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No eres tu talla de sostén,
ni el número de tu calzado,
no eres el tamaño de tus caderas,
ni el color de tu cabello.

No eres los piropos que los hombres te tiran,
ni la cantidad de mujeres que te odian,
no eres ese diminuto vestido,
ni esos altos tacones.

No eres la cantidad de personas que tienes detrás de ti,
ni las mentiras que dices.

Eres tú sonrisa,
tú esperanza,
tú alegría,
eres quien demuestras ser a solas.

Eres tu personalidad,
tu forma de ser,
tu pasión e inteligencia.
Eres esa locura que te rodea,
eres lo bueno y lo malo,
tu precente y futuro.

No te dejes llevar,
por los comentarios de la gente.
Porque estamos viendo
como la sociedad se va perdiendo.
Lentamente, pero gravemente.

En esta sociedad de mierda,
importa más el físico
que los sentimientos.

Recuerda:
No eres lo que la gente dice sobre ti,
eres lo que tú piensas de ti misma.
Amate, nadie lo hará mejor que tú.