El deseo está ahí,
somo piel y hueso,
nos hacemos uno solo.
Bailan nuestros cuerpos,
aspiran nuestro aroma
y prueban sabores exóticos.
Las estrellas envidian,
nuestra luz celestial.
Sólo la noche es testigo
de dos amantes prohibidos.
Arde nuestra piel,
suda nuestro amor.
Guardamos secretos,
urtamos sonrisas.
Cantan nuestro ojos
y prueban nuestras lenguas.
Nos movemos al compás
del viento en abril.
Entre suspiros
se escapan palabras,
se pierden con el tiempo.
Al terminar nos invade
un éxtasis completo,
como la droga más fuerte
nos deja agotados.
Y recordando algo mal dicho,
se nos ha escapado un "te amo".
~Atte:Sara.