El reloj marcaba las 10:00 am y Matthew no volvía a casa aun. Blake solo se preguntaba donde podía haber ido tan temprano en la mañana, a cazar no seria... con él nunca se sabe, pero dada las circunstancias no era lo correcto.
Blake se fue a la casa de Adele para ver si encontraba a Lucas, pero este tampoco estaba allí, solo se encontraban Patricia y Lydia completamente solas.
Estaba fuera de lugar, pues todos habían desaparecido y él no sabia que hacer para encontrar por lo menos a uno.
***
A pesar de que las horas hubiesen pasado la catedral aun seguía oscura, siempre había sido así, ese toque tenebroso era lo que le daba sentido.
En la pared junto a las escaleras se encontraba Matthew, enganchado y atravesado por un hierro, seguía inconsciente aun, había perdido mucha sangre.
Pasado un rato empezó a abrir los ojos, una mueca de dolor fue lo primero que se le dibujo en el rostro, esta no era para nada una posición cómoda. Intento sacarse aquel hierro pero era prácticamente imposible, con solo tocarlo sentía que se le saldrían las entrañas.
Miro hacia el suelo y se dio cuenta de que no estaba tan lejos de él, una vez mas intento sacar aquel hierro, lo logro, pero al instante callo de rodillas en el suelo y con un grito ahogado saliendo de su boca.
Esperó recuperarse un poco, para finalmente salir de allí casi a rastras.
La herida seguía latente, tenia que alimentarse para poder salir de esta agonía.
Empezó a caminar con dirección a casa y a lo lejos pudo escuchar los pazos de alguien acercarse, se tiro en el suelo dispuesto a hacer un espectáculo. Llevaba tiempo sin hacer esto.
Aquellos pasos se escuchaban cada vez mas cerca, empezó a poner su mano donde estaba la herida, al instante esta se tinto de sangre. Gimió de dolor al ver a aquella persona que resulto ser un hombre.
—Ayuda por favor.—Dijo Matthew casi en un susurro captando la atención de aquel hombre.
Enseguida este se acerco a Matthew para socorrerle, Matthew rió muy adentro, pues sabia que dentro de poco el que necesitaría socorro seria él. Justo cuando aquel hombre se agachó para darle los primeros auxilios, Matthew le clavo los colmillos en el cuello succionando su sangre, aquel hombre luchaba por salir de allí, pero su fuerza no era suficiente.
Luego de haber terminado, Matthew ya se sentía bastante mejor.
Se encontraba en un bosque con el cuerpo del hombre, allí se quito la camiseta que estaba llena de sangre y tomo la de aquel hombre. Luego de ponérsela se deshizo del cuerpo.
Caminaba para volver a su casa, pensando en que había perdido a Relevancia, no sabia hacia dónde irían y una vez más se encontraba sin pistas y con la cabeza completamente en blanco.
Una vez que estuvo frente a su casa abrió la puerta de golpe.
—¡Blake!—Empezó a llamar a su hermano mientras que subía las escaleras con destino a su habitación.
—¿Donde mierdas estabas Matthew? me he pasado toda la bendita mañana buscándote.—dijo este saliendo del baño con una toalla envuelta en la cintura.
—No es tiempo de explicaciones, solo te puedo decir que Relevancia está viva y va en busca de Adele, cámbiate y vamonos.
Matthew no le dio tiempo a que preguntara nada y enseguida se fue para la casa de Adele en búsqueda de algo que ella usara.
Buscó entre sus cosas y encontró un cepillo para el cabello. Tomó unas cuantas prendas de vestir y se fue a su casa rápidamente, fue al garaje en busca del auto, lo sacó de allí y lo aparcó en la parte delantera de la casa.
Blake bajaba las escaleras corriendo y desconcertado por lo que le había dicho Matthew.
Una vez afuera Matthew le tocó bocina, Blake se acercó y estando afuera del auto aún, le dijo.
—Lydia y Patricia están solas en casa.
Matthew lo miró pensativo y enseguida tomo en manos su celular para hacer una llamada.
—Necesito un favor ven a mi casa rápido.—Dijo una vez que le contestaran el teléfono al otro lado.
—¿Natt?—Preguntó Blake al instante de este colgar la llamada.
—Sí, le diré que vigile la casa y las lleve a comer algo.
—Bien pensado.
Tres toques en la ventana interrumpieron su conversación, miraron ambos y allí se encontraba Natt.
—Vaya, no pensé que fueras a llegar tan pronto.—Dicho esto ambos salieron del auto.
—Cuándo Matthew llama hay que acudir.—Dijo esta con una sonrisa pícara a la vez que le daba un abrazo y beso en ambas mejillas.
—Blake, cuánto tiempo.—Dijo lanzándose a él repitiendo el mismo acto que con Matthew.
—Natt, nos encantaría quedarnos contigo y hablar un buen rato, pero vamos de salida para algo sumamente importante, en esa casa.—Señaló rápidamente la casa de Adele para luego continuar diciendo.—Hay dos niñas, necesito que las cuides. Cualquier cosa extraña que veas ya sabes qué hacer.
Se quedaron en silencio menos de cinco segundos y Matthew volvió a hablar diciendo.
—Blake, ve a hablar con Lydia y explícale las cosas sin decirle que su hermana fue secuestrada y que posiblemente la encontremos muerta. Natt síguelo. No tardes Blake.