El Chico De La Mesa 4

CAPÍTULO CUARENTA + AVISO

 

 

XL. El mensaje

 

 

Abril Martinelli

 

 

Llegué a mi residencia y tome un poco de aire, intentando soportar todo lo que sentía

 

Sam no pregunto nada, solo se acercó a mi y me abrazo. Me dejó un pequeño beso en el cabello

 

Sentí un sollozo salir de mi, las lágrimas me inundaron por completo, era tanto dolor nuevamente. Era revivir lo que sentí cuando terminamos. El dolor cada vez era mayor, más fuerte...

 

Y sabía que no era por el dolor que me provoca volver a verlo si no por tener la oportunidad de estar a su lado nuevamente, por tener la oportunidad de volver a ser feliz a su lado..., yo tenía miedo, verlo con aquella chica fue sentir que clavaban dagas en mi corazón. 

 

Ella era hermosa y note como miraba a Alejandro. La forma en la que lo veía. Desde lejos se notaba que ambos pertenecían al mismo mundo, ellos podrían ser pareja y todo estaría bien, ambos serían felices..., todo sería perfecto para ellos, nadie los juzgaria. Todos los aceptarían por el simple hecho de que ambos vivían en el mismo estatus social, por el simple hecho de ser de la élite de Italia... 

 

Las horas pasaron hasta que se hizo de noche, salí a caminar y me di cuenta que unos hombres me seguían desde lejos, y recordé las palabras de Alejandro. Tendría escoltas cuidando hasta que todo se calmara

 

Camine por el parque hasta llegar a los columpios, vi a otra mujer sentada en uno de ellos, pero conforme empecé a caminar hacia ella, sentía mis manos sudar, ¿era ella?

 

La chica levantó su cabeza y cuando nuestros ojos se conectaron, sentí mi corazón dejar de latir. Era ella.

 

— Abril — susurró

 

— Andrea...

 

Sentí un nudo en mi garganta y antes de pensarlo la abracé fuertemente. Ella también lo hizo. Fue sentir mi alma descansar. Me aferre a ella, a nuestros recuerdos, a todo lo que algún día vivimos. A todas las risas. A todas las bromas. A nuestra amistad.

 

Y entonces me odie, por que aleje a una de las personas que había estando en mis peores momentos, porque le hice creer que la odiaba cuando en realidad no lo hacía. Pero en ese momento solamente quería que todos ellos sintieran un poco del mismo dolor que yo sentía, sin darme cuenta que cometía el peor error de mi vida...

 

— Hace tanto tiempo que no sabía nada de ti. El maldito de Diego nunca me quiere hablar de ti... — habla rápidamente, yo frunci mi ceño

 

¿Había hablado con Diego?

 

— ¿Qué? — pregunte, confundida. Ella se tapó la boca con sus manos

 

— Eso nunca lo debí de haber dicho. Era un secreto, pero no te molestes con Diego, él... 

 

— Espera — lo detengo, camine hacia uno de los columpios, acción que ella copio. Me senté antes de balancearme un poco con ayuda de mis pies —. ¿Tú y Diego siguen en contacto todavía? ¿Ustedes dos que se la pasaban peleando? — hablo, sorprendida

 

— Ignorare ese tono tan sorprendido. Pero sí, después de todo siempre fuimos amigos, y bueno, nunca me dejó sola después de lo que pasó...

 

— Lo siento — susurre, ella me miró, pero yo tenía la mirada clavada en el suelo —. Perdón por cómo te trate, ahora comprendo que solamente querías que fuera feliz..., gracias por eso

 

Ella tomó mi mano, dándole un ligero apretón

 

— Yo no tengo nada que perdonarte, yo sabia perfectamente en lo que me metía, pero nunca te había visto tan entusiasmada con alguien. Tan feliz por ver a alguien. Si tan solo tú te hubieras visto en ese tiempo...

 

— ¿Y ahora? — susurre después de un rato en silencio. Ella me miró, frunciendo su ceño confundida —. ¿Cómo me ves a mí?

 

Suspiro antes de hablar

 

— A una Abril que no sabe que hacer. Se que lo viste, y que hablaste con él. Alejandro me lo dijo, y antes que preguntes, sí, yo seguí en contacto con él después de todo lo que pasó. — admitió, yo la mire pero no dije nada —. Cuando te miro a los ojos Abril, es tanto lo que encuentro..., se que lo extrañas, y que deseas que todo sea como antes, que anhelas volver meses atrás cuando ambos seguían juntos. Cuando no te sentías tan perdida

 

« No sabes si perdonarlo o no, pero ambas sabemos que todo tu ser te pide perdonarlo y volver a su lado, no ganas nada negándolo Abril. Tú lo sigues amando, así como él te ama a ti

 

— Hoy lo vi con una chica..., y ambos se veían tan bien juntos...

 

— ¿Has visto las fotos que están circulando por todos lados?

 

— Claro que las he visto

 

— No me refiero a eso, ¿te has detenido a verlas? ¿Las has visto sin pensar en qué están por todos lados? ¿De verdad las has visto recordando todo lo que pasaba en ese momento?

 

Yo no respondí, pero ella me conocía tan bien para saber la respuesta. Volvió a suspirar, mirando esta vez hacia el frente

 

— Él nunca a estado con ninguna chica desde que tú y él terminaron, Abril. La chica que estaba ahí, era Madeline, una amiga de él. Ella siente algo por él, sí. Alejandro también lo sabe. Ella se lo dijo con la esperanza de que él la aceptará, cosa que nunca pasó y sigue sin pasar. Creo que eso es todo lo que debes de saber

 

— Bruce también intentó algo conmigo — admito, ella inmediatamente me miró, ansiosa por mí respuesta —. Y yo lo acepté

 

Espere a ver su reacción, pero ella se puso de pie frente a mí y comenzó a gritarme

 

— ¡¿Qué le dijiste qué, Abril Martinelli?! ¡¿En qué estabas pensando cuando le dijiste que sí?! ¡O mejor dicho! ¡¿Por qué le dijiste que sí, si no lo quieres?! — grita, furiosa




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