- ¿coronel? ¿se encuentra bien?
Dice acercándose hasta mi escritorio e inclinándose un poco en mi dirección. Reacciono y contesto secamente.
-Si, estoy perfecto.
-Pero es que ha empezado a sudar y ...- saca un pequeño pañuelo rosa de su cartera y me lo extiende- Tome debe secar su sudor.
-No es necesario.
La dejo con la mano estirada y me levanto de mi asiento dándole la espalda, seco el sudor que no sabía que había en mi rostro con la manga de mi uniforme y me giro nuevamente en su dirección, pero ella se ha sentado en una de las sillas del otro extremo, tiene una agenda y una pluma en la mano. Supongo que debo empezar a darle indicaciones.
-Veo que ya han instalado mi escritorio, es muy bonito.
-Si hace algunos minutos lo trajeron. Espero que sea suficiente para usted.
-Por supuesto que si coronel Stone.
-Bueno, lo primero que debe saber, es que todos los días llego a las 8 en punto, me gusta el café negro sin azúcar, debe estar en mi escritorio en cuanto llegue. Solo puede ingresar a mi oficina quien yo autorice, a excepción de mis padres ellos pueden pasar cuando gusten, solo si no estoy en una reunión. Frecuentemente asisto a eventos galas y esas cosas, yo le haré saber si es necesario que asista. Por ningún motivo puede ir a mi habitación, nunca.
- ¿Usted también vive aquí?
-Claro que sí, pero vivo en el lado opuesto al suyo. Junto a otros oficiales de rango alto. ¿y usted ya conoció su dormitorio?
-Si, Sr Stone. Es muy amplio y acogedor.
- ¿Y donde esta?
-Cerca de los dormitorios de los soldados raso.
- ¿La han molestado?
-No, coronel. En absoluto. Todos han sido respetuosos, de hecho, se ofrecieron a llevar mi equipaje.
-Me imagino. -Digo con todo el sarcasmo posible. - Volviendo a lo importante, como le decía no puede ir, al área de mi habitación, todos lo tienen prohibido. Sus horarios son los que ya le había informado, los sábados medio día solo si es necesario. El domingo en su tiempo libre puede salir de aquí si así lo desea. Tendrá que ir conmigo algunos viajes, y si estoy fuera de la ciudad y no necesito de usted, debe quedarse al pendiente de la oficina. Esta es mi agenda, aquí están todos mis contactos debe organizarla por orden alfabético así le será más fácil localizar a las personas que le pida llamar. Esta será su primera tarea, la agenda debe estar lista terminado el día.
-Muy bien coronel Stone, así será.
Se levanta de su lugar en mi dirección para tomar la agenda que tengo en mi mano derecha, la estiro en su dirección y ella la toma con su delicada mano.
-Srta. Brown, ¿tiene usted novio o pretendiente?
Frunce su entrecejo y me mira extrañada.
-No, Sr. ¿Porque la pregunta?
-Porque creo que no tendrá tiempo para romances Srta., el ser mi secretaria absorberá la mayoría de su tiempo.
-Pues que alivio, porque lo que menos quiero en este momento de mi vida es una "historia de amor" hace mucho deje de creer en los príncipes azules, o por el momento no es mi prioridad, ahora tengo otras cosas que ocupan mis pensamientos. Pero créame siempre habrá tiempo para romance, de eso estoy segura. Creo que el amor es como la muerte, es algo de lo que nadie puede escapar jamás, por más que se evite.
Para ser una chica tan joven, tiene un pensamiento muy profundo, una manera de ver la vida demasiado madura.
- ¿Le gusta leer?
-Muchísimo, es lo único que hago en mis ratos libres y bueno ir de fiesta muy de vez en cuando.
Una sonrisa genuina se asoma en sus labios, y me parece la mujer más bella que he visto. Creo que estar encerrados tanto tiempo en mi oficina, me está haciendo daño. Pero no puedo evitar seguir preguntando, me mata la curiosidad el saber que libros lee o a leído. O cuales le gustaría leer.
- ¿Que libros ha leído?
-Bueno, muchos. Bajo un cielo escarlata, Simplemente enamorados, Una noche no basta, y podría seguir toda la tarde Sr. Stone
- ¿Una noche no basta?
-Es una hermosa historia de amor entre dos jóvenes que creían odiarse, y terminaron viviendo la más hermosa y pura historia de amor, superando los obstáculos que nadie pensó que vivirían a su edad.
- ¿Es romántica? Porque a mi parecer los títulos que mencionó son románticos
-Me gustan los libros románticos, pero no soy una mujer romántica, o no lo sé a lo mejor sí, con la persona indicada, me gusta esa clase de libros, porque te llevan a otra clase de realidad, te hacen soñar, reír, llorar, te invitan a vivir algo que quizás jamás te pasará, pero que más da. Por lo menos te llevan a otra realidad, una que nadie puede quitarte.
Nunca en toda mi vida, me había sentido tan cómodo hablando con una mujer, y menos una 14 años menor que yo. Podría considerarse para cualquier hombre que Alice es una mujer totalmente encantadora y muy inteligente...