Capítulo 4: Nuevo amor

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Al día siguiente me desperté, ya que llegue a mi habitación termine cayendo en coma. Me desperté por los rayos de sol que llegaron a mi rostro, me levanté y fui a la cocina donde mi madre preparaba el desayuno, me acerque y la abrace por la cintura dandole un pequeño susto.

-Hija me asustaste–no dije nada y solo rei levemente, apoye mi cabeza en su hombro– ¿estás bien?– me pregunto ya que no me movía de su lado.

-No pasa nada solo quiero estar así un momento– pasaron unos minutos después de ese abrazo y me senté en el comedor, mientras mi madre servía el desayuno.

-Madre... extraño a mi padre–dije y mi madre que estaba sentándose se quedó paralizada pero después reacciono– lo extraño mucho.

-Lo sé hija... yo también lo extraño mucho, pero estoy segura que está bien y cuidandonos desde arriba. Siempre estará en mi corazon– dijo mientras se servía un bocado de su plato.

-Madre ¿Hoy no es tu primer día de trabajo?– pregunté y mi madre asintió.

-Ingresaré a trabajar a las 11:00 am y regresaré a las 23:00 pm–me asombré, ya que iba a llegar tarde era una ventaja pero al mismo tiempo una desventaja.

La ventaja era que tendría todo mi tarde libre y salir a conocer gente pero la desventaja era que no conocía a nadie y tendría que prepárame la comida yo misma.

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Ya era hora para que mi madre se fuera, me despedí y me pido que si saliera me cuidara ya que no quería que sucediera algo malo.

Decidí salir a explorar un poco más la ciudad, fui a varios parques que habían ahí, eran muy hermoso. Así pase toda la tarde hasta que opte por quedarme en una heladería que había ahí.

-Buenas tardes– dijo aquella persona que atendía en la caja haciendo una reverencia, por lo que yo también hice una reverencia– ¿Qué helado desea pedir?– pregunto mientras veía la carta, hasta que decidí.

-Una de oreo por favor– dije amablemente.

-Enseguida se lo traemos– se fue a un cuarto donde al parecer preparaban los conos y el helado, no tardó demasiado y llegó con mi pedido. Me entregó y pagué para después salir de ese lugar.

Iba caminando por las calles de Seoul mientras probaba el delicioso helado, al parecer lo preparaban súper bien. Seguí explorando hasta que ya se hizo de noche y para finalizar mi recorrido opte por ir a mi lugar favorito. El Río Han, se veía hermoso cuando era de noche porque tenía hermosas luces de colores.

Quede observando el gran espectáculo que no me di cuenta que no era la única, alguien estaba a unos metros de mi lado. Vestía de un pantalón negro con una camiseta blanca y una chompa del mismo color de su pantalón, y unas zapatillas blancas era un buen outfit. Pero cubria su identidad con una capucha y un cubrebocas.

 No le tome tanta importancia y seguí con mi vista hacia el frente. Hasta que ví mi celular ¡Diablos!, eran las ¡22:30 pm! faltaba media hora para que mi madre llegará. Salí disparada para coger el primer taxi que se asomara.

Por suerte no era tan lejos y llegue a tiempo, pero no tenía hecho la merienda ahora sí moría. Tocaron el timbre y supuse que era mi madre, con miedo abrí la puerta y efectivamente era ella, pero estaba cansada.

-Buenas noches hija– dijo mientras me daba un beso en la mejilla– ¿Preparaste la cena hija?– pregunto a lo que respondí temorosamente.

-No madre, lo siento– dije agachando mi rostro de la vergüenza y pena.

-Descuida hija, no tengo apetito– alce mi cabeza viéndola fijamente mientras se sacaba sus tacones altos– deberías ir a descansar yo también lo haré.

-Está bien madre descansa– quería saber cómo le fue en su primer día de trabajo pero estaba sin ánimos como para contarme, sin más me di la vuelta y entre a mi habitación.

 Me tiré a la cama viendo el techo y pensando si en su nuevo trabajo mi madre ¿Encontrará un hombre? ¿Se volverá a enamorar?¿Abrirá su corazón a alguien?. Encontrará un 

¿Nuevo amor?