Sali corriendo hasta llegar a mi lugar favorito en donde supuse haberlo perdido, ya que antes de salir de la universidad verifique si lo llevaba conmigo y si lo estaba, la busque como loca y desesperada con las esperanzas de encontrarla pero no hallé nada.
Regresé a casa y busqué por toda mi habitación desordenado totalmente mi cuarto como si hubiese pasado un huracan, pero no hallé nada así que solo había un lugar en donde pensé que lo perdí, en mi universidad.
Cogi mi celular y verifique que mi amiga me había llamado, opte llamarla a lo que respondió preocupada, tuve que mentirle diciendo que tenía una emergencia con mi cocina. Según yo puse a hervir leche y lo cual se había regado.
-Qué alivio, no lo vuelvas hacer me asustaste– la sentí más calmada, temía a que preguntara por la cadena pero al parecer se había olvidado. Tenía chance para encontrarla mañana, me despedí y ella también.
El timbre toco y salí abrir, era mi madre pero al verme triste me pregunto.
-¿Que te paso hija?– estaba preocupada.
-Se perdió la cadena que Vanne me regaló madre– dije mientras sentía mis ojos cristalizarse. Me abalance a ella para llorar.
Espere a mi madre para cenar y contarle todo lo que había sucedido, ella me daba esperanzas de que si lo encontraré.
-Tranquila hija la encontraras– dijo apoyando su mano en la mi para darme aliento. Después de contarle todo cada quien decidió ir a descansar ya que fue un día pésimo.
~~~~~
Al día siguiente mi madre me dejó en mi universidad y fui en busca de mi cadena, pero no la encontré, me resigné y tenía que decirle a Vanne que la perdí si me llegara a preguntar. Mis clases iniciaron y culminaron como siempre.
Decidi ir a mi lugar favorito, al parecer esa vez no estaba nadie y sentí mis ojos cristalizarse. Estaba llorando por haber perdido el único recuerdo de mi mejor amiga.
-¡Como pude perdelo, soy una tonta! ¡Me odio!– gritaba ya que nadie estaba ahi.
-Deja de gritar que me duelen los oídos y me dejarás sordo– salté del susto y voltee a ver quién era pero tenía cubrebocas y una gorra color negro que me impedían verlo, el solo río por el susto que me dio, no le conocía pero estudiaba en la misma universidad que yo–¿Por qué lloras como niña berrinchuda?.
-¡Que te importa!– le grite, no estaba con ánimos para soportar escuchar ponerme apodos según el "graciosos".
-Puedo ayudarte si me dice ¿Por qué lloras?– dijo poniéndo sus codos en la barra del puente y con la mirada al frente.
Se que no debería confiar en extraños pero no era un extraño ya que estudiaba en la misma universidad y talvez hasta le haya visto en algún lugar
-Una cadena muy valiosa para mi se me perdió–le dije al chico mientras me secaba las lágrimas de lo que había llorado, quien sabía que habilidades tendría para encontrar ese collar.
-Si lo encontrara ¿que harías por mi?– pregunto aún con su mirada al frente. Dude un poco pero le respondí.
-Lo que quieras, todo sea por ese collar– el chico sonrió ante mi respuesta. Volteó hacia mi dirección– cierra los ojos– le mire con ojos de confusión y miedo, lo notó– tranquila no haré nada ahora solo cierra los ojos.
Cerré los ojos con un poco de miedo para luego escucharlo decir.
-Abrelos– abrí lentamente mis ojos viendo al frente aquella cadena que parecía perdida para mi. Cogí el collar emocionada e hice una reverencia agradeciéndole por haberla encontrado. No iba a abalanzarme sobre el para que después pensará que estoy loca.
-Ten más cuidado en donde tiras las cosas que no estaré todo el tiempo viendo que votas en el camino– me sacudió el cabello con delicadeza– bueno me voy, ve con cuidado.
No parecía mala persona, se volteó para seguir su camino, no lo pensé dos veces y le pregunté:
-¡Oye! ¿cómo te llamas?– dije a lo lejos. Volteó a verme y dijo:
Solo soy un extraño