La vestimenta que portaban aquellos cinco jóvenes, me parecía demasiado moderna, apretada y escandalosa, sus peinados habían dejado atrás la estética de hace años, luciendo un estilo salvaje y algo descuidado. Sinceramente, el conocerlos me daba cierta curiosidad, era una oportunidad única de salir de mi zona de confort.
Me mantuve observándolos un par de horas más y me enteré que querían formar una banda de rock, estos parecían estar preocupados por buscar un baterista para finalizar su formación como banda y por igual buscaban un nombre; Las voces de todos eran un cúmulo en aquella sala solitaria, sus aromas eran penetrantes para mi sensible olfato, desprendían un olor a cuero, laca para el cabello, perfumes con notas de madera, plástico y olor a frutas con notas a sudor. Parecían perder horas en aquella plática la cual no llegaba a nada, el sitio era deplorable pero estando ellos cinco ahí, el lugar lucía más ameno.
Los vigilé más de lo debido, afuera se podía ver que ya era tarde, aproximadamente eran las seis y el sol ya estaba a medio ocultar, aún no decidía si aparecerme, decidí esperar un poco más en mi sitio.
Sus nombres eran interesantes, lo supe al leer sus mentes, el más joven de todos, que no pasaba de los veinte, media uno cincuenta metros se llamaba Dee Dee, el que le seguía era demasiado delgado y un poco más alto que el primero su nombre era Elvis, el más rebelde del grupo y líder de los cinco, el tercero junto al cuarto eran gemelos; tan idénticos que se confundían entre sí, sus nombres eran Nina y Aura, nombres algo femeninos para ser de chicos, pero eran sumamente llamativos para una banda, el último era un chico de unos veinticinco años, aproximadamente media uno noventa y tres metros, su aspecto era más rudo que el resto pero eso no era impedimento para que desbordase una belleza peculiar, su nombre era Brandon.
Este último no paraba de hablar sobre el futuro de la banda mientras el resto pensaba en que contestar, no notaban mi presencia debido a mis poderes heredados de mi lado vampiro, que poseía pese a ser uno incompleto, estaba en la entrada del sótano, cerca de la sala de estar y de la entrada. El piso donde se encontraban era la mínima parte del total, por ser una fábrica, eran demasiados espacios en esos tiempos, estaba casi en ruinas por el incendio que se apoderó años atrás de dicho lugar, el hermoso color café del papel tapiz junto a sus ornamentos que poseía con anterioridad se había convertido en color carbón, el sitio estaba a medio iluminar y la energía que poseía en aquel instante provenía de fuentes externas, era suficiente para hacer funcionar la luz de la sala principal y los amplificadores que se encontraban en ese instante en aquel lugar.
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Editado: 09.03.2019