Droga para la Bestia. [bestia] Libro 1

°.Capítulo 20.° Juego de la Bestia. ✓

Maratón de Bestia 3/6

Bestia:

Camino de un lado a otro en la habitación, todo me da vuelta y siento un dolor muy grande en mi cabeza. La habitación está muy oscura, cerré las cortinas para que no entre luz, pero aún así siento que la habitación está muy clara. Mis manos pican y mis pies se mueven por la habitación. Hay un espejo grande y me acerco a el. Me miro en el espejo y mis ojos están negros enteros y me sorprende ya que a Mela se le ponían las pupilas rojas, pero yo tengo los ojos negros.

Me siento rara, muy rara, nunca me había sentido así.

Cristopher:

Siento pasos arriba en la habitación de Mela y es Bestia quién está ahí.

-Tenemos que hacer esto rápido Darling, ella no tardara en ir por Clohe. -me habla Ademia.

Me levanto de la cama y me coloco mi polera negra con mis zapatillas.

-¿Y si no funciona? ¿Y si Mela muere? -pregunto preocupado.

Paso mi mano por mi pelo desesperado y me lo jalo.

-¿Confías en mí Darling? -miro el espejo de la habitación en donde estoy durmiendo. Mis ojos son de un color fuego.

¿Confío en ella como para confiar la vida de Mela?

Suspiro y paso mis manos por mi cara.

-Si Ademia, confío en ti, no me defraudes. -y todo se vuelve completamente negro.

Bestia:

Veo mi reflejo en el espejo nuevamente y el dolor de cabeza aumenta. Agarro el espejo con mis dos mano y al ver mis uñas, tiro el espejo y este vuela por los aires y aterriza en la puerta asiendo añicos. Vidrios saltan por todas partes y se esparcen por todo el piso de la habitación.

Eso es lo que soy. Eso es lo que siempre seré. Soy una Bestia y esta es mi oportunidad, este es mi juego y lo ganaré.

Mis uñas están largas y de color negro, como si me las hubiera pintado con esmalte, pero no. Camino lentamente a la puerta y piso los vidrios que crujen bajo mis pies. Bajo la cabeza y en un pedazo de vidrio, veo que en mi pelo hay varios mechones de color rojo sangre.

Coloco mi mano en el pomo, utilizo mucha fuerza y este se dobla.

Gruño y abro la puerta de un tirón. Esta golpea fuerte la muralla y se forma un agujero. Esto no puede ir más mal. Escucho que alguien sube apresuradamente las escaleras y veo a Cristopher que sube de dos en dos. Se detiene a más de la mitad y me mira impactado.

No hago ninguna expresión y salgo de la habitación. Camino por el pasillo y voy bajando las escaleras. Paso por al lado de Cristopher que mira la habitación con los ojos como platos.

-Tengo que hacer algunas cosas, no me esperes. -le digo fríamente y termino de bajar las escaleras.

Tomo las llaves del auto de Cristopher y salgo de la casa. Cuando voy a subir al auto, veo que viene rápidamente CRISTOPHER y se sube al auto. Gruño por su acción y enarco una ceja.

Ruedo los ojos y me subo en el conductor. Cierro la puerta y lo miro.

-¿Que mierda haces Darling? -lo encaro.

Esto debe ser broma. Yo que sepa el no es perro y yo no soy un pedazo de carne.

Chasquea la lengua y sonríe.

-Te acompaño, una chica no puede andar sola a estas horas. -frunso el ceño y al final suelto una carcajada sin gracia.

Me mira confundido y se cruza de brazos.

-¿Estás jodiendo? -le pregunto una vez que dejo de reírme.

-No jodo, simplemente no te dejare sola, recuerda que tienes a Mela y no permitiré que le hagas daño. -aprieto el volante fuertemente y me entierro las uñas en mi palma.

No le aré daño...

-No pienso hacerle nada Darling, ella está bien.

Pero ellos si...

-Eso espero.

Este es mi juego...

-Y no dejes que Ademia te meta cosas en la cabeza. -Cristopher frunce el ceño.

Nadie lo arruinara...

-¿Porque? ¿Temes de que diga algo que te pueda delatar? -mi cabeza empieza a palpitar más fuerte y cierro los ojos.

Este es el juego de la Bestia...

Yo soy la Bestia...

-No tengo nada que ocultar Darling, si tengo algo que decir, lo digo y punto. -balbuceo y aprieto mi mandíbula.

Nadie se interpondrá en mi camino...

En mi juego...

-Veo que no te sientes bien Bestia...¿Te sucede algo? -dice con una pizca de burla y eso me encabrona a un más.

Te mataré Cristopher...

Te mataré Ademia...

Te mataré Mela...

Respiro una y otra vez profundo y abro los ojos. Miro a Cristopher que me mira con burla y sonríe divertido.

-Me encuentro perfectamente bien Darling. Y si no te molesta, te pediré que te calles, si no quieres que te arranque el corazón aquí mismo. -escupo fríamente.

Suelta una carcajada sonora.

-¿Te molesta que te digan la verdad? -respira...respira... -Si le haces daño a Mela, yo seré quién te arranque el corazón. -y ahora yo soy quien ríe.

-Si me arrancas el corazón, Mela muere. Es imposible que me mates, pierdes tu tiempo intentándolo o pensando el ello. -echo andar el auto y arrancó.

-¿Segura? Yo conozco a una persona que sabe cómo destruirte, conoce tu punto débil Bestia...

Estúpida Ademia...

Vuelvo apretar el volante fuertemente.

Siempre entrometiendoce en todo...

-Eso es imposible, no puedes engañarme Darling, admítelo, yo soy más fuerte que tú. -Cristopher abrocha su cinturón y suspira.

-Ya lo veremos...ya lo veremos.... -susurra y yo trago duro.

La noche se aproxima y las estrellas se hacen presentes. Tenemos tres horas de viaje, así que me da tiempo de pensar bien las cosas, pienso bien en lo que voy hacer.

Cristopher está dormido y tiene su cabeza apoyada en la ventanilla. Espero que se habrá la puerta y el salga volando, pero sé que eso no sucederá.

-¿Y ahora vas a ir donde la bruja Clohe? -la voz de Ademia me saca de mis pensamientos.

-Si. -le contesto cortante. -No tienes porque decirle cosas a Darling, eres una metiche de mierda. -balbuceo.



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En el texto hay: bestias, osciridad, romance amistad

Editado: 09.06.2021

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