Esa misma noche Becky se había abalanzado a los brazos de Erling por el éxito de la inauguración de la casa de juego, solo esa noche había dado más ganancias de las previstas. Erling le había pedido que se quedara en la habitación, ya que si quería reformarse como dama, no debería estar deambulando por el Becky's.
— ¿Sigue lleno allá abajo? —preguntó esta
—Atestado mi amor. Son las tres de la madrugada, no pensé que estarías despierta
—No podía conciliar el sueño pensando que estaría vacío y que nadie entraría
—Tuve que decirle a Josh que ya no dejara entrar a más nadie
Becky abrió los ojos como platos — ¡Maravilloso!
—Según las chicas, han entrado muchos aristócratas
A Becky le cambió el semblante — ¿A-Aristócratas? ¿Muchos?
—Si mi amor ¿no es grandioso? Ellos tienen dinero y...
— ¿Hablaste con ellos? ¿Con alguno de ellos? —lo interrumpió
Él la miró confundido —No mi amor. Me he pasado toda la noche ayudando a los muchachos a bajar barriles de cerveza y sacando cajas de vodka de la bodega, puesto que cada media hora, Billy mandaba a decir con Lucy que estos ya se habían acabado
Becky suspiró. Debió imaginarse que la casa de juego causaría tanto revuelo, incluso en los miembros de la aristocracia, ella solo le rogaba a Dios que ninguno de ellos conociera a Marsias.
—Erling quiero darte la administración de la casa de juego. No tienes que estar todo el tiempo en ella sino en el estudio con las cuentas y sólo saldrás si es estrictamente necesario. Después de todo nombré a Josh jefe de personal y él se encargará de comunicarte alguna anomalía ¿Qué dices?
Erling la miró muy serio, le tomó la mano y la atrajo hacia él
—Algo te preocupa
— ¿P-Por qué lo dices?
—Nos prohibiste a todos salir hace una semana y no quieres que ande paseando en la casa ¿Algo te preocupa? Sabes que puedes confiar en mí
Becky lo miró. Era tan egoísta y sabía que estaba haciendo mal apartándolo de su familia pero ella lo necesitaba más que a nada en este mundo.
—Sólo quiero cuidarlos. Cuando salí a hacer mercado con Lucy, nos dijeron que Bristol estaba muy peligroso... Erling te dispararon, no quiero que te pase nada...
Él la atrajo hacia él y la besó —Maldita sea, se supone que yo debo protegerte a ti, no al revés mujer
Con una mano acarició le acarició el rostro y con la otra entrelazó su cabello bermejo. Erling se despojó de su camisa y Becky vio que no había ni un solo kilo de más en su cuerpo; el cuerpo de Erling era perfecto, digno de un aristócrata, digno de un Westhampton.
La mano de Marsias acarició sus pechos por encima de la seda del vestido, luego la colocó a espaldas de él y le desató el corsé con manos expertas. Dejó libre sus pechos, los cuales se los llevo a la boca y le dio lametazos hasta que el pezón quedó duro.
—Erling... —susurró Becky —Oh Erling...
Este le quitó el resto del vestido y prosiguió con las enaguas-odio toda esa maldita tela que llevan abajo —gruñó Erling mientras le quitaba el camisón y Becky se echó a reír
Erling la tomó en brazos y la depositó en la cama — ¿Es divertido para ti? —le preguntó este, simulando estar enojado
Ella asintió —Si ¿hay algún problema?
—Te haré suplicar un orgasmo durante horas, mujer. Así aprenderás a respetar al que será tu futuro esposo
<< ¿Qué...?>> él estaba encima de ella y le besó el cuello.
— ¿C-Casarnos?-le preguntó esta
Erling la miró — ¿No quieres casarte conmigo?
—C-Claro que sí, es solo que...
—En cuanto sepa mi verdadero nombre —la interrumpió este-lo haremos
***
Lucy cerró la puerta de su habitación y suspiró. Era una chica alta, piel blanca, cabello negro y ojos miel. Tenía dieciocho años y Becky la había recogido a los trece. Hace cinco años la ayudaba en el burdel. Su tía la vendía a los hombres por comida y Becky le abrió sus puertas. Becky no quiso que Lucy fuera una prostituta, así que esta le ayudaba en lo quehaceres de la casa.
Miró a Lilian dormir y avanzó hacia su cama sigilosamente para no despertarla. Uno de los cambios que tuvo el Becky's era de compartir habitación, pero la suerte no estaba de su lado al tocarle compartir con Lilian. A Lucy no le caía bien esta por su mala actitud con los demás.
Lucy se sentó en su cama, eran las cinco de la mañana como pudo notar. Tenía que dormir solo cuatro horas porque tenía cosas que hacer. Se quitó los pendientes que le había dado Becky para su cumpleaños y abrió el cajón. Ese cajón lo compartía con Lilian y esta había metido unos papeles arrugados. << ¿Por qué le cuesta tanto arrojar la basura en su lugar?>> Lucy tomó los papeles y salió de la habitación para arrojarlos a la basura. Esta al caminar los abre y se detiene de golpe.