El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo 18| Tostada Borracha

D I A N A🔮🔮🔮

D I A N A
🔮🔮🔮

Despierto sintiendo que mi cuerpo me odia, los ojos me arden con la luz y mi estómago parece estar revuelto. Mi cabeza punza como si un grupo de obreros estuvieran construyendo un castillo en mi cerebro. Odio tener resaca en días de clase.

Vuelvo a tratar de abrir mis ojos nuevamente y me levanto de golpe al ver que no me encuentro en mi cama ni en mi habitación. Tocó mi cuerpo y no tengo el vestido de anoche, en su lugar tengo una camiseta blanca con el logo de la Nasa. Veo a mi costado donde encuentro a Apolión boca abajo con un hilito de baba mojando la almohada. Es una escena asquerosamente tierna.

Muevo su hombro con algo de delicadeza, pero al ver que no se despierta pruebo con otra cosa. Comienzo a dejar besos por su espalda y escucho como él hace algunos gemidos indefendibles. Hasta que él se despierta girando en la cama y aplastando mi brazo con su cuerpo.

– buenos días borracha – su comentario me hace reír y golpeo con mi brazo libre su hombro. Se gira liberando mi brazo y por fin me pongo se pie. La camiseta me cubre hasta por debajo de los muslos, pero aún así me queda un poquito grande.

– ¿qué paso anoche? – toque mi cabeza que me duele horrores y ni hablar de que mi estómago quiere salirse de mi cuerpo.

– no hiciste nada malo si es lo que te preocupa yo evite que eso pasará – respiro aliviada al menos no termine desnudándome delante de nadie. Salvo que Apolión debió quitarme mi ropa para que me pusiera esta camiseta. Pasó una mano por mi cara con mucha vergüenza e intento recordar algo de anoche pero mi mente está en blanco. – dejaste tu vestido tirado por algún lugar en mi habitación, cuando fui a buscar algo al baño tú ya estabas con mi camiseta puesta – eso explica algo al menos no me vio desnuda. Busqué con la mirada mi vestido y lo encontré en su armario. La puerta estaba abierta dejando ver mi vestido hecho un ovillo dentro. Camino hasta el armario tomando mi vestido y al suelo cayó una camiseta negra con el logo de Nirvana me encanta esta banda es vieja pero sus canciones son lo máximo.

– ¿me prestas tu camiseta de Nirvana? – mire a Apolión que asintió con la cabeza y me agachó tomando la camiseta. La dejo sobre la cama cuando giro a ver la cama de Damián él no está. Sin ningún pudor me quito la camiseta blanca que había usado como pijama anoche. No tengo vergüenza de que Apolión me vea por qué él está con los ojos cerrados aun luchando por despertarse. Me coloque el vestido de anoche y busque mis tacones que en algún momento tire por la habitación.

Salí con mis zapatos en una mano y la camiseta de Nirvana en la otra. Con mucho sigilo fui al ala de las chicas donde entré a mi habitación sin hacer mucho ruido. Pero dentro estaba Aileen maquillándose en el tocador y su esposo estaba desparramado en su cama.

– ¿noche agitada? – pregunto mi compañera de cuarto volteando a verme. Con una sonrisa dulce. Aileen siempre es dulce incluso cuando Maya la trata mal a veces.

– yo diría que una noche divertida no recuerdo mucho, pero lo poco que si recuerdo me estoy riendo – caminé al armario donde saque una toalla mi ropa interior, una calza negra y un saco gris oscuro.

Entre en la cocina ya lista para solamente desayunar y luego irme a la universidad. Necesito dos tazas de café doble para lograr que mi resaca sea un poco más pasable. Las únicas que están bebiendo un café en la isla son Ylenia que lee y justo frente suyo esta Demi cometido tostadas con café.

– buenos días chicas – salude caminando directo a la cafetera donde gracias a Zeus había café recién hecho.

– buenos días Diana – respondieron al unísono ambas.

– ¿quieres una tostada borracha? – Demi me tendió el plató que tenía frente a ella. En este había muchas tostadas que se veían deliciosas pero su nombre no me inspira confianza.

– ¿por qué tienen ese nombre? – seguramente me arrepentiré de preguntar, pero la curiosidad es más fuerte que yo.

– las tostadas tienen vodka por eso las llamo tostadas borrachas – Demi guardo unas cuantas en una bolsa y dejó una en el plató de Ylenia sin que ella se dé cuenta.

– relájate un poco Ylenia mañana es el examen yo creo que estas más que preparada – la descendiente de Poseidón se veía demasiado cansada como si no hubiera dormido en toda la noche. Tomo la tostada borracha que Demi dejo en su plato y le dio una mordida. Mastico lo que para mí fueron años hasta que finalmente trago la tostada.

– la tostada sabe deliciosa no se siente tanto el vodka como creía – cubro mi boca para no soltar una carcajada delante de Demi. Ella se puso pálida cuando la peli azul se terminó por completo la tostada y encima de eso su café. Recogió su libro para luego irse, Demi sonrió recogiendo las cosas que dejó Ylenia para lavar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.