El es mi narcotraficante

Capítulo 18: Secretos al descubierto II

Kira Pov's:

Me sentía decepcionada, en todo momento él sabía quien era yo y yo no imaginaba quien era, ni de donde venía. 

Se me nublo la vista un momento, tenía los ojos llenos de lágrimas; no podía seguir conduciendo en ese estado, así que, decidi llegar al mirador de la colina, donde solía sentarme a pensar, que estaba cerca de mí apartamento. 

Llegué a mi destino, aparque la moto, saque las llaves del contacto, las guarde en mi bolsillo y me quite el casco. 

Coloque el casco en manillar de la moto y me senté en el mirador observando las estrellas. 

Quince minutos después, escucho el sonido de una moto acercándose a donde ella, pero no me gire para ver quien es. Sin ni siquiera mirarle supe de quien se trataba, su olor lo delataba. 

  • - ¿Qué haces aquí? No quiero verte Maik, por favor marcharte. - le dije rápidamente dándole la espalda. 

 

No escuche ninguna respuesta por su parte, lo único que hizo fue sentarse a mi lado y ponerse a observar las estrellas. 

Ya que él no se decidía hablarme le pregunte:

  • - ¿Por qué? 

 

Él no entendía mi pregunta, no sabía a qué me refería con lo que decidió hablar. 

  • - ¿A qué te refieres pequeña pelirroja?

 

  • - A mi familia. - le dije decidida a sacarle toda la verdad. 

 

  • - Pequeña eso paso hace mucho tiempo, yo solo tenía seis años cuando mi padre los mató. Yo estaba allí porque mi padre decidio convertirme en alguien como él, por eso nos llevó a Ray y a mi. Nosotros no teníamos ni idea de lo que iba a ocurrir, debe creerme, pero yo por ese entonces, quería que mi padre se sintiera orgulloso de mi. - hizo una pausa para coger aire y continuo. - Después de lo que hizo decidí que no quería ser como él. Cuando me entere del funeral decidí ir para ver como estabas. 

 

  • - Así que tú eras ese niño que vi entre los árboles durante la mesa. - le dije interrumpiendolo. 

 

  • - Si. Ese niño era yo. - Maik decidió continuar con el relato que había comenzado. - A medida que iba creciendo me metí a boxeo clandestino para ganar dinero para mandarlo anónimamente.

 

  • - Ah esos eran los sobres que mi abuela me ocultaba. - dije. 

 

  • - Si. Siempre me encargue de que no te faltará nada. Me sentía culpable por a ver permitido aquello. - me dijo Maik. - Cuando al fin alcance la mayoría de edad Ray y yo dejamos todo y a todos sin decírselo a nadie; solo lo sabía mi madre.

 

  • - Entonces, el sobre que os ha dado Molly era algo acerca de tú familia. - le pregunté.

 

  • - Si. 

 

  • - Por eso, la conversación con Molly y Ray en lo que decías que os ibais, era por eso. - le pregunté. 

 

  • - Si. -  me dijo cabizbajo. 

 

  • - Pensabas irte así sin más. Sin ni siquiera decirme adiós. - le dije decepcionada y llorando. 

 

  • - Si pero no vamos a irnos, estoy cansado de huir de él, éstoy cansado de esconderme, además tengo algo por lo que quedarme. - me dijo. 

 

  • - ¿Por qué? - le pregunte curiosa. 

 

  • - Por ti mi pequeña pelirroja. Desde el primer momento en el que te mire a esos ojos llorosos te has quedado metida en mi cabeza y mi corazón. 

 

Me había dejado sin palabras, no sabía que responder a esa repentina confesión con lo que me quede callada observando sus ojos. 

Se acerca a mi lentamente, poso su mano sobre mi cintura y se pega a mi todo lo que pudo, cuando estábamos a escasos centímetros el uno del otro, me acerque a él y le bese con un beso que decía todo sin necesidad de usar palabras. 

Nos sepamos por falta de aire, juntamos nuestras frentes y nos sonreimos con sinceridad en mucho tiempo. Sobran las palabras con nuestros actos mostramos lo que pensamos. 

 

 

 

 



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En el texto hay: amor bandas rivalidad

Editado: 22.12.2019

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