NARRA ELISABETH
Me encontraba tan pérdida en mis pensamientos, evaluando toda la situación que no me di cuenta cuando se había formado un círculo de todos los sobrevivientes de la manada al rededor de mi.
—donde mierda has estado?« me grito furioso una de las personas en el círculo»
—si, es que acaso no sabes por lo que hemos pasado?Eres una ingrata« decían varias voces a coro alrededor»
— eres sólo una niña mimada, como te atreves a volver luego de todo lo que hemos pasado. «dicen cada vez más y más molestos»
—yo sólo volví para ayudarlos y reclamar mi posición como alfa. «dije más para mi que para ellos»
—¿Tu posición de alfa?¿Estás loca? Como se te ocurre llegar ahora a reclamar esa posición que tu misma abandonaste hace ya un tiempo
Sentía como el aire me faltaba, todo mi estómago daba vueltas, pensé que me desmayaria en cuestión de segundos pero una de las ninfas principales del gran árbol que me habían acompañado salió de los árboles bastante molesta.
— ustedes, perros zarnosos, recorrimos una gran distancia para llegar aquí a tiempo para salvar sus malditos traseros peludos de esos roguers pero ahora me arrepiento totalmente de haber ayudado, debí dejar que todos y cada uno de ustedes murieran a manos de esos tipo para ver si al fin podrán comprender algo.
—y tu quien crees que eres para tratarnos así.
Toda la atención que había sobre mi en ese momento se desvaneció como si ahora pasara a esta ninfas que intentaba defenderme con toda su fuerza, realmente soy inútil, dependo mucho de las demás personas.... Todas las personas de la manada lentamente caminaban a la ninfa, algunos ya con sus garras y colmillos listos para despedazarla.
No..... no debo.... no permitiré que le hagan daño, rápidamente me encamine hacía ellos y reuniendo todo mi valor hablo con mi voz de alfa.
— A PARTIR DE AHORA, YO SOY SU ALFA, SI NO LES GUSTA PUEDEN IR A MORIR A OTRO LUGAR, NO ME IMPORTA LO QUE PIENSEN, AHORA ME DARAN EL RESPETO Y VALOR QUE MEREZCO.
todos quedaron como piedra, nadie se movía ni hacía nada, por mi parte estaba asustada pero no dejaría que ninguno de esos seres despreciables lo supiera, tomaré mi lugar, haré de esta la manada más fuerte y mataré a todos los implicados en los implicados con la muerte de mis padres, AHORA YO PROTEGERE A TODO LO QUE AMO.
Les di la espalda a todos caminado a pasos largos hacía la casa donde antes vivía, la casa que ahora será la casa del alfa.
Entre lentamente recibiendo el aroma a muebles viejos típico de este lugar, la luz natural que entra por la ventanas ilumina todo y se ve hermoso, a mi derecha se encontraba el comedor, pase mi mano por el llenándome la mano de polvo, era la evidencia de que hace ya mucho que no venía, a mi izquierda se encontraba la sala, en el centro de estas las escaleras a las habitaciones, pase por cada una de ellas eran 7 en total, varias estaban llenas por los experimentos artísticos de mi madre, otras por la maquinaria de mi padre sin contar su habitación en la cual sólo hombres podían entras, jajajaja mi papá era bastante gracioso, cuando estaba enojado o cansado venía a esta habitación se sentaba en su viejo sillón subía los pies a una Meza que tenía allí y con su máquina de palomitas lista colocaba una película que le gustará, pasaba horas allí, nadie lo sacaba y por su regla ninguna mujer tenía permitido el exceso. Terminé de mirarla con detenimiento y seguí con mi camino hasta mi antigua habitación, era la última del pasillo, evita la de mis padres por el dolor que me causaba y entre, sus paredes de un color melón pálido, los muebles, la cama, mi ropa he incluso mi Peinador con su gran espejo estaban llenos de polvo pero me llenaban de una ola de recuerdos haciéndose presente mis lágrimas. Desde mi cumpleaños no estoy aquí, desde ese día que mis padres murieron, no he vuelto. Caí de rodillas y apoyandome en la cama lloré todo lo que mi corazón necesitaba hasta caer dormida nuevamente.
Me levanto el sonido de una voz por el Link
—maestra, se encuentra bien?, he recibido un reporte de las ninfas que la acompañaron, realmente debí de a ver ido con tigo, lo lamento
—está bien Naomi, esta manada siempre a sido así de despiadada y de sangre fría, te terminas acacostumbrando.« dije recordándole importancia»
— maestra, que harás ahora?
—por ahora me ocuparse de varios temas legales aquí, aún no puedo volver, debo arreglar esta manada de porquería.
—yo...
—tranquila, no tienes que preocuparte, por ahora sólo Avísame que pasa en el gran árbol, si sucede algo de gravedad sólo comunicate con migo llegaré lo más rápido posible estabien?
—si maestra.
Me reviste contra la cama mirando la puerta atentamente, por debajo de esta podía ver la sombra de 2 personas paradas contra la pared, me puse en alerta y lentamente me hacer que, con una mano sostenía la perilla de la puerta mientras con la otra sacaba mis garras, lentamente abrí la puerta esperando que estabas perdonas saltarán sobre mi para matarme pero tal fue mi sorpresa que cuando abrí la puerta sólo eran dos ninfas cada una aún lado de la puerta, al par parecer estaban haciendo guardia para protegerme.
—¿Qué sucedió, por que están aquí? «dije mirando las a ambas»
—lo lamento mi reina, pero un intruso entro a la casa sin previo aviso ni invitación, registro todas las habitaciones y al verla aquí se dispuso a hacerle daño, así que tuvimos que encarcelarlo junto a los otros.
—...intento matarme.
— entre sus posesiones portaba una cuchilla de plata en uno de sus bolsillos, suponemos que su intención no era buena.
—……si………gracias
Algo aturdida salí de la habitación y con gran sorpresa me recibió un delicioso olor a panqueques recién hechos, bajé rápidamente a la cocina para encontrarme a Paraninfo preparando panqueques.