Acabo de ver un beso y, maldita sea, que beso más mediocre. Lleno de cotidianidad, tedio, aburrimiento. Yo no soy quien para juzgar, menos en lo tocante con el amor. Pero que distinto sería si el amante estrecha entre sus brazos a su pareja y le regala a está un beso bien dado. Llenó de amor, pasión, alegría, emoción, como el primer beso. Seguro que este primer beso fue el mejor, pero siempre se queda en eso, es que fue, en el pasado ¿Qué pasaría si todos nosotros nos comprometemos a repetir este primer beso? O mejor aún, si intentáramos mejorar siempre el anterior. Se supone que estamos con la persona que más amamos, por ende, concluyo que esta acción no tiene por qué representar un sacrificio o castigo ¿O acaso me equivocó?
Pero no, es como si tuviera pena, como si le avergonzara dar un beso en público a su pareja. Pero me refiero a un beso amoroso, no de esos que dejan todo a la imaginación.
Para nosotros (y dale con la generalización). Para mí, que no he dado muchos besos, duele ver como algunos pierden estos momentos. ¿No es acaso el beso una de las mayores expresiones del amor? Y aun así lo estamos perdiendo ¿Y no es acaso el amor una de las mejores cosas de la vida? Y, así y con todo, lo estamos olvidando…