El Demonio entre las páginas

Capítulo 7

Capítulo 7

Recreando parte 2

Estaba frente a una casa con un techo de dos aguas, era roja con marcos negros, había una reja a media altura con un cartel que decía <<No Pase>>; en la entrada de la casa había una cinta amarilla de la policía caída, la grama estaba muy alta, se notaba que hace años nadie vivía ahí, pero algo tenía esa casa tenía una atmosfera maligna no podía explicarlo, sin embrago podía sentirlo, tenía olor a muerte, una fragancia de tragedia que se sentía en la atmosfera

Fue entonces que venía a mí, esa noche mientras regresaba a casa muy borracho, pase por esta casa, ver esa cinta en el piso me trae recuerdos, esa noche habían policías, la calle estaba llena de patrullas , la curiosidad mata al gato pero ellos tienen siete vidas, sé que cuando nadie estaba viendo me aventure en ella, recuerdo entrar subir las escaleras y gritar, me empezó a doler la cabeza, luego me recordaba afuera vomitando, sudando y completamente aterrorizado, ¿que había en esa casa?, qué se supone que paso ahí

Sentía como el corazón se me saldría del pecho, como heladas gotas de sudor recorrían mi frente, algo en el entremedio me hizo bloquear los recuerdos. Aunque me hubiese encantado seguir recordando no podía, se estaba haciendo de noche, el día había sido bastante largo me encantaría una cama caliente y una ducha, pero eso no podía ser, una vez más me tocaba concentrarme en el ahora

Caminaba por esas calles mientras oscurecía, las tiendas de ropa cerraban los restaurantes abrían, entre los muchos grupos de gente joven que veía había un chico vestido de traje con una melena rubia con una cola, era idéntico a mi Johan, la tristeza se apodero de mí, trate de girar la cabeza para no verlo y cerca de una farola había una silueta, los ojos se me abrieron como platos era Dither, él estaba parado ahí bajo la luz de la farola, fui corriendo hacia ella paso un auto y había desaparecido, no podía equivocarme ¿oh si?, ¿¿mi mente me había jugado una broma?

Me aleje de ese sitio sumido en la tristeza y termine por una calle completamente solitaria solo iluminada por las farolas; entre los edificios vi uno conocido, tenía en la entrada un cartel de madera que decía el bar de la mesa redonda, recordaba ese sitio, el dueño era el padre de un amigo del ejército, la entrada conducían a unas escaleras que terminaban en una puerta de madera

La taberna no había cambiado demasiado, estaba la barra de madera desgastada, varias mesas redondas, una mesa de billar, varios afiches de bandas de rock, de hecho sonaba una canción de Scorpions, avance con paso lento, la gente no se veía precisamente amable, me senté en la barra en silencio y llame al cantinero

-me da una cerveza

-en seguida- dijo muy amable

El cantinero de chaqueta de cuero marrón se veía bastante familiar, tenía la frente sumamente amplia una cabeza muy redonda, el mentón partido, un frondoso bigote, el cabello corto y castaño claro, unos grandes lentes, atrás de estos unos ojos azules, unos blancos dientes excepto por un espacio en el centro de la hilera inferior, cuando me sirvió se me quedo viendo

-aquí tiene- de pronto dijo- hey- trate de desviar la vista- se me hace conocido, ¿es de por aquí?- dijo lo más amable que pudo

-no, acabo de llegar- dije distraído

-lo he visto, sé que lo he visto, soy bueno con las caras pero no con los nombres

-tengo una cara común- dije aun sin mirar y bebiendo

-no lo molesto más, pero deme un primer plano, si no adivino quien es la siguiente cerveza es gratis- eso me hizo reír y lo mire, me vio de arriba abajo, quedo boquiabierto y pelo los ojos

-lo sé, sí que lo sé

-vamos, quiero mi cerveza gratis

-Eres Rob- me sorprendí de inmediato- ¿eres tu Rob?, no puedo estar equivocado

-de acuerdo pagaré mi cerveza

-¿no te acuerdas?, soy yo Wolfgang – de pronto vino a mí, él había estado conmigo en el ejército, era mi compañero de litera nos llevábamos bastante bien

-dios mío Wolfgang, que viejo estas- le di una gran sonrisa este iba a salir de la barra y al verlo de cuerpo completo me mostro que tenía un bastón y cojeaba, eso no fue impedimento para que viniera hasta mí y me abrazará

-Dios mío, como has cambiado Goldfin, no recordaba que fueses tan panzón

-ni que tu fueses tan calvo

-ah, muy gracioso, sabes que bebe lo que tú quieras, hoy la casa te invita- volvió a su puesto de la barra- es más beberé hasta yo

Pasamos la noche bebiendo y recordando cosas, me contó que había sido de nuestros compañeros de pelotón, aunque mi estadía fuese corta me llevaba bastante bien con todos, y trate de mantener contacto en la medida de lo posible hasta que me fui a Folkcop, ahí no tenía manera de contactar a nadie; siempre que contaba una historia y se reía ponía su puño sobre la boca como si detuviera su risa



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En el texto hay: misterio suspense

Editado: 01.11.2018

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