37. Apocalipsis...

Ángeles, demonios, monstruosas abominaciones. Soldados armados con rifles avanzados, aviones, tanques. Un Ejército colosal marchando por la ciudad de La Paz. Llevan bandera israelita y norteamericana con ellos. No sé porqué están aquí, no comprendo nada. Estoy en lo que parece la calle Potosí, hay varios soldados bolivianos en lo que parece un puesto de comunicaciones. Coordinan una defensiva militar. Los gringos y los judíos nos invaden, pero, ¡por qué! No lo comprendo, qué sucede...

—¡"Seis zulú" a base, éste es "seis zulú" a base, cambio!
—Lo recibimos seis zulú, reporte, cambio.
—¡Tenemos una situación de emergencia aquí, el umbral se abrió, repito el umbral se abrió en 56'90, Oeste!... ¡Tenemos ángeles por todas partes, "tres delta" y "cuatro eco" están siendo masacrados entre calle Sagárnaga y Murillo, requieren rescate urgente!..., ¡La artillería enemiga está bombardeando la barricada en 44'90, 35'20; la vanguardia israelita no nos deja avanzar, tenemos Harriers sobrevolando toda la Plaza de San Francisco!..., ¡El fuego es muy intenso para cruzar al punto de inserción, tenemos una horda de demonios bajando de la Plaza Eguino, es imposible cruzar al puerto del umbral!..., ¡órdenes, cambio!
—Recibido conforme. Los Centinelas están avanzando desde la calle Potosí hacia ustedes. Regresen al punto de extracción. Laycón va a cubrirlos. Repito, regresen al punto de extracción. Reúnanse con "tres charli" y prepárense para protocolo segundario. "Romero" va en rescate de "tres delta" y "cuatro eco", que se desplacen hasta el Obelisco. Deben evacuar el área. Cambio.
—¡Base, recibido conforme. Pero el Mayor Cuellar no terminó de colocar las anclas. Cambio!
—¡Sáquenlo de ahí, ese lugar va estallar, cambio!
—Conforme terminado, base.

¡Oh Dios!, Diana está allí, está volando. Tiene un Arco muy grande en las manos, no, qué va a hacer, qué hará. Está apuntando al cielo, disparó. ¡Hay una luz, qué es esa luz, no veo nada!

—Gabo, Gabito, despierta...
—...Chi... ¿Chío?, ¡dónde estamos, qué día es!
—Tranquilo, estamos en la casa de Rowena y es primero de enero del 2000. ¿Lo olvidas?, debemos viajar.
—Es cierto.
—¿Qué tanto soñabas?
—Sólo fue una pesadilla, nada más.
—Eso espero.

Y yo también, pero, ¿qué rayos fue ese sueño? Parecía una guerra, pero todo era tan extraño. La ciudad de La Paz se veía desierta, como una ciudad fantasma, y habían muchos soldados. Era aterrador, muchos ángeles volaban, algunos se agarraban de las alas de unos aviones y se impulsaban para volar lejos. Habían unos cóndores gigantes, matando a esos ángeles, arrancándoles las cabezas y derribando los aviones. Y en el piso, cientos de demonios y soldados de todos los colores y razas. Eran miles, marines norteamericanos, soldados bolivianos, aviones increíbles y tanques por toda la ciudad teñida de luz violeta. Y Diana, tenía una especie de alas y volaba llevando un Arco inmenso en las manos. Su Arco despedía una luz y cuando iluminaba a las bestias, a los ángeles o a los soldados invasores, éstos reventaban como pipocas. Toda la ciudad estaba regada de sangre. ¡Qué clase de pesadilla fue esa!..., ¿qué clase de futuro nos depara?

______________

Nadie te puede traicionar, sólo tu propia boca..
Nadie te puede someter, sólo tu propio corazón...
Nadie puede lastimarte, sólo tus propias manos...
Y nadie puede liberarte, sólo tú mismo...