Él es el amor

Capitulo 28

-Quiero dormir contigo - dijo Klarrisa, acostada en sus brazos.

- Qué directa - dijo riendo.

-Me haces falta y en eso no hay nada perverso. Quiero estar así toda la noche - dijo, apretando sus brazos.

-¿Eso quiere decir que tengo que sacar a Azar?

-No - le contesto. - Podemos quedarnos en el hotel, para qué servirá de algo que lo tenemos.

-Está lleno, ¿Cómo piensas hacer eso?

-Encontraré algo, déjalo en mis manos.


 

Lista para salir, bajo las escaleras.

-Klarrisa - la llama mamá, deteniendo su salida.

-Mamá - dijo, volteando.

-Ven, vamos a cenar.

-No puedo... - comenzó a decir, cuando la interrumpió.

-Tenemos invitados - dijo. - Y tú no vas a ninguna parte, no me vas a avergonzar más - agrego en voz baja.

Tomándola del ante brazo la condujo hacia el comedor.

Ahí ya estaban nada contento Óscar y papá cómo Ian, Gamelia, la amiga de mamá y una desconocida.

-Henrica, querida, te presento a mi hija. Henrica es sobrina de Gamelia - le explicó, sin soltar su ante brazo.

-Hola, mucho gusto - dijo la chica, sonriendo y ofreciendo la mano.

-Hola - dijo en tono bajo y sospechosa.

-Hola, Klar - dijo Ian, acercándose y besándole las mejillas.

-Vamos a sentarnos - dijo mamá, rompiendo el silencio.


 

-Corazón, ¿me dices dónde vive tu amigo? - pregunto Valentina apoyada en la barra.

-Trabajo como mesero, pero no estoy estúpido - le contesta Azar.

-¿Qué significa eso? - pregunto confundida.

-Que no voy a traicionar a mi amigo, para que le destruyas la relación.

-¿Y quién dijo que esa es mi intención?

-Cualquiera con poco de cerebro.


 

Debajo de la mesa intenta escribir el mensaje y hacerle saber a Baldo que no puede escaparse.

-Klarrisa - llevando la cabeza al escuchar a su mamá llamarla. - Únete a la conversación.

-Yo no tengo nada que decir - contesto, mordiéndose la lengua para no continuar y terminar diciendo que "si tengo donde estar".

El sonido de los golpes en el cristal la hizo enfocar la mirada en el reloj del papá de donde provenía el sonido, tan impaciente como ella.

No me esperes dormido.

Le mando el último mensaje con pocas ilusiones, pero segura que irá.


 

Guárdame la rebanada que Sandra organizo una cena inútil.

Mando el mensaje queriendo asegurar su pieza.

No hables así.

Vino la respuesta de parte de Eva.

Si vieras las caras de los niños no me reprenderías. Me escapó a la primera...

Tu pastel está seguro, no hagas estupideces.

Con un pastel así, mi pieza no puede estar segura.

Contesto.

Llámame urgente.

Escribió a Tulio mientras Sandra no dejaba de entretener a sus payasos.

Su celular comenzó sonar interrumpiendo a Sandra que le mando una mirada de reproche e irritación.

-Sí - contesto en la mesa.

-¿Qué pasa? - pregunto Tulio.

-¡¿Cómo?! - exclamó. - ¿Y es grave? Cierran todas las tuberías, voy en camino.

-¿De qué hablas? - lo pregunta confundido el amigo.

-Sí. Seré ahí lo antes posible - dijo y colgó.

Antes de que alguien pudo preguntar algo, dijo:

-Tengo que ir al hotel urgentemente, se rompieron las tuberías - dijo, levantándose de la mesa.

-¿Vas a ir ahora? - lo pregunto Sandra.

-Sí, ¿Qué quieres, que todo se inunde? Es demasiado tarde para llamar a un plomero. Niños, vamos - los llamo rodando a la mesa.

-¿No los vas a llevar contigo? - dijo, incrédula.

-Por supuesto que sí. Pronto el hotel será de ellos y tienen que saber cómo resolver las emergencias. Vámonos - volvió a repetir, yendo a la salida.

-Primero la reunión sin sentido y ahora de plomero - murmuró nada contento Óscar.

Los espero frente a la casa y dijo:

-Ahora cada uno por su parte y sostienen lo de tuberías - los advirtió y se fue a su carro.

Ellos se miraron confundidos y sin comprender qué acababa de pasar.

-¿Y ahora qué? - pregunto Óscar.

-Yo hice planes con Baldo, que me voy a quedar a dormir con él.

-¡Aaa! - dijo con la expresión de dolor y frotándose las orejas. - No sé si quería saber eso.

-Ay, no seas así. Los dos sabemos que si podrías harías lo mismo y no es como piensas, solo quiero estar a su lado - le explicó.

-Umh, como no. Y si yo lo quiero lo puedo hacer sin problema, solo la debo secuestrar - dijo de cerca y sonriendo.

-Aha, sí. ¿Me llevas? - pregunto, suplicando con la sonrisa y los ojos.

-¿Tengo otra? No te dejo con esta noche - dijo, poniendo la mano al horizonte negro.


 

Entro en silencio en el cuarto. Baldo ya se encontraba dormido, por lo que con poco ruido se quitó la roba y se acostó a su lado besándole el pecho y abrazándolo.


 

Tocaba rápido y fuerte a la puerta, de la misma manera entro cuando Eva las abrió:

-Ya, ya - decía apurado. - ¿Dónde está mi pastel? - pregunto frotándose las manos.

-Aquí está - dijo, yendo por él. -, en seguro. ¿Ves?

-Tráelo - dijo, sentándose a la mesa. 

Se abalanzó sobre el pastel en cuando lo tuvo de frente, disfrutando de su sabor y de años de ausencia con los ojos cerrados.

-Um, ¿Cuánto tengo antes de que llegue Ingrid?

-No mucho.

-Y todo por esa ridícula cena - dijo enojándose. - Sandra nos va a enloquecer a todos, organizo la cena con los que sí le convienen. ¿Qué madre hace eso?

-No hables de esa forma de ella, es madre de tus hijos.

-Que serían mejor sin ella. Le trajo pretendiente a Klarrisa sin importarle su noviazgo y ahora se empeñó en juntar a Óscar con la sobrina de su amiga. Cuanto extrañe este pastel, sigue siendo tan bueno como lo recuerdo.

-Ingrid lo sabe hacer mejor, le agrega unos ingredientes que aumentan el sabor.

-¿Sabe hacer este pastel? - pregunto sorprendido. - Me debes llamar para probarlo.

-Se inventó su propia receta, cuando vio que no lo lograba hacer. Debías haber visto eso - dijo, riendo a los recuerdos.



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En el texto hay: amor, amistad, prejucios

Editado: 11.08.2024

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