Maratón de Drogas 4/5
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Empiezo a bailar por toda la habitación mientras Cristopher esta estirado en mi cama mirando el techo.
¿En que pensará?
Paro de bailar y me acerco a el. Subo a la cama y me colocó a horcadas sobre el. Me mira y sonríe.
Estoy drogada y no pienso lo que hago. Colocó mis manos en su pecho y lo acaricio. Se tensa, pero a medida que lo voy acariciando, se va relajando.
—¿En que piensas Cristopher? —me mira.
—En las mil formas de follarte—me tenso.
—¿A si...? —le desabrocho la camisa lentamente.
—Si—en sus ojos veo deseo, lujuria...
Creo que soy muy pecaminosa.
Me inclino y voy dejando besos por todo su cuello. Suelta una risilla.
—No pensaba que eras asi—masajea mis hombros suavemente.
Sonrio.
—Pensabas mal entonces—
Han pasado como media hora desde que jale cocaína y no se si trae más.
El efecto se esta desaciendo.
Ahora la realidad me golpea, no puedo hacer esto, no puedo drogarme mas, no puedo dejar que Cristopher me de más drogas. Pestañeo varias veces y me levanto, salgo de encima de el y me volteó para no verlo.
—Te voy a pedir que te vayas—le digo sin verlo por la vergüenza.
—¿Por que? —siento como se enderesa en la cama.
—Porque...¡heres mala influencia! —exclamo.
—¿Mala influencia? —Me volteó para encararlo.
—¡Si, mala influencia! Si papá se entera...Me mata—bajo la vista, pero la vuelvo a subir y lo miro a los ojos.
—Yo no soy mala influencia, tu decidiste hacer esto, nadie te hobligó—me apunta con su dedo índice.
—¿Nadie? ¿Me estas diciendo que nadie? —me acerco a el. —¡Tu me amenazaste! —lo empujó.
—¡Yo no te amenazé! ¡Y no me grites!
—¡Tu me estas gritando!
Mi respiración es agitada y mi pecho sube y baja muy rápido.
—¿Sabes que? ¡Me largo! —se da media vuelta.
—¡Si, lárgate! —Cierra la puerta de golpe y pego un brinco.
Yo si que soy bien sopenca ¿Porque no le dije antes de que no quería? Así nos ubieramos evitado peleas o discusiones. Aun que ustedes están de testigo que me amenazó, o sea yo soy la víctima aquí.
Mi celular suena y es una mensaje de Abdiel abisandone que viene para aca.
Todavía recuerdo cuando Ilarien se agarró a pelear en la fiesta. Pero eso era, ya pasó, ahora no es nada mio y no tengo porque preocuparme por ella.
El timbre suena y recuerdo que ahora está Cristopher como mi niñero.
Escucho voces y después escucho como suben las escaleras, tocan la puerta y ya se quien es. La abro y es Abdiel con...Ilarien.
—Hola, pasen—me hago a un lado y Abdiel con Ilarien pasan.
Maldita cucaracha, rata de dos patas, maldita sabandija...
Perdón por maldecir, es que aún no me creo que Ilarien haya finjido todo este tiempo.
La rabia me consume y miro a Ilarien con odio, cierro la puerta de golpe y me quedan mirando.
—Sorry—les doy una sonrisa sinica.
Se supone que Ilarien con Abdiel estaban peliados....y así es como se me vino la idea a mi cabeza.
—¿Como has estado Abdiel? —camino con pasos seductores, ya se que estoy con pijama, pero hago el intento.
—Todavía con resaca—me sonríe.
—¿Y te acuerdas de lo que hiciste en la fiesta? —me siento al lado de el ya que Ilarien está al otro lado.
—La verdad no me acuerdo de nada—escucho como Ilarien suspira.
—Pues...déjame refrescarte la memoria... —miro de reojo a Ilarien y esta me mira. Sonrió de lado y paso mi brazos por ensima del hombro de Abdiel.
—No me digas que hice el ridiculo—niego.
—No, tranquilo, hiciste algo peor que eso—me mira incrédulo.
—¿En serio? —pregunta sorprendido.
—Ajam. —asiento varias veces.
Esto será muy divertido.
—Primero llegamos a la fiesta... —miro de reojo a Ilarien y esta tiene las manos hecho puño—Ilarien se besó con Cristopher, un socio de papa, que por siorto si se entera... uy uy uy. Luego tu besaste a una chica... —miro nuevente a Ilarien y desvía la mirada. Así te quería tener perra. —Luego Ilarien te...—he Ilarien me mira. —Vio y creo que se puso celosa o algo asi—Abdiel mira a Ilarien y está baja la mirada.
—Luego Ilarien se drogo, luego... —llevo mi mano a mi mentón pensando. —Luego...Ilarien vino y te...besó—la suelto. Ilarien tiene los ojos llorosos.
Me vales perra, una por una.
—Tu le seguiste el beso y bueno, paso lo que tenía que pasar nomas—me levanto y Abdiel está mirando a Ilarien que tiene la cabeza gacha.
—Eres una maldita perra sin corazón... —Ilarien susurra, pero escucho.
—Se tenía que decir y se dijo—me encojo de hombros.
—¿Y que pasó después? —pregunta Abdiel mirando a Ilarien.
—Paso que... —pero Ilarien me interrumpe.
—No paso nada. —espeta enojada creo.
—Si, si paso algo—le echo más leña al fuego.
—¿Que cosa? —pregunta Abdiel perdiendo la pasiencia.
Sonrió con malicia.
—Ilarien se acostó contigo, eso paso, y se supone que los amigos no se gustan y tampoco se pueden acostar.
—¡Callate! ¡Callate de una maldita vez! —me grita Ilarien levantándose.
Tiene los ojos rojos y su pecho sube y baja.
—¿Quieres que calle la verdad, eso es lo que quieres? Pues no mija, yo no callo la verdad—le digo con supreoridad.
—Me largo—dice tomando su bolso y caminando a la salida, pero pasa por al lado mío y me empuja.
—¿Andas ancha? —la miro.
—Si, ¿algún problema? —se hacerca a mi.
Pero no retrocedo ni tampoco me mamo.
—Si, si es problema, porque estas en MI casa—yo me hacerco a ella con mi mentón bien alto.
Me vuelve a empujar, pero mi cuerpo no se movió, es como si estuviera pesado.
—Mira Ilarien, yo no te he empujado, y si no quieres que te empuje yo, será mejor que te larges de MI casa. —mira a Abdiel que está presenciando la escena sin decir nada.
Vuelve a pasar por mi lado y me vuelve a empujar, así que vengo y la empujó, pero creo que use mucha fuerza ya que vino y se calló al suelo pegandoce en la frente.