  Lo siento pero es la verdad

— Tu no estas a cargo de una vida

—  No, estoy a cargo de millones y si no hablas pronto me desharé de las suyas para seguir con mi trabajo

—  ¿Por qué me sigues?

—  Yo no

—  Claro que sí, te vi antes, en Londres cuando lucia me busco, te vi en el barco cuando llegue aquí



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En el texto hay: pasado oscuro, guerra interestelar

Editado: 26.09.2023

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