Sara POV
No pensé encontrarla en este lugar, imaginé que acostumbraba a ir a sitios mas sofisticados que un bar.
Se la veía muy bien con su vestido negro, le resaltaba sus ojos grises.
Después que Natasha me dejó botada pensaba irme a casa, sólo pasaría al baño y me iría.
Pero todo cambio con el encuentro de mi jefa. Nos dirigimos al baño y yo entré a uno de ellos; cuando salí vi a Rebe paraba junto al espejo, me acerqué y se me hizo irresistible no retirar un mechón de cabello que tenia en su rostro.
Es tan bonita para que unos estúpidos mechones cubran su cara.
Fue extraño la sensación que recorrió mi cuerpo al hacer contacto. Debe ser porque mi jefa es una mujer muy guapa, sumamente atractiva para todos.
Pero yo tengo mis preferencias bien claras...
Creo.
Volvimos a la mesa, y traté de invitar las bebidas, algo que no permitió, quise refutar pero su mirada me intimidó, así que callé.
Con ella perdía la noción del tiempo, es una persona tan agradable, conoce de tantos temas. Guapa e inteligente que gran combinación.
Ojala mi novio fuera un poco como ella.
Ya ni sé en que estoy pensando.
La noche se nos pasó volando que ni me percate de la hora, teníamos que volver a nuestras casas. Muy amable se ofreció a llevarme.
No entiendo porque su cercanía me pone nerviosa... quizás sea porque es mi jefa, pero no lo tengo claro.
_________
Al siguiente día, le tenía su agenda lista. Varias reuniones, entre ellas una con la odiosa de su novia. Falta tan poco para su boda.
Me revuelve un poco el estómago. Rebe se merece algo mejor que esa mujer odiosa.
Cualquiera pensaría que son celos, pero para nada. Aunque no estemos bien con James, a él es a quien quiero.
—Oye, guapa— no había reparado en la presencia de Laura.
—Si, abogada. ¿Qué necesita?
—Dime, Laura. Por favor. ¿Sabes dónde esta la jefa?— recordar que se fue con la odiosa, me cambiaba de humor
—Reunión con su novia.— la vi reír y no entendía porqué.
—Tampoco te cae bien, cierto — no supe que responder— Tranquila, a mi tampoco. Es una mojigata.— no me esperaba esto
—Bueno, es la vida de Rebecca.—Respondí, sin importancia.
—Si, igual. No sabe elegir a la mujer correcta. Tú si lo serías — su comentario hizo que mi rubor se plasmará en mis mejillas.
¡Cómo puede decir algo semejante!.
—A mi no me gustan las mujeres.
—Lastima, te iría bien en nuestro lado oscuro.— reí con su comentario.— ¿Rebecca no te gusta ni un poquito?
Laura es muy directa, cómo puede preguntarme algo así.
—A-ah. n-no. Yo tengo novio.
—Esta bien, no te preocupes. Pero si alguna vez quieres probar algo bueno, que Rebecca sea la primera.
Se fue, dejándome roja de la vergüenza. Le gusta molestarme.
Decidí llamar a mi novio, llevamos dos días sin comunicarnos.
—Bueno— ¿la voz de una mujer?
— Si, ¿Quién eres? ¿Este es el celular de James?
No escuché respuesta. No quiero pensar mal.
—Amor, hey, ¿Qué tal?— su voz se escuchaba rara.
—¿Quién es la tipa que me contestó?
—Mi prima—Soltó rápidamente
—¿Qué prima?— suspiró.
—No la conoces, vino hace poco a la ciudad.
No se, porque no me comía ese cuento.
—Espero no me estés mintiendo.
—¿Para esto llamas?, para ponerme de mal humor.
—¿Qué? Ahora la culpa es mía, te llamo y me contesta una mujer. Y la culpa es mía. No entiendo para que te llamé. Adiós.
Esto va de mal en peor.
Exhale con rabia.
—Parece que alguien no esta muy contenta.— mi jefa había regresado. Que bonita es cuando sonríe.
—No es nada, cosas personales.
—No te gustaría hablar un poco. Digo, así te desahogas, soy buena oyendo.
Lo pensé un poco, y acepté su propuesta. Me vendría bien una plática.
Pasamos a su oficina, y nos sentamos en el sofá que había.
—Y bien, ¿qué te tiene con ese humor?
—James— dije casi en un suspiro.
—Uy, ¿problemas en el paraíso?— me reí por sus palabras. Me gustaba cuando se comportaba de esta manera tan risueña. Los demás piensan que es muy enojona y estricta, pero conmigo no es así.
—Lo llamé y contestó una mujer; me dijo que es una prima, pero no se si creer.
—Deben hablarlo personalmente, su confianza debería primar pero parece que no es así, cierto— me miraba fijamente, sentía que podría revelarle todos mis secretos.
—Últimamente pasamos por un mal momento. Ha cambiado mucho, a veces siento que no lo conozco.
— Vuelvo a repetir, deben hablarlo, solo así pueden solucionar sus cosas. Lo digo por experiencia propia.
—Usted se la ve muy bien con su prometida — vi sus ojos y note un poco de incomodidad.
—Si, es la mujer que elegí para el resto de mi vida.
—Disculpe, que me entrometa, pero sus ojos muestran un poco de tristeza— posó sus ojos en mi. Que lindos son.
—No es nada. Recordé momentos de mi juventud.
Rebecca Pov
La mujer que elegí para el resto de mi vida, eso fue lo que pensé cuando conocí a Leonellys, pero la muy perra no pensaba lo mismo.
Aun no puedo olvidar ese maldito día, el peor diría yo.
FLASHBACK
—Becky, vamos a comer. Ya no tenemos clases.
—No puedo, debo ir al departamento. Leo me espera.
—Ah verdad, tu novia.
—Si. Perdón Arme, otro día comemos juntas.— Ella era la única amiga que me quedaba, después de la pelea con Laura, se habían alejado de mi.
Subí a mi auto, directo a casa, moría de ganas de ver a mi amor. Hoy se sentía mal y prefirió no asistir a clases.
Estacioné.
Subí el ascensor. Llevaba un girasol en mi mano, la había comprado de camino. Me gustaba tener detalles con ella.