El es mi Koreano

Capítulo 17:

Vino:

—Buenas noches —.Él recepcionista saludo al vernos entrar —¿Tienen alguna reserva?

—Si —Shin se acercó a una lista y señaló con el dedo la indicada.

—Perfecto señor, necesito su documento de identidad para comprobar la reserva.

—Claro.

Mientras Shin terminada de hablar con el empleado mis manos comenzaban a sudar nerviosas, el lugar era muy imponente, te hacía sentir como una hormiga.

—Emma ¿Te encuentras bien? —me bajo a la realidad.

—S-Si —lo tomé del brazo y me guió hasta la mesa.

Un señor regordete y con bigote ancho estaba aguardando en ella.

Shin me ayudo con la silla y me senté nerviosa.

—¡Que linda compañía que has traído! —Aquel señor habló.

—Gracias —susurré.

Decidí tomármelo como cumplido y no tomármelo mal.

Shin se sentó y un mozo se acercó con la carta, menú, del restaurante.

—¿Qué deseas comer? —Shin me preguntó.

—Lo que sea —estaba muy nerviosa como para decidirme.

Shin, cuando su accionista se decidió, hizo señas al mozo para que tomase el pedido.

—De acuerdo —terminó de anotar —¿Y para tomar?

—Vino —el señor regordete respondió.

Lo mire a Shin en desaprobación, recordando su advertencia, pero hizo un gesto de restarle importancia. Como si todo vaya a estar bien.

Fue cuando terminó la cena cuando noté el por qué no debía de tomar vino.

—Entonces gracias por colaborar con la empresa —se saludaron de manos y un remis pasó a buscar al accionista.

Ahí fue cuando Shin cayó sobre mi.

—¿Estás bien? —reí

—Eres hermosa Emma —Shin se acercó para intentar besarme.

—Estás borracho —Me aleje.

Fui a buscar el auto mientras evitaba los labios de Shin, con gran esfuerzo, lo senté del lado del copiloto y le coloqué el cinturón.

—Emma —suspiró —Déjame besarte Emma.

—Realmente no debes beber vino —Reí.

Me subí al asiento del conductor y manejé hasta el departamento.

Lo subí por el ascensor,  ya no tenía más fuerzas.

Entramos a la casa y lo arrastre hasta la cama, le quite los zapatos y la corbata.

Él me agarró fuerte del cuello y me besó dejándome sin salida.

—¿Qué te pasa? —le grité al separarnos.

—Nada, yo estoy perfecto —Sonrío y se
comenzó a desabotonar la camisa.

—No, déjatela —yo la abotonaba.

—No quiero Emma, tengo calor.

Me empujo a un costado de la cama y se desabotonó los pantalones.

—Shin si no paras vas a terminar mal

Él río.

—Vas a hacer que la poca cordura que tengo se vaya, no quiero aprovecharme de ti, pero tú me la pones difícil.

Se quitó los pantalones y la camisa y se acosto sobre mi pecho, utilizándome de almohada.

—Hueles a vainilla Emma, y amo la vainilla.

Utilice todas mis fuerzas para no aprovecharme de él, ni le dedique una mirada a su cuerpo semi desnudo.

—Emma, ¿por que estás tan tensa? —Se colocó sobre mi.

Mi vista comenzó a bajar hasta su pecho y nerviosa cerré fuerte los ojos.

Contrólate Em, está borracho, no puedes aprovecharte de un borracho, es cómo aprovecharte de la inocencia de un niño..

Shin volvió a besarme y acarició mi cabello.

Lo gracioso de todo esto es que no me tocó indebidamente en ningún momento y eso lo hacía lindo. Yo sería una zorra si me aprovecho de él.

Él volvió a acomodarse sobre mi pecho y lentamente nos quedamos dormidos.

 



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Editado: 25.08.2020

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