Capítulo: 26

Como vemos el mundo luego de una catástrofe en nuestro interior es según la magnitud del daño ocasionado en el momento en que nos destrozaron.

Mi mundo se volvió sombrío y triste, sin sentido. La sonrisa desapareció de mi rostro los siguientes días. Miré una y otra vez los mensajes.

Naza: ¿Dónde estás? Por Dios dime que estás bien y a salvo.

Naza: Gracias al cielo estás a salvo. Hache me contó que estás en casa. Por favor llámame y hablemos. Lo que viste no es más que otro juego de Melody.

Naza: me está matando no saber de ti...te quiero más que a mi vida nena por favor déjame explicarte.

Naza: No puedo dejar de pensar en ti, cuando quieras volver a hablarme, volver a verme, búscame. No te molestaré más, así sea en años yo aún estaré esperando por ti. Te amo.

《Que se siente por que no voy a volver.》

Desde ese mensaje cumplió su palabra de no molestarme más ¿Cómo se atreve a decir que me ama si se acostó con otra? Ella puede darle lo que yo no. 

Me tomé unos días de descanso, sin trabajo, sin escuela, sólo yo mis amigos y comida. Mucha comida.
Ahora me encuentro cenando con Thiago, mi piñata favorita y mi sobrinita, y los hermanos Robinsón, León no pudo venir, pero vino ayer, a la noche de películas. Al inicio de la cena casi que terminó en tragedia, pero Hache le pidió disculpas por todo a Thiago, fue una charla muy sincera y se amigaron, no se abrazaron ni se besaron pero pueden convivir en paz en un cuarto.

─ ¿Tomaste los remedios?─ me preguntó la bella Rosy.

─Sí mami, en horario y con la barriga llena.─ dije burlona.

─No te pases de lista conmigo.─ me amenazó con un tenedor que utilizamos para cortar la pizza casera.

De los cinco presentes solo uno hizo un gran trabajo con las pizzas, los demás estorbamos. Y nos comíamos el queso a escondidas. Fue divertido. Menos para Hans que le tocó hacer todo. ¿Quién diría que es bueno para la cocina?

─Deléitense con ésta fugazzeta...─ una amplia sonrisa en el rostro de Hans me hizo sonreír con una leve sonrisa, la primera en días, dejó la pizza sobre la mesa.

─Pero ésta clásica napolitana les gustará más.─ dijo el otro Robinsón dejando en la mesa su pizza y sonriendo con suficiencia a su hermano. Pelean mucho, es divertido verlos juntos. Aunque Hans sigue con sus cambios de humor sin sentido.

─ ¡Al ataque! ─ dijo Rosy una vez cortó las últimas pizzas. Comimos muchísimo mi panza estaba tirante.

Entre risas y demás nos comimos todo, y aún faltaba el postre, mi delicioso y sabroso helado.

─Voy por el postre, piñata ayúdame a traer los platos y cucharas.

Nos encaminamos a la cocina yo saqué los potes de helado y servilletas por que de seguro nos manchamos, una salsa de chocolate y otra de frutilla, unos cucuruchos y Rosy los platos para quien no quisiera cucurucho.

─Ro no olvides las cucharas...─ dije saliendo y dejando a mi amiga hurgando en los cajones.

─Sí, lo sé, Naza metió la pata pero debe tener una explicación...─ decía Thiago.

─Yo quiero golpearlo...─ dijo Andy.

─Coincido con mi doble, pero también con Thiaguin, debemos escucharlo, analizar su versión y luego decidir golpearlo o no...─ dijo Hache dejándome helada.

Antes que digan algo más decidí hacer mi entrada.

─Espero ninguno desprecie éste manjar por que los echo de casa...─Bromeé dejando sobre la mesa los potes.

─Hache lo odia...─ dijo Andy y Thiago se carcajeó.

─ ¿Es en serio? ─ pregunté curiosa.

─No, no lo es, comería helado hasta en el desayuno, éste idiota sólo quiere molestarme...─ dijo Hache golpeando la costilla de su hermano.

─Somos dos...─ dije sonriendo y destapando los potes.

─Nena, adoro verte sonreír...─ Dijo Andy y se paró para abrazarme fuerte fuerte.

─Abrazo grupal...─ dijo Ro tirando las cosas en la mesa y uniéndose al abrazo, Thiago siguió y todos miramos a Hans con cara de "Te unes ¿o qué?"

─Abrazo grupal...─ dijo sonriendo de lado y parándose para abrazarnos también.

Luego de un rato de amor decidí removerme para hacerles saber que ya me estaban aplastando demasiado y caeríamos al piso si seguíamos así.

─ ¿Quién quiere de chocolate?─ dije cuchara en mano lista para preparar conos de helado.

Los días pasaron y mis amigos debían regresar a sus vidas, no podían ser mi niñera, yo no quería eso.