Chloe viajó a Brasil, el país vecino. Aparentemente el aviómn donde viajaba Petet había caido en aguas brasileñas.
Fue acompañada por su padre y su ex esposo. No querían dejarla sola en un momento tan díficil, estando tan vulnerable y transitando un embarazo de 4 meses.
Al llegar, el Detective y un grupo de hombres de su equipo la estaban esperando.
—Señora Fean, sé que no fue un viaje agradable pero necesito que nos acompañe hasta el hospital —dijo el Detective.
—¿Què novedades hay de mi esposo? —preguntó Chloe desesperada.
El Detective, la miró y le dió una sonrisa esperanzadora.
—Hemos encontrado parte del avión. Encontramos a su esposo pero lamentablemente el piloto falleció y su manager.. No hay rastros todavía —dijo el Detective.
—Mi esposo.. Está..... —no alcanzó a terminar la frase y se ahogó en un llanto desconsolado.
—Señora Ferman, su esposo estará bien Está en terapia por observaciones, sufrió heridas graves pero va a estar bien El medico hablará con usted —le indicó el Detective.
Ella ingresó corriendo para lograr ver a su esposo cuando llegaron al hospital.
El medico le indicó que estaría bien, que no sufriría secuelas y le permitió ingresar a la sala un rato para verlo.
Cuando ingresó, Chloe vió a su amado esposo mal golpeado, su rostró herido y muy maltratado.
Se larga a llorar y dice: —Sé que puedes oirme Ferman, te amo y ya estoy aquí. Sólo quiero que despiertes. Eres muy fuerte y sé que no vas a dejarme sola en este mundo. No podría vivir sin ti. No imagino una vida sin tu amor.
Apretó su mano con fuerzas y le dió un suave y cálido beso.
Ferman, estuvo en terapia por una semana y aquellos días fueron muy dolorosos para Chloe pero no perdía la fe de que el amor de su vida despertara.
Estuvo junto a su cama día y noche, sin ganas de nada, sólo quería verlo despertar y oir su dulce voz.