Narra la escritora
Ha pasado ya días desde que Diego se pudiera acostumbrar a un nuevo colegio, pero aun así él se siente algo incomodo ya que se debe alejar un poco de sus compañeros, pero sus compañeros ya sabían que Diego se alejaba cada vez más de ellos.
-Ya llegué- dijo Diego, agarro el florero donde tenía dos flores que le dieron a él, pero esas flores ya se estaban marchitando donde le arranco un pétalo y al otro también donde lo guardo en su diario. -Estos pétalos son partes de mis recuerdos- dijo.
Diego empezó a escribir en su diario lo que pasaba cada semana era una forma de atesorar los recuerdos que el tenia, pero cuando termino decidió salir de la casa.
Fue a la estación de tren donde a los lejos vio a Isaac, Diego sintió miedo donde entro rápido al tren, pero aun así el no podía moverse ya que había mucha gente dentro del tren, hasta que por fin llegara su destino. Salió afuera del tren donde podía por fin respirar.
-No creo que el haya bajado aquí...- dijo, se dio la vuelta donde se encontró con Isaac -porque...-dijo en voz baja.
Aunque Isaac estuviera ahí, mirándole sin interés el decidió acercarse a Diego, pero Diego se alejaba de él.
-DIEGO- una llamada fuerte hizo que diego girara viendo a Girasol, se acercó a Diego, pero cuando él se giró para poder ver a Isaac, el ya no estaba ahí. -estas bien Diego, estas pálido- dijo Girasol.
-S-si estoy bien- dijo Diego.
-uff menos mal, te parece si nos vamos- dijo Girasol.
-claro- dijo Diego, Ambos se fueron donde la atardecer era muy bonita.
-Diego, dime acaso nos odias- dijo Girasol.
-No, no los odio es solo que me trae malos recuerdos- dijo Diego.
-Aunque sea un mal recuerdo, lo tienes que dejar atrás o solo te lastimaran- dijo Girasol -ya se, ven - tomo la mano de Diego donde se fueron corriendo.
-Girasol, adonde vamos- dijo Diego.
-a la playa- dijo Girasol -iremos a ver a nuestro compañeros - dijo, Diego sonrió donde Girasol lo soltó.
-Que sucede- dijo Diego.
-Sonreíste, te ves lindo cuando sonríes- dijo Girasol.
-Gracias, te lo agradezco- dijo Diego.
Llegaron a la playa donde los demás compañeros estaban jugando a la pelota, algunos estaban preparando para un picnic.
-Chicos es Diego- dijo Franco. -Vamos ven, únete a nosotros- dijo
Narra Diego
-Ustedes hicieron todo esto por mi- dije, todos sonrieron -Gracias chicos- dije, era una fiesta solo para mí.
-Ahora todos nos sentaremos, vamos a comer- dijo Emilia
Me senté junto con Girasol, pero en frente de mi estaba Jonás y Alejandro donde me saludaron, por supuesto yo también lo saludé.
-Toma Diego, esto lo hicimos nosotras- dijo Girasol.
-como que ustedes, nosotros también cooperamos- dijo Manuel
-jajajja, son graciosos- dije, pero hubo un silencio donde todos me miraron -yo, lo siento- dije.
-Porque te disculpas, está bien que te rías y disfrutes este momento- dijo Emilia.
-claro, gracias a todos ustedes- dije, cuando terminamos de comer. Algunos se fueron a jugar a la pelota y algunos se dieron un paseo.
-Diego, quieres salir un paseo con nosotras- dijo Girasol.
-Claro- dije, me levanté donde fui con Girasol, Emilia, Clara y Maria.
Caminamos en la orilla ya que en el camino había grietas y algunos estaban rotos por la culpa de la marejada.
-Creo que deberíamos volver- dijo Maria.
-vamos chicas, no me digas que tienen miedo por unas olas- dijo Clara.
-Pero clara, mira el suelo está roto- dijo Girasol.
-Porque no nos vamos al otro camino ahí es más seguro- dije, pero Clara se negó ir así que camino más al fondo pero el suelo donde ella estaba se comenzó a grietar más hasta romperse -!!CUIDADO¡¡- grite, todo fue tan rápido.
Alcance a tomar su mano donde la empuje, pero en vez de eso yo caí al risco, cayendo en lo profundo del océano, pero me costaba respirar.
-DIEGO, DIEGO- esa voz era de Emilia, no podía distinguir ya.
cada vez más me hundo más al fondo, nadie me podrá salvar…acaso será mi final.
Narra la escritora
Las chicas que estaban con Diego se fueron corriendo para pedir ayuda donde todos los compañeros fueron al lugar donde cayo Diego, pero nadie podía bajar a una altura alta, pero Jonás y Alejandro se quitaron la ropa donde se tiraron del risco.
Aun así, Diego bajaba más y más al fondo, pero alguien le tomo la mano y agarro su cuerpo llevándole a la orilla del mar.
-¡¡DIEGO, DESPIERTA!!-
Narra Diego
-Quien me está llamando- dije, no podía moverme ni podía respirar.
-VAMOS, JODER VIVE-
Otra vez esa voz, de quien será. Sentía que algo se salía de mi boca donde expulse toda el agua, pero aun así veía borroso, no podía ver quien fue la persona que me salvo, pero a los lejos escuchaba mi nombre, pero el chico se levantó y se marchó.
-Diego, Diego- esa voz, abrí mis ojos otra vez donde podía ver a Jonás y a Alejandro.
-Que...bueno que...estés bien- dijo Alejandro, me abrazo donde comenzó a llorar vi a Jonás el también estaba llorando y mis compañeros también.
-gracias…-dije, ya no podía más así que me desmaye.
-Alejandro, se desmayó- dijo Jonás.
Narra la escritora
-O no que haremos, debemos llevarle al hospital- dijo Franco.
-Lo primero cálmense- dijo Emilia, se acercó a Diego donde puso su mano en la frente -Tiene fiebre, se debió desmayar por eso y por el susto que debió pasar- dijo -Alejandro, sabes en donde vive Diego- dijo Emilia.
-no, lo siento- dijo Alejandro.
-Alguien sabe en donde vive Diego- dijo Emilia donde vio a sus compañeros.