Las semanas pasaron sin cambios. Baldo y Klarrisa se mantuvieron unidos y no dejaron que su mamá, la huésped o Ian se entrometan.
-¿Qué pasa con mi hermano? Pero ahora de verdad porque los he visto abrazados, besándose en el club, lo del cine y ya sé que fue él el que te mandaba las rosas.
Sonó el timbre antes de que pudo responder.
Ingrid la dejo para abrir y cuando lo hizo solo una rosa entro sostenida por una mano.
-Para la dueña de mi corazón - dijo Óscar, entro sonriendo y listo para besar.
-Óscar - dijo sorprendida al verlo entrar.
La sonrisa de Óscar se borró al escuchar su voz.
-Klarrisa, ¿Qué haces aquí? - la pregunto, sorprendido.
-Eso yo debería preguntarte a ti, porque esta es la casa de mi amiga. ¿Y tú que haces aquí?
-Supongo que tu hermano podría contestarte la pregunta que me hiciste - dijo Ingrid.
Óscar miraba a Ingrid sin entender mientras ella esperaba su respuesta. En fin fue Ingrid que dio el paso adelante, tomo a Óscar de la mano y le dijo:
-Estamos juntos. Me rendí - agrego, esperando la respuesta.
Óscar la miraba sonriendo relajado.
-Soy feliz por ustedes - dijo levantándose. - No me lo esperaba, pero soy feliz - agrega tomándolos de la mano.
Cuando se sentaron ya más tranquilos, pregunto:
-¿Quién más sabe?
-Por el momento eres única - respondió Ingrid.
-Y Flavio - añadió Óscar. - Solo los mejores amigos - explico cuando vio que Ingrid lo estaba mirando.
-Sigo sin poder creer que Ingrid y tú... - le dijo entusiasmada, mientras caminaban por el pasillo de la administración del hotel.
-Ya lo ves, por fin lo logré - dijo orgulloso.
-Podríamos salir los cuatro un día, como parejas esta vez - propuso, aclarando en que pensaba, ya que se encontraron antes.
-Veré con Ingrid - respondió. - No más te digo, no te ilusiones, que yo soy un novio muy obediente y no haré nada para perderla - la advirtió.
Papá se les cruzó en el camino.
-¿Tú e Ingrid son novios? - pregunto más que sorprendido.
-Sí. ¿Qué tiene? - lo pregunto al ver como reaccionó.
-Nada, solo me sorprende.
-Que te quede claro que no voy a permitir que se interfieran en mi relación - hostilmente lo advirtió.
-Ni lo pretendía hacer - contesta, sorprendido por su actitud.
Asintiendo, Óscar agrego:
-Ahora que aclaramos eso, voy a trabajar. Con permiso - dijo, pasando hacia la oficina.
-¿Cómo estás tú? - la pregunto papá.
-Bien - contesto, poco sorprendida por la pregunta.
-¿Lo demás también? - pregunto reservado.
-Sí. Voy - agrego, señalando su mesa por el pasillo.
Reynaldo se quedó solo en el pasillo, mirando triste como sus hijos lo dejan.
-Me siento con el peor padre. Cuando me dejaron en el pasillo no te puedo describir lo que sentí, era un sentimiento horrible. Esa no es la relación que espere tener con ellos.
-Siempre la puedes remediar - le dijo Eva.
-No sé cómo, Eva. Envidio la tuya con Ingrid, no obstante sé que nunca la podría conseguir.
-No hables así - dijo tomándolo de la mano. - Todo se puede remediar, habla con ellos, eso es todo que tienes que hacer.
-Es tarde. Son fríos conmigo, deberías haber visto la cara que puso Klarrisa cuando la pregunte ¿como esta y si todo está bien? Óscar de inmediato me advirtió que no permitirá que interfiera en su relación.
-Son buenos muchachos, te entenderán.
-No - dijo triste y seguro, negando con la cabeza.
-¿Entonces que vas a hacer? - pregunto enojada Sandra por el celular. - ¡No! ¡Han pasado semanas y no hiciste nada!
-No, sabe muy bien que no es fácil. Si lo fuera, no necesitaría de mi ayuda - le reclamo Ian.
-Entonces haz algo - le exigió.
-Así no podemos hablar - le dijo y colgó.
-¡Uh! - soltó entre dientes. - Inútil, todos son unos inútiles.