Viendo su expresión, Caín le ayudo a enderezarse y de mala gana la soltó, todo era extraño, aparte de su espada no le gustaba tener algo mas en sus manos, pero estaba interesado y curioso, y cada vez era mas entretenido.
—Gracias por ayudarme Archiduque, la próxima vez que vaya a la capital le enviare una invitación a cenar como agradecimiento.
Al terminar de hablar dio media vuelta para seguir caminando sin esperar que Caín hablara, él no la siguió debido a que noto su estado anímico. Ya sola, camino hacia un par de árboles no muy lejos del campamento para terminar de calmar sus emociones.
Coloco ambas palmas en su rostro.
—¿Por qué mi rostro está caliente?
Abanico su rostro con ambas manos pensando que su reacción era debido a que la noche se volvió calurosa, pero en momentos pensaba en los fuertes brazos que la han sostenido una y otra vez, y su corazón volvía acelerarse.
No entendiendo las extrañas emociones decidido ir mañana al medico para saber si estaba enferma.
Al día siguiente, como había planeado fue hasta la tienda del doctor Jhon.
—Buenos días princesa, ¿puedo ayudarle en algo?
Elena asintió, mientras veía al hombre que se movía de un lugar a otro muy ocupado.
—Buenos días doctor, pero si esta muy ocupado yo puedo esperar.
El doctor negó y se acercó, ya cerca observo su apariencia demacrada como si hubiera pasado la noche en vela.
—¿La princesa no pudo dormir anoche?
Se sorprendió al escuchar al doctor y asintió.
—No se preocupe, se que debe de estar preocupada por la enfermedad, pero ya esta controlada y pronto levantaremos el campamento.
Viendo que el doctor la estaba malinterpretando decidió aclarar.
—Me alegra escuchar esa noticia doctor, pero mi falta de sueño no es por la enfermedad del condado. — hizo una pausa — Lo que pasa es que ayer empecé a sentirme incomoda, me dio un golpe de calor y mi pulso se aceleró, así que me gustaría que revisara mis signos vitales para saber si tengo algún problema con mi salud.
El doctor arqueo las cejas un poco pensativo.
—¿La princesa hacia algo en ese momento?
Elena recordó el momento en el cual estaba en los fuertes brazos del archiduque y su rostro se torno rojizo.
—Yo…
Estaba a punto de decir la respuesta, pero se sentía avergonzada, como diría al doctor que empezó a ser anormal mientras estaba en los brazos del archiduque.
¿Se lo tomaría a mal?
—No es nada, solo quizás fue un pequeño resfriado en el momento debido a que di un paseo por la noche.
El doctor dudo de su respuesta, pero decidió no refutar a la joven princesa.
—Princesa, para que no se resfrié en la noche siempre debe de estar abrigada y evitar salir cuando el clima este frio.
Elena se retiro de la tienda del médico sin la solución de su problema y con muchas dudas de las cuales se niega a aceptar su propia respuesta.
Al salir se dedico a visitar a las personas que se estaban recuperando, ayudo a repartir comida y medicinas, todos estaban agradecidos y conmovidos por la ayuda de la hija del duque, ellos pensaban que seria como los nobles del condado que se asqueaban al acercarse a la gente humilde y mas si esta enferma, pero aquella niña era diferente, no había desprecio, ni odio en sus acciones, solo podían ver la amabilidad y guardarla en cada uno de sus corazones. Caín que estaba en el campamento también ayudaba a las personas, solo el personal cercano sabia de su posición y tenían prohibido decirlo. Mientras ayudaba sus ojos no se apartaban de la figura de la pequeña mujer que ha robado su interés.
Una anciana que estaba a su lado noto la mirada ardiente del hombre joven hacia la princesa, ella sonrió.
—Es una mujer muy hermosa y buena. Si no fuera princesa o noble se la presentaría a mi hijo. Pero no tengo esa oportunidad — hizo una pausa y recibió las medicinas — Aunque no se que tan alta es su posición, tiene aura noble, así que debería intentar perseguir a la princesa, es tan buena y quizás alguien se le adelante.
Guardando silencio se retiro pensando en las palabras de la anciana.
¿Perseguir? ¿Por qué la perseguiría?