EPILOGO

Anatis y yo, tardamos toda una noche y un día en regresar a la ciudad de Uaset, haciendo de vez en cuando paradas en algunas islas que encontrábamos en el camino, ya sea para descansar o buscar algo de alimento, que regularmente se trataban de peces o de frutas silvestres, a excepción de un gran jabalí que quiso atacar a Anatis mientras recogía algunos frutos, y tras salvarla sin querer le rompí el cuello al pobre Jabalí, y para no desperdiciar su carne, lo almorzamos en el desayuno de hoy.

Una vez que llegamos a Uaset, unas horas antes del atardecer, todos nos reciben con júbilo y alegría en la plaza principal del palacio, y se sorprenden de ver el cambio físico que tuvimos, pero no por ello dejan de estár muy felices de que sigamos con vida. Los primeros que llegan a nosotros, son: Sam, Fenril, Yasak, Kara, Yira, incluyendo a Isis, quien aparece de entre todos como si hubiera resucitado, muy acompañada de su esposo Osiris. Aunque no en todos se les ve la cara de felicidad, ya que Musashi, tiene una cara de tristeza y de un gran pesar, y atrás de el esta Chronos quien trata de aparentar felicidad al vernos a Anatis y a mi, pero en sus ojos oculta lamentación, al igual que la Reina Mauth, quien tiene a su lado a su hijo Amon. 
Osiris quien parece ya estar totalmente recuperado después de lo que le ocasionó Neftis, se acerca a mi para pedirme disculpas por el error que cometió de haberme culpado por la muerte aparente de Isis, pero yo le comento que no tenga cuidado, ya que el no sabia acerca de los planes de Neftis y se dejo cegar por falsas mentiras, y que mejor agradezca en que tiene de nuevo a su amada Isis a su lado, a lo que le pregunto como fue que logro revivirla. Isis me responde que ella sospechaba desde antes de que Neftis la quería ver muerta, y que ya llevaba varios días ingiriendo una pócima de su propia creación para que en el menor contacto de algún veneno con su cuerpo, este reaccionara inmediatamente como si dejara de vivir, cuando en realidad, las toxinas naturales de su cuerpo, crearían anticuerpos mas fuertes para eliminar cualquier tipo de veneno, aunque al parecer el veneno de Neftis fue mas poderoso de lo que ella pensó, así que con ayuda de la Reina Mauth, fue revivida por así decirlo, con otra pócima para aumentar la fuerza de su sistema inmunológico, que no solo le dio fuerza a este, sino que también aumento la fuerza física, y tras decir esto se acerca a uno de los muros mas cercanos de la plaza y sin necesidad de juntar demasiado fuerza, ni de impulsar mucho su puño, logra hacer explotar por completo el muro por completo, argumentando que esto se logra sabiendo golpear en el punto exacto. Osiris queda sorprendido, al igual que todos los que estamos presentes a excepción de la Reina Mauth y de Chronos quienes parecen no inmutarse.

Anatis después de recuperarse tras haber quedado impactada por la demostración de fuerza de Isis, voltea a ver a todas partes en busca de alguien, y al saber de que se trata le pregunto si acaso esta buscando a Siptah, pero en este momento aparece Anubis, que luce totalmente normal sin la cabeza de chacal, y se acerca a Anatis para explicarle todo lo que sucedió entre el y Siptah. 
Anatis escucha atenta la narración de los hechos de Anubis, y cuando Anubis se aproxima al punto más importante, Anatis suelta una gran cantidad de lagrimas de sus ojos, hasta que por fin se suelta en grandes gritos de dolor y sufrimiento cuando Anubis le cuenta sobre la muerte de Siptah. Todos los presentes bajamos las cabezas y algunos lloramos, la mayoría al recordar lo que le sucedió, pero Anatis y yo porque apenas nos estamos enterando de la tragedia. Anatis comienza a golpear en lagrimas y con dolor el pecho de Anubis y le llama asesino, una y otra vez, mientras va cayendo poco a poco en sus rodillas, y Anubis trata de consolarla mientras la abraza, aunque sabe que en realidad no podrá remediar la muerte del amigo de ambos, así que Anubis también se suelta en lagrimas y le pide perdón a Anatis una y otra vez, hasta que Anatis decide levantar su rostro para ver los ojos de Anubis por un tiempo, y tras confirmar su dolor lo abraza fuertemente, ya que al examinar los ojos de Anubis, se da cuenta de que no fue su culpa y que no sabia lo que hacia y que solo estaba siendo manipulado por la codicia y avaricia de su madre Neftis. 
Anatis le pregunta a Anubis por Neftis, pero Anubis aun continua en su dolor como para poder hablar, por lo que la Reina Mauth se acerca a Anatis y le responde que una vez que termino la batalla y que Anatis y yo nos habíamos alejado volando a toda velocidad en dirección al atlántico, Neftis fue aprisionada por Yira y Yasak y tras decisión de la Reina Mauth, fue enterrada en las arenas del desierto, dejando únicamente su cabeza por fuera, para que los rayos del sol la consumieran poco a poco, para que sufriera por las atrocidades que había cometido, ya que una celda en algún calabozo, seria muy poca cosa para ella, pero aun así hubiera sido preferible, ya que fue un error haberla enterrado así, ya que este error le permitió escapar por la mañana, cuando una enorme fiera, con apariencia canina, de color negro, y con grandes orejas la saco del hoyo en el que se hallaba atrapada. De esta manera Neftis es llevada inconsciente en el hocico de la extraña criatura a toda velocidad por el desierto a una velocidad impresionante, lo cual pudo apreciar Kikis y Yira cuando se disponían a llevarle algunos alimentos a Neftis, y en cuanto observaron lo sucedido se lo informaron a la Reina Mauth, quien inmediatamente sospecho que se trataba de Seth, el hermano mayor de Neftis.
Anatis con una gran cólera le pide información a Kikis y a Yira si vieron hacia que dirección se dirigía esa bestia felina que mencionan, ya que quiere ir por Neftis a como de lugar, pero en ese momento Isis se para frente a ella, y le menciona que no se precipite sin pensar las cosas debidamente, que lo mejor será esperar, ya que esta segura que Neftis volverá a hacer acto de presencia, y si Seth esta con ella, que tenga por seguro que la volverán a ver, y en ese momento podrán obtener su venganza si así lo desea, de lo cual Isis desea con fervor.  Anatis voltea a ver a todos nosotros quienes aun estamos con un gran dolor en nuestros corazones por la perdida de Siptah, y se da cuenta de la sabiduría de las palabras de Isis, por lo que decide aceptar la proposición de Isis y calmarse.