El gato que ha intentado suicidarse 7 veces (editando)

Capítulo 9

-Alístate, un cliente pago una suma de dinero grande para pasar toda la noche contigo- Indica Pitzzl.

-¿Quién?- Pregunto curiosa.

-A ti no debe importar quienes son los clientes,  te debe importar el dinero- Afirma Pitzzl, mientras apaga su computadora y se retire del lugar.

Entro a mi habitación y está sobre la cama la prenda que me pondré, con una imagen de cómo debo maquillarme y peinarme, tomo una ducha, me cambio y entra dos compañeras de cuarto, una me peina, otra me maquilla.

-Qué afortunada eres, un cliente pagar toda una noche por ti, lo debes traer loco Tam- Indica Shirley mientras recoge mi cabello.

- No me parece afortunado- Espeto mientras me miro en el espejo.

- Tam, es la única forma de salir de aquí- Indica Mariana mientras revisa el maquillaje.

-¿A qué te refieres?- Pregunto curiosa.

- Tam, si ese hombre viene seguido por ti, a pedir la noche entera, el jefe te deja salir de aquí- Indica Shirley.

-¿Sola?- Pregunto.

-Serias vendida,  Tam- Indica Mariana.

-¿Vendida? Pero- Hago una pausa larga- ¿Quién se ha creído ese…-

- No seas malagradecida, quizá tu comprador te quiera libre luego, Yo también….- Indica Mariana.

- He querido que me compren- Shirley y Marian indican al unísono.

Miro el reloj, las 9 de la noche,  sola en la habitación,  nerviosa porqué no sé quién es mi próximo cliente,  que se convertirá en mi comprador, es tan difícil, comienzo darle razón a lo que me decía Stefan acerca de las vidas de un gato, ya tuve una y la desaproveche con un mal amor, ahora tengo está segunda vida, la de una prostituta ¿Cuál será la tercera?

Tocan la puerta, entra un hombre vestido de negro, con barba, una botella de Whisky y dos copas, ignora mi presencia,  sirve los whiskys, y los lleva hasta donde estoy sentada, me sirve uno, lo acerca a mis labios, espera que lo tome, dejó unos cuantos sorbos y pienso en dar una buena impresión para mí comprador así que, derramó un poco sobre mi pecho y otro tanto bajando mi abdomen.

Él se acerca despacio a mi panty, saca la lengua y toma del líquido regado, sube hasta mi pecho y repite la acción, yo cierro mis ojos y me detengo ante el enojo, 《Todos los días es la misma mierda》 me lo repito en mi mente varias veces.

-Hola Tam- Me susurra sobre los labios.

Yo abro los ojos despacio, con muchos nervios, me sujeto bien de la silla, al mirarlo quedó perpleja ante la situación, mi corazón se acelera, me siento salvada, la situación es indescriptible, tenerlo a él de frente era todo lo que quería.

-¿Cómo me hallaste?- Pregunto en voz baja y temblosorosa.

-Le pregunté a Wesley- Me quedo mirándole, ruedo mis ojos en señal de no creerle.

-Fue difícil al principio,  pero tenía que encontraste como fuese posible,  ahora estoy aquí,  averigüe que la única forma de sacarte era esta,  la policía en estos casos no sirve Y la verdad creo que en ninguno.

-Hiciste bien- Me aviento a abrazarlo.

Stefan duda en tocarme la espalda,  al final lo hace y empieza a llorar.

  • No lo hagas,  me pones peor a mí,  por favor, Stefan.
  • Vámonos- Me indica.
  • No puedo,  podrían matarme.
  • ¿Confías en mí?- Indica él, quitándose su chamarra.
  • Sí- Contestó con seguridad, devolviéndole su chamarra.

 

Él toma de mis brazos, me levanta y disimuladamente pasamos a la barra de baile, bailo pool dance, mientras él le termina de dar whisky a las otras chicas, al rato el lugar se llena de hombres que las piden a todas, Stefan corre hacia a mí, pierdo el equilibrio en el tubo la vista se nubla, creo que Stefan se aleja de mí pero al caer, siento caer en sus brazos.

Al despertar, un miedo me invade, siento escalofríos, me levanto y un hombre coloca su mano sobre mi pecho y me empuja suave, observó el lugar y la camioneta iba a toda marcha.

Comencé a gritar

《STEFAN, STEFAN, STEF…》

Tranquila, dice uno de los paramédicos, él ya casi estará contigo, necesitamos que tome calma, todo estará bien.

Al llegar al centro médico, observo como me trasladan de camilla en camilla, entran varias enfermeras, revisan que este correctamente conectada en una habitación grande, espaciosa y muy blanca, con un olor particular…

Escucho que alguien entra a toda prisa.

《LO SIENTO, DEBO VERLA, FUI YO QUIEN LA MANDO EN ESA AMBULANCIA, MIENTRAS VERIFICABAN QUE CERRARAN EL LUGAR… SÍ,  ESE SOY YO》

Intento pararme de la cama para entender bien lo que se habla afuera, pero en mis intentos, Stefan me ve y se me avienta encima preocupado.

-Deja, deja, déjalo así,  necesito que te recuperes ¿Vale?- Indica él,  mirando los aparatos.

-Vale- Me limito a responderle.

-Debo irme, Rosy estará a cargo de ti, linda- Da un beso en mi frente y se va del lugar.



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En el texto hay: depresion, romance, amistad

Editado: 27.08.2019

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