El es mi narcotraficante

Capítulo 21: Tu y yo II (Kira y Maik)

Pov's Kira:

Con la última reflexión Maik y yo nos quedamos en silencio y abrazados, mi cabeza está apoyada sobre su hombro. Mi respiración era pausadamente a un ritmo lento. 

  • - ¿Te has quedado dormida pequeña pelirroja? - me pregunta Maik.

 

  • - Mmm...-le respondo medio dormida.

 

  • - Pequeña, eh pequeña despierta. Anda vayamonos a casa. - me susurra Maik.

 

  • - De acuerdo, vámonos a mi departamento que está aquí al lado. - le dije algo dormida.

 

Siento de pronto un frío helador, su lejanía provoca un pequeño escalofrío que no pasó desapercibido para Maik, cuando me doy cuenta que Maik lo ha notado, la chica dura que aparento ser desaparece y agachó la cabeza avergonzada por su repentina lejanía provocando un vacío en mi interior. Maik pone su mano sobre mi barbilla y levanta mi cabeza para que le mirara a los ojos.

  • - No tienes porque avergonzarte pequeña, todos tenemos momentos de debilidad, no tienes porque avergonzarte por sentirte débil alguna vez. - me dice Maik mirando a mis ojos.

 

Maik se acerca un poco más a mi y posa sus labios en mi frente y me habla susurrando:

 

  • - Vamos pequeña. No quiero que enferme.

 

Asiento y me lleva hacia mi moto, coge el casco y lo coloca sobre mi cabeza y me dice:

- Ve despacio. Te sigo. 

Asiento, se aleja de mi, va hacia su moto, coge su casco y lo coloca en su cabeza; mete la llave en el contacto y se coloca con su moto a mi lado y nos ponemos en marcha los dos juntos. 

Vamos uno junto al otro cada uno en sus pensamientos, llegamos a una curva y la hacemos juntos tocando nuestras manos en el proceso. 

Poco después llegamos al aparcamiento de mi casa, me resulta extraño porque no veo el coche de Lena pero recuerdo que le deje en el club con Ray y Molly.

Dejamos las motos, nos quitamos los cascos, me acerco a él, cogí su mano y lo conduje hacia el portal, llamé al ascensor y subimos al piso. Desde que cruzamos el portal hasta mi piso estuvimos cogidos de la mano. 

Sacó las llaves del bolsillo, donde las había guardado una vez que abrí el portal, para abrir la puerta de casa. 

Lo hago pasar y le pido que se acomode mientras subo a mi habitación a ponerme cómoda. Me pongo el pijama y vuelvo al salón donde he dejado a Maik. 

Estaba sentado esperandome en el sofá, me hace un hueco a su lado, abre sus brazos hacia mi y me dice:

  • - Verás pelirroja, antes he querido decirte algo muy importante pero no he tenido el valor suficiente para decírtelo. - me dice rascándose su nuca nerviosamente.

 

  • - Dime, ya te he dicho que puedes contar conmigo para lo que quieras.

 

  • - Lo sé pequeña pelirroja, verás...queria preguntarte si quieres ser mi novia. - me pregunta sonrojado, cabizbajo y nerviosa.

 

Me quedo pensando mi respuesta, realmente es la única persona que ha hecho que mi corazón se acelere y no se porque. 

  • - Si. - le respondo ruborizada.

 

Me acerco a él, acaricia mis piernas y me coloca sobre él, nuestra bocas se van acelerando hasta que unimos los labios; al principio fue un simple roce que se fue tornando más apasionado.

 

Pov's Maik:

Después de la confesión y el beso tan apasionado que nos damos en silencio abrazados, me quedé mirando al horizonte hasta que que siento que a Kira apoya su cabeza sobre mí hombro. Escucho que su respiración se va volviendo más profunda y pausada a un ritmo lento.

 

Se estaba quedando dormida sobre mi cuando le pregunto:

 

  • - ¿Te has dormido pequeña pelirroja?

 

Se mueve lentamentemente sobre mi y medio dormida:

  • - Mmm...

 

  • - Pequeña pelirroja despierta. - le digo moviéndolo suavemente. - Anda despierta, vayamonos a casa

 

  • - De acuerdo, vamos a mi departamento que está aquí al lado. - me dice algo dormida.

 

Me alejo un poco de ella, dándole espacio para que se incorporara tranquilamente sin ningún impedimento. 

Veo que tiene un pequeño escalofrío por mi lejanía, ella trata de disimular pero es tarde, me he dado cuenta de su temblor. 

Kira esta con la cabeza agachada avergonzada por sentirse débil frente a mi. 

Colocó delicadamente mi mano sobre su barbilla y se la levanto para que sus ojos vayan a los míos y le digo mirándola a los ojos:

 

 - No tienes porque avergonzarte pequeña, todos tenemos mementos de debilidad, no tienes porque sentirte avergonzada por sentirte débil alguna vez. 

 

Se queda en silencio, no sabe que responderme, me mira a los ojos sin apartarlos ningún momento de los míos. 

Me acerco a ella de nuevo y poso mis labios sobre su frente y le susurro:

  • - Vamos pequeña,  no quiero que te enfermes.p

 

Asiente, la llevo hacia su moto, la subo sobre ella, cojo el casco y se lo coloca lentamente sobre su cabeza; meto su llave en el contacto y le digo que me espere un momento a que yo me ponga a su lado y le digo:

  • - Ve despacio. Te sigo.

 

Asiente, me alejo de ella y voy hacia mi moto, cojo el casco y lo colocó en mi cabeza; meto la llave en el contacto y colocó mi moto a su lado y nos ponemos los dos juntos en marcha. 

Vamos juntos uno al lado del otro sumidos en nuestros propios pensamientos, llegamos a una curva y la hacemos juntos tocando nuestras manos en el proceso. 

Para después llegamos al aparcamiento de la casa de Kira y veo que no está el coche de su amiga y Ray no están, entonces, es cuando recuerdo que hemos dejado en el club. 

Dejamos las motos, nos quitamos los cascos, se acerca a mi, coge mi mano y me lleva hacia el portal, llama al ascensor y subimos a su piso. Desde que pasamos por su portal estuvimos todo el camino con las manos unidas. 



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En el texto hay: amor bandas rivalidad

Editado: 22.12.2019

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