El Amor, Algo Inesperado

Capítulo 7

MARIANA 

Estoy organizando todo para mañana, estoy muy feliz de tener a mi padre y a Sofía conmigo además de que mi hermana se vaya quedar unos días conmigo por el momento, tener a un familiar, a alguien que quiero a mi lado me hace bien pues aunque pelee mucho con mi hermana la quiero y esto me ayuda a recuperarme del todo. Organizo la cama para mi padre, mi hermana y yo dormiremos en la sala.

Ya son la 1 a.m. mi padre ya está durmiendo y mi hermana y yo nos acabamos de acostar, mi teléfono suena es un mensaje, me intriga quien sería el que me hablara a esas horas por eso miro quien es, para mi sorpresa es William.

-ya te dormiste.

-no, porque que necesitas.

-quería ver cómo te termino de ir con tu padre.

-bien gracias a Dios, él  entendió que es muy diferente el pueblo a la ciudad.

-qué bueno, eso me legra.  Y que haces.

-nada ya me estaba organizando para dormir y tú.

-también, estaba guardando todo para la uní e irme a descansar. Pero no podía dejar de pensar de cómo te habría terminado de ir con don Juan.

-aaa gracias por preocuparte, quien diría que tú y yo seriamos amigos y que te interese el cómo estoy, si en unas semanas atrás me lo hubieran dicho no me lo habría creído.

-ni yo, pensé que eras una chica muy diferente pero veo que eres una chica genial.

-gracias y tu también eres muy diferente a como imagine que eras.

-hagamos un trato.

-dime.

-que dejemos eso atrás esos roces y malos entendidos lo olvidaremos después de todo ya somos amigos, que te parece.

-me gusta mucho la idea, entonces es algo olvidado trato.

-trato hecho. Para garantizar el trato le voy a tomar screenshots  a la conversación, el que lo rompa invita a comer o a un helado al otro te parece.

-sí, trato hecho.

-pero hagamos una excepción, como creías que era?.

-no, ya me debes un helado, lo bueno es que tú fuiste el que puso las reglas.

-está bien te debo un helado pero entonces contéstame.

-bueno pero no te vayas a molestar.

-así de malo es.

-mmmm.

-dímelo.

-creía que eras un don juan, un niño de papi y mami, que no luchabas por nada que todo te lo daban era por ser quien eres, un chico que lo único que le interesa en la vida son fiestas, tragos y mujeres, un irrespetuoso, engreído. Pero lo bueno es que has descartado muchas de esas ideologías y me has dejado muy en claro muchas de tus cualidades.

-huy, en serio me tenías en tan alta estima.-carita riendo.- creías que era tu papá.

-qué bueno que no te hayas molestado en serio estaba equivocada. Y tan chistoso obvio no creía que eras mi papá o no vas a saber que es un don juan.-caritas riendo.-

-obvio sé quién es don juan, es tu papá.-carita riendo, carita con los ojos viendo hacia arriba.

-no tan chistoso. Pero en serio no te molesta que haya pensado eso de ti.

-no, yo también pensé muchas cosas de ti.

-que pensaste.

-oye ya es muy tarde, no crees y no se tu pero yo tengo que ir a clases. En la uní nos vemos para cuadrar la hora para vernos hoy en tu casa o en la mía si quieres.

-si yo también tengo clase. Pero antes de que te duermas dime que pensabas de mí, después de todo tú fuiste el que toco el tema.

-lo siento, hasta más tarde.

-no me vas a decir.

-no y chao.

-carita enojada.

Pero no mira mi mensaje ya se desconectó, me dejo con la intriga de saber el que pensaba de mí, pero no podía hacer nada.

En estos últimos días he notado lo buen chico que es William me agrada mucho, me apoya y todo, pues con el accidente de mi padre y hermana en serio perdí el control pero él me ayudo. Bueno dejo de pensar y me quedo dormida.

Suena el despertador, mi padre ya se organizó para irse, medio dormida le preparo un café se lo toma y se va, quedo un poco triste pero sé que así tiene que ser, me organizo para irme a la uní; le encargo a mi hermana que organice el apartamento y que no vaya a salir pues no conoce la ciudad.

En la universidad todo va bien, solo que no pude ver a William para cuadrar lo de la hora y estoy sin batería, pero no puedo esperar a que cargue tengo que irme a trabajar. Me cambio a las carreras y me despido de mi hermana.

Estoy rendida hoy me tocó trabajar muy duro pues mi compañera de trabajo se enfermó y me toco hacer lo de las dos, lo bueno es que ya estoy cerrando; por fin voy a ir a descansar apenas llegue le aviso a William que dejemos para terminar mañana, hoy solo quiero descansar solo eso.

Llego a mi casa pero no encuentro a  mi hermana, pienso que está en la tienda por eso no me preocupo, le escribo a William para decirle que hoy no puedo hacer el trabajo que mejor dejemos para mañana, pero no me contesta pero dejo así pues mi hermana no ha llegado, dejo mi bolso cojo el celular y las llaves para ir a la tienda a ver si está allí, pero no está, la señora de la tienda me dice que ella no la ha visto, eso me preocupa, siento un vacío en mi ser, si mi hermana no conoce la ciudad¿dónde puede estar? Si le advertí que  no saliera y si le pasa algo yo que hago, está bien que ya tiene 16 pero no conoce la ciudad y en ella solo vivo yo soy a la única que conoce.

Ya he buscado en todo el barrio, le he preguntado a mis vecinos por ella y nadie me da razón, que hago ya estoy desesperada, no sé dónde está mi hermana son las ocho de la noche y su celular está apagado, me voy  a enloquecer.

Escucho voces y veo abrir mi  puerta, resultan ser mi hermana y William riéndose a carcajadas, los veo muy felices, siento un vacío en mi estómago y la cara arder. 

-hola Mariana, como estas.

-hermana ya llegaste.

Tengo tanta impaciencia que ni les contesto solo les lanzo una mirada que mi hermana entiende, sabe que estoy furiosa, cansada, estresada y más.

-y ahora que te pasa, porque miras así.

-no tienes alguna idea. 




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