—¿Cuáles son tus reglas?
—Simple, obtendremos ayuda de Matthew, Blake y unos cuantos amigos.—Relevancia iba a hablar, pero Adele le cortó diciendo:
—Espera, eso no es todo. Una vez terminemos con todo esto, te quiero lejos de mi y de todo lo que me rodea.
Luego de pensarlo unos momentos, Relevancia calló en cuenta de que no tenía otra opción mas que aceptar lo que Adele le pedía, y así lo hizo.
—Bien, como quieras. Una vez terminado todo me iré de aquí.
***
Matthew seguía bastante entretenido con la conversación sostenida con su amigo, llevaban tiempo sin verse, alguno 70 años, eran muchas cosas que contar.
—Cuéntame, ¿por qué queremos muertos a los Tampsis?—Preguntó Mario dirigiéndose al refrigerador y tomando una bolsa de sangre A negativo. Su favorita.
—Es el capricho de una bruja despechada.—Mientras que Matthew decía ésto, Mario vertía la sangre en un nuevo baso.
Exprimió la bolsa hasta obtener la última gota de sangre de ella. Mientras se sentaba nuevamente para retomar la conversación.
—Haz caído bajo hermano. ¿Desde cuando nos empeñamos en consentir a las brujas? pensé que ellas estaban para servirnos a nosotros.
—Todo es muy complicado y se resume a un Cabo suelto que deje en 1872.—Matthew le mintió con la verdad a medias. él pronto va a saber qué pasó en realidad, pero se acaban de re-encontrar, era mucho mejor que su amigo permaneciera con la última imagen que tuvo de él.
El Matthew Sullivan que no caía en las redes de ninguna mujer, pero que atrapaba en las de él cuánta pasara por el frente.
Blake había finalizado su búsqueda de aliados y se encontraba de camino a casa, todo transcurrió normal hasta que cruzó la puerta de su hogar y mientras ponía su chaqueta en el perchero escuchaba las Carcajadas de Matthew y alguien mas, la voz le parecía bastante conocida, sobre todo cuando dijo "No sé como tú y Blake soportan beber esta cochinada."
Blake siguió caminando hacia el lugar donde lo dirigía su sentido auditivo. Llegó al mini bar de la casa y al abrir la puerta se encontró a Matthew y Mario al punto del colapso de tanta risa, sabrá Dios de que cosa.
—Vaya, quien lo diría.—Dijo Blake integrándose a la conversación de ambos.—Mario Rubert.
—El mismo.—dijo este mientras que se ponía en pié y saludaba a Blake con un abrazo que mostraba el gran aprecio que le tenía.
—Pensé que no nos volveríamos a ver.—Habló Blake con una gran sonrisa en el rostro.
—Al parecer el destino siempre se las arregla para juntarnos.
Se sentaron los tres juntos una vez más a hacer memoria de los viejos tiempos, mientras que Adele en casa recibía órdenes de Relevancia.
—Pasado mañana en la noche será, si Matthew y Blake ayudarán, que consigan a su gente para ese momento.
—Me encargaré de eso.
Una vez Adele terminó aquella oración Relevancia se fue de allí.
Salió para la casa de los Sullivan con el propósito de que contactaran a sus amigos para mañana.
Entró y unas risas le llamaron la atención, así que decidió seguir el sonido.
Llegó a donde estaban Matthew, Blake y Mario. No tenía planes de interrumpir así que se quedó en la puerta a esperar que notarán su presencia.
—¿Recuerdan aquella vez que hicimos estallar un bar? eso fue alucinante.—Dijo Mario riendo por el recuerdo, mientras que Adele aun parada en la puerta observaba a Mario con horror, este aun sostenía el baso con sangre en sus manos. Matthew también rió con su dicho, pero en cuanto vio a Adele parada en la puerta le cambio todo el semblante.
un poco nervioso se puso en pie y dijo.
—¿Que se te ofrece?—Al decir esto, Blake y Mario se giraron en dirección a Adele.
—Es sobre Relevancia.—Dio un paso hacia el frente para adentrarse a la habitación. Bajo la atenta y acosadora mirada de Mario siguió hablando.—dice que atacaremos pasado mañana en la noche. los amigos que nos ayudaran deben estar aquí mañana, para arreglar todo.
—Yo me encargo de eso.—Dijo Blake y enseguida tomó el teléfono. Mario en este momento era un cero a la izquierda, pues aunque su amigo quería ocultar lo que estaba empezando a sentir por Adele, le era bastante difícil actuar en su presencia.
—Yo lo hare igual.—Dijo Matthew y enseguida Mario se hizo notar en la habitación.
—Así que esta es la brujita para la que trabajamos.—Este se paro y antes de que Adele parpadeara otra vez ya este se encontraba frente a ella con su mano sostenida junto a su boca para besarle.
—Un placer.—Hizo una pausa para esperar a que ella digiera su nombre.
—Adele.—Dijo esto sin apartar la mirada mientras que este besaba su mano.
—Encantadora.—Dijo este volviéndose a Matthew quien lo miraba detenidamente tratando de entender que se producía dentro de él.
—Bueno, solo vine a decirles eso. veo que están ocupados.—Dijo dando una mirada rápida a Mario, giro sobre sus pies dispuesta a irse y escucho a Matthew quien rápidamente decía.