-Sara
Era nueve de Septiembre, eran aproximadamente las 7 a.m, desperté como cualquier otro día la única diferencia es que no estaba mi hermano : Juan David, no estaba en su cama lo cual me pareció bastante extraño, el normalmente duerme hasta las 10 a.m, tenía sed fui a la cocina por un vaso de agua, pero no había nadie en el apartamento, la verdad no me importó mucho, hice mi rutina de todos los días, me bañe, me vestí con un saco blanco, un Jean negro y unos tennis blancos, un outfit bastante casual, mi cabello no estaba tan mal así que decidí dejarlo suelto, baje a la lavandería de mis padres, pero para mi sorpresa no había nadie allí, no le di importancia, ya me estaba aburriendo y decidí salir a dar una vuelta, acabo de llegar al parque y ahí dos tipos raros mirándome con cara de asesinos seriales, eso realmente me asustó, así que camine y camine, no se ni a donde voy solo camino y camino, siento que me persiguen pero no quiero voltear, al fijarme donde estoy veo que estoy cerca de mi colegio, decidí ir hacia allá, al llegar me recoste en la puerta cuando de la nada esta se abrió haciéndome caer en el suelo y hice un escándalo bastante grande, luego vi a lo lejos un chico que se adentró a una de las Torres de la institución, solo lo seguí, al llegar escuché una voz conocida que gritó:
-SARAAAA- Siento que es la primera vez que me alegro tanto escuchar la escandalosa voz de mi amiga Alejandra, y le dije:
- O por Dios que bueno que estés acá -
- Amiga dime por favor que no te paso nada - me dijo bastante preocupada