El cuaderno mágico de Lili

Capítulo 21

Gracias al cuaderno mágico Liliane pudo retroceder en el tiempo y regresar al instante preciso donde Marcia y Clementine se deciden en confesar la verdad acerca de lo sucedido el día del accidente de Ryan. Sin embargo, para impedir que Ryan pierda los estribos y se convierta en un potencial asesino, Liliane conviene intervenir en el momento adecuado.

— Ryan, por favor... —replica por fin Marcia, rompiendo el espantoso silencio que estuvo a punto de asesinarlos—. Tú conoces a Scarlett perfectamente y es más... —entonces enmudece—.

— ¡Fuiste su víctima! —completa Clementine rotundamente—.

— ¿A qué te refieres? —pregunta Ryan intrigado—.

Es entonces cuando Liliane interviene: toma la palabra, los interrumpe abruptamente y separa a Ryan de la conversación, llevándoselo a un costado de la oficina. Con sus manos forma una T mayúscula, semejante a lo que sucede en el basquetbol cuando los entrenadores, en medio de un partido, piden al árbitro una pausa para reformular la estrategia del equipo.

— ¿Qué estás haciendo mujer? —pregunta Ryan en tono ligeramente disgustado—.

— Amor, necesito que me prometas algo...

— ¿Acaso estás escuchándome Lili?

— Lo estoy haciendo amor, pero necesito que me hagas una promesa. Por tu propio bien te lo digo.

— Estás escondiéndome algo, ¿cierto? Lo puedo leer en tus ojos.

— Prométeme que no lastimarás a nadie después de escuchar lo que nos tienen que decir Clementine y Marcia.

— ¿Lastimarlas? En serio Lili estás asustándome.

— ¡No estoy bromeando Ryan! —exclama Liliane comenzando a perder los estribos, con el rostro colorado y los ojos desprendiéndosele de sus cuencas—. Prométeme que no lastimarás a nadie...

Acto seguido Ryan obedece y levanta la mano derecha en símbolo de sellar una promesa. Liliane entiende perfectamente el desconcierto que está sintiendo su chico, pero tiene la obligación moral de prevenir una desgracia. Estaba convencida que podía sobrellevar un desliz amoroso (o en el peor de los casos una ruptura), pero acarrear en la conciencia la muerte de una persona, especialmente si tenía la posibilidad de prevenirla, eso nunca se lo perdonaría.

— Si te atreves a agredir a una de ellas, si solo intentas levantarles la voz, Ryan, te lo juro, terminaré con lo nuestro...

Liliane observa a Ryan tragar saliva y sobresaltarse. Las marcas de coraje en su rostro han desaparecido y ahora se parece más a un cachorrito que al animal salvaje que atacó a Marcia en aquel futuro alternativo que no desea revivir. Camina a paso acelerado para reintegrarse nuevamente al grupo y pide disculpas públicas.

— Siento haberlas interrumpido muchachas. Pequeños inconvenientes técnicos. Pero pueden proseguir, si son tan amables...

Clementine y Marcia se quedan mirando, extrañadas, y luego dirigen su vista hacia la Inspectora Melanie, quien solamente asiente.

— Ryan... —añade Marcia ahora tragando saliva, evidentemente más nerviosa que hace un instante—. Recuerdas el accidente en tu pierna en aquel partido de fútbol. Todo fue premeditado...

— ¿A qué te refieres? —contesta Ryan inquieto—.

— ¡Lo prometiste! —interviene Liliane preocupada—.

— ¿Quieres decir que alguien lo planeó todo? —añade Ryan con una sonrisa maquiavélica—. Adivinaré: Scarlett.

Marcia asiente, luego baja la vista.

— ¡Bingo!

Ryan levanta los brazos, conforme por haberlo adivinado, y luego se dirige raudamente al fondo de la oficina, indignado, donde un montón de materiales didácticos, carpetas, libros, revistas y periódicos se encuentran ordenados impecablemente sobre una mesa de plástico. En un abrir y cerrar de ojos, Liliane lo ve descargar su ira contra los objetos de la mesa, arrojándolos con violenta en todas direcciones, rasgando y arrancando páginas, destrozando paquetes de bolígrafos y marcadores, todo mientras profiere maldiciones y graves insultos contra la supuesta integridad y reputación de Scarlett.

— Tendrá que reponer económicamente lo que acaba de destruir señor Carpio... —exclama por fin la Inspectora Melanie, envalento-nándose—.

— ¡Al diablo con esos malditos cuadernos y bolígrafos! ¡Pueden descontármelos de mi mensualidad si así lo desean!

— Ryan por favor, tranquilízate —interviene Liliane tratando de asumir el papel de novia cariñosa y comprensiva—.



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En el texto hay: juvenil, drama, suspenso

Editado: 04.12.2019

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