Y aunque mil veces se repitan el uno al otro que no sienten nada, el sentimiento se les nota por muy encima de la ropa.
El deseo de poder abrazarse y juntar sus labios, brota desde el fondo de sus corazones y se deja ver en el resplandor de sus ojos.
Saben que una parte de ellos estará siempre con el otro, y aún así se niegan a encontrarse por completo por el miedo al fracaso...