-Así que tú eres el bastardo que nos mandaron a matar-dijo el hombre fornido con voz muy gruesa-creí...que sería un reto pero solo es un mocoso sin casa ni familia-se echo una carcajada sonora.
-Vamos no te confíes, Brandon. Acuérdate de quien es hijo este-dijo su acompañante apoyando su mano al hombro del sujetó- aunque sea un mocoso tiene un poder que es abrumador-me miró de arriba abajo con repulsión en su rostro.
-Si ya terminaron de hablar, me encantaría pelear e irme a buscar un lugar para refugiarme de la lluvia-dije sacando la navaja multiusos que encontré en el basurero.
-Tan deseoso estás de tu muerte niño.
-¿Yo?, Pff si los cadáveres que están adelante mío están parloteando como cotorras-dije confiado sabiendo las posibilidades de perder aunque haya estado en miles de peleas callejeras sabía que saldría herido de gravedad pero no me importaría.
-Insolente pedazo de mierda-el hombre llamado Brando saco una nudillera de oro con pinches y su amigo una macana eléctrica.
-Bueno si así quieren morir, con esos artilugios de porquería les daré la oportunidad de dar el primer golpe-me pude en posición-a pelear cerdos.