El agente Brian

La envidia

Fuera de la cárcel, Brian contactó con un hacker que le dio la identidad de Pepito Pérez. Con su nueva identidad Pepito se dedicó a buscar empleo, hasta que consiguió un trabajo como taxista.

Unos días después, Pepito tuvo como clientes un ebrio y una trabajadora sexual. Pepito se sorprendió, cuando reparó que el ebrio era su antiguo mayor.

—¡SOY EL HOMBRE MAS PODEROSO DE ESTA CIUDAD! –exclamó el ebrio.

—¿Por que lo dices? -preguntó la trabajadora sexual.

—¡MANDÉ AL IDIOTA MAS PRESUMIDO DE ESTA CIUDAD A DONDE DEBE ESTAR!

—No debió de ser alguien muy conocido, cuando nisiquiera me enteré.

—¡HABLO DE BRIAN! ¡EL IDIOTA QUE SE JACTABA DE SER EL MEJOR POLICÍA DE LA CIUDAD!

Pepito sintió que se le hacía un nudo en el estómago.



#971 en Detective
#226 en Novela policíaca

En el texto hay: progresismo

Editado: 10.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.