El amor entre una chica

CAPITILO 4 La cita.

Narrador

Tres días después….

Ismael estaba sentado en el auto mientras que Dante iba conduciendo hacia una cita a ciegas.

contemplando el paisaje que tenía su ciudad natal por la ventana, Ismael se acordó de algo -¿Has encontrado a la chica de esa noche? -le pregunto fríamente a Dante. 

Dante mientras conducía solo le hizo una mirada por el retrovisor diciendo.

-todavía no la he encontrado en el registro del hotel no se puede encontrar nada. Se cree que esa mujer no podía pagar la habitación y solo se aprovechó de la oportunidad para entrar en tu habitación a escondida. -respondió con preocupación

-¿como que no la han encontrado?¿para que sirve el puto ejercito? sigue buscando.

-sii -dante lo obedeció enseguida no quería que se enfadara más 

*.........*

Mafer

vestida de chándal, acababa de salir de la casa para asistir a una cita a ciegas.

En el camino, miraba el paisaje sin atención alguna. pues no tenía ningún sentimiento especial ya que las citas a ciegas de estos días me habían entumecido mucho.

Ahora en este mundo ya no existen cosas que valorar. Las citas a ciegas no le importaban mucho. Incluso si me casaba con alguien el futuro no se iba a resistir.

 

Cafetería starbucks del centro de la ciudad 

Encendí mi teléfono y miré el mensaje de texto. Alce mi cabeza para buscar la mesa que se encontraba reservada, la mesa número seis.

Me dirigí a una esquina, en donde está la mesa que buscaba, tome el asiento sin mirar al hombre que se encontraba al frente, del otro lado de la mesa.

Cuando alce la mirada  al hombre de enfrente, mi corazón palpita rápidamente.

El hombre con un solemne uniforme militar estaba sentado allí seriamente, su rostro era como una obra de arte que no se podía encontrar en ninguna parte.su cuerpo fuerte y los hombros anchos le destacaban su encanto masculino. A través de su mirada seria se podía ver que venía de una familia noble y muy elegante.

 

Ismael 

También la miraba. cuando vi su rostro simplemente desde lejos se me hizo familiar.

de la nada un recuerdo se me cruzó por mis pensamientos. Era la mujer en mi cama esa noche, a la cual le había quitado su primera vez, su virginidad. Estos días, no podía menos que echarla de menos e incluso envíe a alguien para buscarla, pero no esperaba tenerla al frente. Estaba muy emocionado y entusiasmado pero tenía que mantener una expresión 

tranquila frente a ella, la mire y en ese momento quise ver más allá.

 

Narrador

-ismael villa -Mafer preguntó en voz baja

-Mafer charris -ismael en vez de responder la llamó por su nombre.

este nombre la representaba muy bien una mujer misteriosa como el mar infinito.

Mafer no sabía qué decir.

Pero el hombre que estaba frente a ella era muy guapo, le caía bien. Entonces ella respiró hondo y dijo:
-ya que ambos sabemos el fin de esta cita, voy a hablar francamente.

Ismael no habló esperando respuesta de la chica.

-No tengo muchos requisitos, no soy exigente. si te he gustado, y quieres casarte, no tengo ningún problema. -Al terminar lanzó una mirada a la ventana, luego miró a Ismael.

Ismael estaba aún más que sorprendido por las palabras de la chica. Él apenas había estado presente en todas las citas a ciegas, normalmente las chicas siempre tenían un montón de preguntas, pero la chica era diferente, tan directa que propuso matrimonio sin prestar atención a las demás cosas.

Ismael movió las cejas ligeramente. aunque no era una mujer sexy, su belleza natural era inolvidable para él. En cuanto a la pregunta que si le gustaba o no, el hombre pensaba una y otra vez y sacó la conclusión de que esta mujer era un poco especial para él. A pesar que no era amor, le interesaba de alguna manera.

Al ver que el hombre no hablaba, ella tampoco tenía algo más que decir. En una cita a ciegas tan aburrida realmente no había mucho que decir.

Mafer inclinó la cabeza y miró el reloj. luego levantó la mirada y dijo:

-sr. Villa, ahora ya nos conocemos, no tengo más nada que decir. Puede considerar mi propuesta por unos días y después de decidir, puede llamarme. mi próxima cita empieza a las nueve en punto, ahora son las ocho y cuarenta, tengo que irme, perdone. 

Luego ella sacó una tarjeta de la bolsa, en la cual aparece su número, la puso sobre la mesa, y se levantó para irse.

Sin embargo apenas dio un paso, y ya Ismael tenía un paso adelante, la tiró del brazo bruscamente.

-¿Has traído tu carnet de identidad y registro civil? - su voz era fría y un poco enojada.

Mafer miró a los ojos a Ismael y se sorprendió un poco. No esperaba que Ismael hiciera esta pregunta.

-no, no lo llevo -dijo con seriedad.

Después de un tiempo, Mafer se dio cuenta de su propósito. Observaba con atención al hombre que estaba enfrente, que era un soldado y muy serio, por lo que se veía muy concervador. A lo mejor no sería tan desenvuelto como Pedro, no era una mala idea casarse con él.

-mañana a las ocho y media. nos vemos aquí, te daré mi carnet y registro -mafer respondió con firmeza.

Después de decirlo se sintió más tranquila porque finalmente podía casarse, aunque el novio no sería el que había amado.

Ismael estaba contento internamente por la respuesta de Mafer.

-No hace falta ir a la cita de las nueve, te llevaré a casa -se dirigió a ella tiránicamente.

 

Mafer se encogió de hombros. dado que ambos decidieron casarse.

permanecieron en silencio, estaba dispuesta a salir de la cafetería y volver a casa de Ismael. Pero justamente en ese preciso momento vio a una pareja que acababa de llegar que eran María y Pedro que también notaron la presencia de mafer en el lugar.



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En el texto hay: amor, dolor, desnfianza

Editado: 20.07.2022

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