Estaba tan rota que le llamaban "RUINA"... Tenia esa forma especial de dejarse llevar por el
viento, con el vuelo de su falda y colarse en los pulmones de alguien para dejarle sin
respiración.
Pasaba desapercibida para todos aquellos que no creían en la magia, pero aunque no lo sabia
era la chica a la que todo el mundo querría hacer feliz...
Como no tenia a nadie que le vaciara la luna en la copa, cuando el vino se acababa... Tapaba
sus heridas y nunca se las curaba. Creía que la única forma de no tener cicatrices era conseguir
que todas esas heridas sea mantuvieran abiertas, así que por las noches se auto destruía en su
cabeza, pensando... Que nunca seria lo suficientemente buena, como para bailar al son de
alguien, sin pisarle los pies si no era la tristeza.
Escribía... O mejor dicho, saltaba a todos los precipicios construidos en papel. Lo que para el
resto era un vacío, para ella era un hogar. Tenias los ojos del color del frío y la misma mirada
que la soledad que le acompañaba... y el corazón le latía una melodía que nunca nadie había
sabido descifrar. Sufría por todos y no lloraba por nadie en especial... Si no como puede
hacerlo una nube en mitad de una tormenta... Suspiraba, como puede hacerlo el viento
cansado ya de respirar... Pero ante todo se movía inquieta con los nervios a flor de piel, como si
se le hubiese colado dentro la primavera... Como si le estuviesen saliendo las alas y ella solo
desease echar a volar.