Mi cabeza seguía zumbandome la verdad, mientras estaba arrojado en el sofá de la sala común en la casa.
Son las 19:32 minutos, y aún no logré desconectarme de la clase, toda esa inminente catarata de informaciones que cayó sobre mi.
Me estoy apretando el labio inferior y mirando al vacío, profundamente abrumado, ¿Cómo es que los del 2do año habrán digerido esta información?
—¡Hey! Luri—Dice Juanjo quién me arrojo por los aires una lata de coca cola, la agarro sin mayores dificultades, y la abro no sin antes dar unos pequeños golpes a la tapa con mis dedos. —¿Estás igual de abrumado que yo?
—Abrumado no define mi condición mental, te lo juro.
—Coincido plenamente —Dice mientras también se bebe el líquido, y terminamos ambos con un aggggg por el gas y el frío del refresco.
—Pero de cierto modo, todo eso irracional, explica muchas cosas—me bebo otro sorbo y se ne escapa el mismo gesto. —,Uufff.
—Te refieres a los viajes caros, los caprichos cumplidos, que todo el mundo conozca a tus padres, que prácticamente nos persiguen con cámaras cada que salimos de la colmena... Sí, ahora esto tiene más sentido...
—A que nunca nadie nos dice que no Juanjo, la cantidad de veces que vi a mi padre persuadiendo personas y ahora no sé si era parte de su don, o usaba a esos espíritus, y la verdad, no sé si quiero saberlo.
Le di otro sorbo a mi gaseosa para que mis ojos den justo a Iracema e Yrupé, colgadas del brazo de Katú, iban hablando anomadamadamente. Y por alguna extraña razón me atraganto y comienzo a toser.
Los tres transeúntes se quedan justo enfrente, Yrupé viene con rapidez y cuando coloca su mano en mi espalda la tos se fue.
—Gracias...—digo casi susurrando, Juanjo solo abrió sus ojos tan grandes intentando comprender lo que acaba de pasar.
—No hay por qué...—La chica me mira de nuevo por un largo tiempo, y eso hace que la piel se me erice.
Su morena piel brillaba, y sus ojos desprendían una luz única, era hipnotizante, hasta su dulce voz.
—¿Estás bien?—Iracema estando aún colgada del brazo de Katú quién también me está observando, no sé porqué, pero me fastidia que me pregunte eso.
—Sí—Respondo cortante.
Ella pone los ojos en blanco y coloca una mano en el pecho de su acompañante.
—Deberíamos alistarnos para el evento de hoy ¿No?—Consulta ella, mientras Yrupé se va junto a ellos de nuevo.
—Sí... debemos —Responde Katú a la chica, y este parece realmente encantado ¿Cómo alguien puede estar encantado de la insoportable de Iracema—. Seguro que nos vemos en el gran baile— Katú pasea su mirada entre Juanjo y yo, mientras sólo levantaba los hombros como expresión de mi duda.
—No va a faltar—Habla Iracema casi despectivamente—Nunca se pierde un evento obligatorio.
—¿De verdad es obligatorio?—Pregunté, alzando las cejas—Un baile no me parece relevante para mi formación académica.
Katú e Yrupé rien, pero se dan cuenta que lo preguntaba en serio.
—Oh!—Yrupé me mira extrañada—. Eso no es un baile, bueno, sí hay una danza... pero no es un simple baile... esta noche, van a ser ofrecidos como nuevos protectores de los 7 espíritus del bosque.
Hasta Iracema quedó colgada con la aclaración de Yrupé, Katú por otro lado parece haber captado que esa era una información que quizás, aún no debíamos saber.
—Yrupé, creo que nosotros dos, deberíamos ir a ayudar a Cenit e Itae. Mientras ellos se alistan. Por favor, sean puntuales.
Katú se lleva a Yrupé y se van hablando anomadamadamente, creo que es más que obvio que se dieron cuenta que nos acaban de dar una información que no debíamos tener.
Miro a Iracema, quien tiene un dedo en el labio, creo que ese es su gesto de "pensamiento" Ella mete aire a sus pulmones y cuando lo suelta hace un gesto de incomprensión, sin más, se retira y nos deja solo a Juanjo y a mi sin decir nada.
—¿Ves cómo es de insoportable? Mal educada, descortes y lame botas, ya andaba colgada de los nuevos.
Juanjo sólo sonríe mientras niega ybse muerde el labio inferior. Para finalmente rendirse en el sofá, cruzar sus piernas como si fuera un gran señor, y mirar hacia el techo.
Yo arrojo la lata de gaseosa al cesto de basura y este da en el blanco de una.
—¿Qué crees que sea su baile?—Pregunta Juanjo.
—No lo sé, pero sea lo que sea, me huele a que vamos a seguir descubriendo cosas mágicas... y no me gusta ¿Qué son eso de los 7 espíritus del bosque? No recuerdo nada en la mitología Tupí que hable de 7...—Juanjo se sienta de golpe en su asiento y yo quedo mirando aterrorizado a mi amigo quién tiene la ceja levantada y está esperando a que complete la oración—. No, no debe ser... o ¿sí?
—Espero de todo corazón que sea cualquier cosa menos eso...
—Es la única historia Juanjo... conoces alguna otra cosa en nuestra cultura con ese número?
—Las 7 iglesias que se visitan en semana santa.
—Por favor, Juanjo, sabes que no metemos religión... en nada...
—El salto de las 7 quedas?
Miro a Juanjo con enojo, por que realmente su respuesta fue tonta.
—Taú y Keraná—Dice negando al fin—Tirnes razón, es lo único, sus 7 hijos bestias...no puedo creer que esto sea real. En verdad... debe ser un simbolismo, nada más.
—Eso espero. —Digo en lo que me levanto, la verdad es que no quiero proteger a 7bestias, pero si es lo que me toca, supongo que no me queda de otra—Voy a pegarme una ducha, deberías hacer lo mismo—Juanjo también se levanta, lleva sus manos a sus bolsillos y afirma con la cabeza—Nos vemos en la cosa esa...
—Nos vemos...
Juanjo va en dirección a su cuarto, y yo al mío. La verdad con cero ganas de entrar, pero no me queda de otra.
Acerco mi dedo en el identificador de huella ya puerta se abre.
La habitación es inmensa, tiene como un pequeño sofá al frete, los escritorios hacia las paredes, y al fondo las camas, bien separadas una de otra, mientras que los armarios está los 3 juntos hacia la pared en la entrada de los baños... y hay sólo dos, en una habitación de 3.