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Él se enamoró de ella,
pero no se enamoró de sus caderas,
no se enamoró de su imaginación,
ni tampoco se enamoró de su inteligencia.

Él se enamoró de sus ojos,
su cabello,
él se enamoró del parecido de ella con otra chica.
Otra chica que en algún momento,
fue su gran amor.

Ella se enamoró de él.
De su sonrisa,
sus hoyuelos, 
de sus ojos 
y su ternura, 
de su locura.

A él le bastaba con que ella se pareciese a la otra chica.
Él la cambió.

Le sugirió cortarse el cabello, ella lo hizo.
Le sugirió comenzar a vestir de rojo, ella lo hizo.
Le sugirió usar más maquillaje, ella lo hizo.

Y sin darse cuenta, ella era totalmente diferente.
Y él se enamoró aún más, de su aspecto.

Su amor se volvió enfermizo.
Él la quería solo y absolutamente para él.
Sé volvió loco.

Y ella entendió que algo iba mal.
Entendió, que él no la amaba.
Descubrió una foto de otra chica,
y le sorprendió lo parecida que estaba a ella.

Fue entonces cuando lo entendió.

-Atte: Sara.