Sus labios sabían a menta,
sus besos eran largos e intensos.
Me gustaba sonreirle después de cada beso.
Y él me sonreía.
Las cosas iban bien,
todo era perfecto.
Hasta aquella noche en el bar.
Me dijiste que saldrías con amigos,
te dije que yo igual.
Fui a un bar con mis amigas,
tú estabas ahí,
con tus amigos
y rodeado de chicas.
No quise acercarme.
Y entonces agarraste a una de ellas por la cintura.
A mi nunca me agarraba de la cintura.
Y la besaste.
A mí me besabas.
Y ella te besó.
Y tus amigos reían.
Los míos querían golpearte,
yo solo me quedé a unos metros observandote.
Entonces te separase de ella tambaleandote,
estabas ebrio.
Y reías.
Fue cuando levantaste la vista.
Me viste.
Yo estaba allí, a tan sólo unos pasos.
Intentaste ir hacia mi.
Pero ella te besó,
y le seguiste el beso.
Mis amigos me obligaron a salir de ahí.