Droga para la Bestia. [bestia] Libro 1

°.Capítulo 21.° Sangre de la Bestia. ✓

Maratón de Bestia 4/6

Bestia:

El viento sopla fuertemente y a pesar de que ando solo en polera corta y un pantalón de buzo, no tengo frío. Cristopher mira por todo el lugar y hace muecas. De seguro Ademia debe de estar contándole como era este lugar en el año 1905. Sin mentiras, este lugar era completamente hermoso, todo lleno de vida, pero ahora no es más un lugar repugnante y lleno de oscuridad. Todo los días, en vez de salir el sol, lo único que sale y cubre el pueblo, es una nieblina oscura y espesa que oculta el pueblo y las montañas de los visitantes.

Este pueblo es invisible, solo aquel que logré llegar más acá de las montañas Colmillo, logrará ver una pizca del pueblo.

Respiro profundo y empiezo a caminar por el camino de tierra. Cristopher me sigue detrás y yo solo miro todo a mi alrededor mientras mis piernas caminan por inercia propia.

Mela Kassia:

Ya no aguanto.

Es lo único que puedo decir. Quiero salir de aquí, ya no quiero estar aquí. Mis brazos sangran y mis ojos arden. Esto es peor de lo que me podría haber imaginado.

Cristopher:

-¿Sientes ese poder? -me habla Ademia.

¿Que poder? No siento nada. Lo único que veo a mi alrededor son casas en ruinas y mucha niebla. El viento sopla muy fuerte y me está empezando a dar frío.

-Yo no siento nada. -le digo.

Cualquier persona que viva aquí, debe de estar loca o loco de remate. Yo al menos no podría vivir en un lugar como este.

-Si hubieras estado en 1905 o en 1910, no hubieras dicho lo que acabaste de decir. -frunso el ceño y miro todo.

-¿En 1905? ¿Qué pasó en ese año? ¿Cómo era este lugar? -hago muchas preguntas y creo que las dije en voz alta, porque Bestia carraspea su garganta y me mira por unos segundos.

-Este lugar era hermoso, era como un sueño, uno de esos lugares que solo en los cuentos de hadas existen. -habla Bestia mirando todo a su alrededor.

Yo hago lo mismo.

-¿Era? -pregunto intrigado.

-Si, era. -responde fríamente.

Me encojo de hombros.

Para haber escuchado a Bestia hablar así, este lugar si que tuvo que ser hermoso.

-Y si que lo era. Cómo te dijo mi hermana, este lugar era sacado de esos cuentos de hadas. Pero todo se vino abajo. -la voz de Ademia retumba en mi cabeza.

-¿Y como era? -pregunto mirando una montaña cubierta de una nieblina espesa.

Esa montaña tiene algo raro, algo misterioso, algo oscuro y perverso. Tengo la intuición que algo se oculta.

-Y no te equivocas. En esa montaña, hay un secreto muy oscuro, la única que sabe que hay en realidad ahí, es Bestia. Ella fue la única sobreviviente, ella sobrevivió para contarlo.

-¿Y tú lo sabes? -esto es mucha intriga para mí, mucho misterio.

-Si, pero no te lo diré. Le juré a Bestia que no le diría jamás a nadie. -su respuesta me deja con muchas dudas, pero al final decido no preguntar más.

Así que Bestia; ¿una vez fuiste humana? ¿Habitaste anteriormente en otro cuerpo? ¿Que tantos secretos oscuros guardas? ¿Cuánto has sufrido? ¿De dónde vienes? ¿Quien es tu verdadero creador? ¿Por qué eres una Bestia? ¿De dónde provienes? ¿Ademia es tu verdadera hermana o es una simple Bestia? ¿Cómo llegaste a Mela? ¿Que se esconde en el gran castillo como para que no quieras que nadie lo sepa? ¿Una vez te has enamorado? ¿Alguna vez has sido una simple chica mortal? ¿Que es lo que pasa por esa cabesita oscura y bestial?

Muchas preguntas, no hay respuestas, quedan incógnitas, y si las hay, nos costará muchísimo saber la verdad.

Bestia:

Siento una magia muy grande a todo mi alrededor. Mi cabeza empieza a doler y sé que mis ojos cambian de color. Mi respiración se vuelve irregular y algo dentro de mi se remueve, quiere liberarse, pero no sé lo permito.

Miro mis manos y mis venas que resaltan se ponen de color negro. Mis uñas igual están de color negro y sé que la magia oscura que habita en este lugar, me llama a gritos. Yo pertenezco aquí, yo soy parte de la magia y me llama.

Siento una presión en el pecho y me dificulta respirar, llevo mi mano a mi pecho y respiro profundo, pero no llega el aire a mis pulmones. Caigo de rodillas al piso y mis manos con mis rodillas reciben el impacto. Cristopher corre hacia a mí y se arrodilla al lado mío mientras trato de respirar.

Mis ojos pesan y se vuelven borrosos. Levanto la mirada y a metros de mi, la veo. Lleva una falda negra asta los talones, unas sandalias, un tapado y su pelo está en un tomate. Ha pesar de los años, ella sigue igual.

Y antes de desmayarme, veo que sonríe amargamente. Clohe sonríe contra mí y me entierro una aguja en el cuello.

Cristopher:

-Ademia fue quien me avisó, no te preocupes. -habla Clohe mientras colocamos a Bestia amarrada a una silla con cadenas de plata.

Apenas Bestia se desmayó, Clohe, la bruja se me presento y me explico todo. Ahora tenemos a Bestia amarrada de pies a cabeza en una silla con cadenas de plata, Clohe dijo que eso la debilita, por lo tanto yo no puedo tocarlas. Tengo unos guantes puestos en mis manos.

-¿Cómo y no me dijo nada? -pregunto una vez que me quitó los guantes.

-Ademia todo este tiempo estuvo comunicándose conmigo. -dice Clohe mientras saca unos frascos de una estantería.

Miro la casa y todo es antiguo y lleno de figuras. Mi cabeza empieza a doler.

-No te preocupes por el dolor de cabeza, es normal. Hay mucha magia oscura rodeando este lugar y Ademia no es suficiente fuerte como para soportarlo, no mientras esté usando un huésped. -sus palabras me dejan atónito.

¿Cómo es posible que quiera matar a Bestia y no a Ademia?

-Yo estoy de su lado, si no lo estuviera, esta es la hora en que ya no estaría. -me habla Ademia.

-¿Mila está bien? ¿A ella no le afecta? -mis preguntas hacen que Clohe deje de hacer lo que estaba asiendo.



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En el texto hay: bestias, osciridad, romance amistad

Editado: 09.06.2021

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