Todos cantaban a coro feliz cumpleaños a Adele. Decidieron hacer algo pequeño con pocas personas para presenciar, pues este cumpleaños no seria de lo mas normal. allí estaban Relevancia, Los hermanos Sullivan y la Familia Miller, exceptuando a sus padres.
—Bien, hora de partir el pastel.—Dijo Adele dirigiéndose a la mesa donde este se encontraba. justo cuando tomo el cuchillo en las manos para partirlo se escuchó el timbre por toda la casa.
—Yo abro.—Dijo Matthew mientras que se dirigía a la puerta para ver quien era la visita inesperada. Mientras que los demás procedían a partir el pastel. Abrió la puerta y quien estaba allí era nada mas y nada menos que Robert, su gran amigo.
—¡Cuanto tiempo! pasa pasa, llegas justo a tiempo.—Ambos entraron y mientras se dirigían al lugar donde estaban todos, Matthew decía.
—Adele, a que no adivinas quien ha decidido unirse a la fiesta.—justo cuando termino de decir esto llegaron, Adele se quedo mirando a Robert estupefacta. finalmente reacciono y se abalanzo sobre el acogiéndolo en sus brazos dándole la bienvenida.
—Feliz Cumpleaños, ¿como estas? —Estoy bien, todo va marchando igual ¿y tu? Wow vaya que no espera a tu llegada. Me has sorprendido. —dijo esta bastante emocionada.
—Supongo que soy el regalo sorpresa entonces.
Todos rieron a coro.
El día se fue, compartiendo con sus amigos y hermanos, la noche ya había caído y ella le ofreció a Robert una de las habitaciones de huéspedes para que se quedara allí y no tuviese que rentar una habitación.
Todos esperaban el momento en que Adele por fin recibiera sus poderes así que luego de que todos estuviesen dormidos en casa, ella junto a Relevancia y los Sullivan salieron a un lugar bastante lejano donde esta pudiese practicar.
una vez allí, los hermanos Sullivan permanecieron sentados en una gran roca mientras que Relevancia le decía a Adele lo básico en cuanto a ser bruja.
—Esto no es algo tan difícil, después de todo tienes el grimorio y eso es una gran ventaja, lo que tienes que hacer es leer lo que dice y saber para que es cada hechizo. empecemos con uno fácil.
empezó a hacer dos pilas de hojas, una vez terminado se paro al lado de Adele.
—Vatra.—Dijo y enseguida una de las pilas de hoja se empezó a incendiar.—Ahora tú.—dijo enfocándose en Adele esta vez.—Lo que tienes que hacer es concentrarte en tu objetivo y decir el hechizo. Adelante.
Adele miro fijamente la pila de hojas, dudando sobre si esto funcionaria. hizo lo que relevancia le había dicho y no sucedió nada.
—Esto será mas difícil de lo que pensé.—Dijo Matthew en tono de burla.
—No ayudas mucho Matthew.—Dijo esta dándole una mirada asesina acompañada con mucho mas que solo eso.
Luego de barios intentos fallidos esta dijo.
—Seguro mi magia decidió tomarse unas vacaciones.—Todos rieron a la vez que Relevancia decía:
—Vamos Adele, concentrate en lo que quieres hacer, respira y piensa que puedes lograrlo. Adelante.
Bien, esta es la vencida, se repetía una y otra vez mentalmente. Se concentro en su objetivo al instante que decía:
—¡Vatra!—Las hojas empezaron a arder en llamas y a su paso Blake y Matthew empezaron a aplaudir y silbar. —Gracias, gracias.—Repetía Adele mientras que daba reverencias como si de un espectáculo se tratara.
Adele miro su celular y vio que ya eran las una de la madrugada. llevaban una hora en el mismo hechizo, que vergüenza.
—Ya estoy cansada, ¿podríamos seguir con el bibidi babidi bu mañana?
—Si eso quieres.—Dijo Relevancia a la vez que reía, Matthew y Blake se pusieron en pie y empezaron a caminar con destino al auto, una vez que arrancaron no tardaron mucho en llegar a casa.
justo cuando Adele vio su cama callo en ella dispuesta a dormir y solo dormir, mañana le esperaba un día cargado de mucha magia.
***
Matthew arrastro la silla hacia el lado de la cama de Adele y se sentó allí para observarla.
luego de aquel besos que se dieron cuando fueron cautivos de los Tampsis, sus sentimientos por ella han empezado a crecer de una manera sobre natural, y no solo por el simple hecho de haberla besado, sino que cuando ella le correspondió el beso sintió en ella la misma pasión con la cual el lo hacia, podía apostar a que ella sentía lo mismo por él.
Ella empezó a abrir los ojos lentamente a la vez que se daba vuelta al lugar desde donde Matthew la miraba detenidamente.
—¡Ay por Dios!—Dijo esta a la vez que se sentaba en la cama con la mano en el pecho, justo donde se sentían los latidos de su corazón.
—¿No te habían dicho que algunas veces sueles ser perturbador?—Mientras decía esto se ponía en pie y se dirigía al baño de su habitación.
—La verdad es que no. en realidad muchas mujeres desearían que yo fuese lo primero que ven al despertar.