Dos asesinatos en la misma semana, los mismos gestos en la cara y de la misma forma asesinados, todas mujeres, Lo bueno de esto es que me asignaron a mí el caso, aunque me colocaron a un inepto como compañero, un policía recién licenciado, se nota que nunca a hecho este tipo de trabajos no tiene ni la mentalidad ni la práctica para moverse por las calles, piensa que todo el mundo es buena gente, no sé cómo voy a resolver este caso con él al lado, más que ayudar estorba.
Vi llegar a mi joven "Ayudante" al final de la calle con unos papeles, eran los informes de la autopsia del forense
—Tome señor -Patrick me dio los papeles, le mire más detenidamente, no pasaría de los veinticinco años, bastante alto, ojos verdes y cabello cobrizo- Gracias -Musite y me concentre de nuevo en los informes que tenía delante, a todas las víctimas le arrancaron el corazón, pero eso es algo imposible, ninguna de ellas tenía marcas en la zona del pecho que permitiera sacárselo, esto me parecía de locos-
—¿Cree que atraparemos a esos cabrones señor? -Me hablo Patrick, sin apartar la vista la vista de los informes le respondí- los atraparemos tarde o temp...-me calle al leer algo raro, ya de por si loco informe- Una estrella de seis puntas grabada en la muñeca izquierda de las víctimas
—¿Alguna secta? -dijo Patrick pensativo- oh quizás algún ritual satánico
—Chico listo, quizás debamos investigar por esa línea -guarde los papeles en una carpeta transparente y los metí en maletín, un maletín que pedía a gritos que le cambie-
Estuvimos toda la tarde buscando información sobre rituales o sectas que usaran corazones humanos o que su insignia fuera una estrella de seis puntas, todo sin existo
Agotado y cansado tome un taxi para ir a mi humilde apartamento, no era gran cosa, dos habitaciones, una cocina pequeña que con cuatro personas se llenaba, un cuarto de baño y una salita.
Me quite el abrigo, a pesar de estar en verano corría un aire frio que te dejaba como un cubo de hielo si no ibas abrigado, camine por el pasillo y me pare un rato en el marco de la puerta de mi hijo, se llama Daniel, ahora tiene dieciséis años y está viajando por el mundo con su novia, me aleje hasta la cocina y abrí la nevera, estaba casi vacía, no me sorprendía la verdad, Charlotte se solía encargar de hacer la compra y bueno yo ahora me debo acostumbrar a comprar y ordenar la casa que para mi alivio no está muy mal, es lo que tiene pasar poco tiempo en ella, las cosas no se desordenan ni se manchan, eso sí se cría polvo.
Me hice un sándwich con lo que había en la nevera y me senté en el sofá a comerlo mientras ponía la televisión, haciendo zapping me pare en una película de vaqueros con la que me quede dormido, tuve extraños sueños o pesadillas como gustéis llamarlo, me encontraba en una iglesia en un lugar misterioso para mi, unas mujeres estaban colgadas de la pared, totalmente desnudas y abiertas en canal, mientras unos miserables se pajeaban mirándolas, intente ayudarlas o al menos soltarlas de la pared y tapar sus cuerpos, pero mis pies no querían moverse ni responder, una jaula cayo sobre mi dejándome atrapado mientras una voz retumbaba en mi cabeza "La estrella negra te ha maldecido"
Me desperté agitado y sudado, este caso me estaba absorbiendo demasiado, ahora solo quería tomar una ducha de agua fría y relajarme.