El miedo de mi locura

Pesadilla

Me encontraba en un espacio oscuro, no parecía ser un lugar donde exista algún tipo de vida, el silencio era absoluto y mis manos solo sentían “La nada”. De pronto empecé a escuchar voces, una de ellas era como si disfrutara del momento mientras que la otra era verdaderamente desgarradora, el sentimiento desesperado que me transmitía era tan real, que casi pareciera que lo estuviera viviendo.

–¡¡Melody ayúdame, por favor ayúdame!!, ¡¡¡Ayúdame!!! 

3:33 Am 

Me levanté de golpe sumamente sudada, agitada y con una gran presión en el pecho, las manos me temblaban, casi no podía controlarme, tampoco me sentía segura, por lo que observé mi alrededor para asegurarme de que solo estuviera yo en esta solitaria habitación en la que resonaba la sensación del silencio.

–He tenido esa pesadilla de nuevo– Dije intentando calmar mi agitada respiración.

Una vez más, tuve esa pesadilla en donde suelo oír que alguien grita mi nombre con desesperación y llanto, siempre me pide ayuda una y otra vez, pero no soy capaz de reaccionar o de hacer algo al respecto, tampoco sé de quién es esa voz, no suena como alguien que haya escuchado antes, no obstante, recordar lo desgarradora que sonaba hacía que una corriente helada invadiera mi débil cuerpo, provocando que el terror junto a la angustia y la impotencia de no saber el por qué aparece en mis sueños constantemente, se apodere de mí.

Me levanté para ir a la cocina por un vaso de agua, mi mente divaga entre mis sueños y la realidad, siento que percibo a alguien a mis espaldas, pero al girarme solo veo mi sombra y la pared de mi habitación. Cada noche que pasa mi mente empeora, cada vez siento que me vuelvo más inestable, quiero hacer algo al respecto, sin embargo, siento que todo lo que vivo es algo inevitable, tarde o temprano, llegará ese día en la que no sepa que hacer conmigo.

Observé la hora y me di cuenta que ya era muy tarde, calenté agua inmediatamente para poder bañarme y quitarme el sudor, el bus para ir a la universidad sale pronto, si se me pasa sentiré que tendré mala suerte en todo el día. Me bañé, me alisté, preparé mi desayuno para luego de que estuviera listo ir de inmediato a coger el bus.

–¡Espere, no se valla! – Grité intentando detener el bus –Gracias por esperar– Le dije al conductor.

–No hay de qué señorita.

Luego de casi hora y media de viaje, ya me estaba doliendo el cuello, siempre es muy agotador el recorrido, pero en cambio cuando estoy estudiando siento que puedo relajarme y disfrutar mucho mas de mi vida, no podía esperar a llegar a la universidad y encontrarme con mi mejor amiga.

El viaje finalizó y como de costumbre, entré a la universidad con una sonrisa en el rostro, en eso, sentí una palmada en mi espalda, era Alice, la primera y única amiga que tengo desde que estoy en la universidad, siempre me ayuda y está a mi lado apoyándome, es gracias a ella que he podido sobrellevar la demencia, porque si, así es como estoy diagnosticada hace ya varios años.

–Alice tuve ese sueño otra vez.

–¿Cuál?, ¿Esa voz pidiéndote ayuda?

–Sí, es realmente muy difícil de explicarlo, su voz se siente desgarradora me pide ayuda constantemente, es como si realmente estuviera viviendo un infierno... lo peor de todo Alice es que siento que aquella voz la he escuchado en alguna parte, quiero decir, no la recuerdo de ninguna manera, pero tengo el presentimiento de que he tenido la oportunidad de conocerlo, es como si algo dentro de mí aún recuerde esa sensación.

–Tranquila, no te preocupes… de seguro son solo sueños sin significados que son causados por los medicamentos que te recetó el especialista, ya sabes, suelen tener algunos efectos secundarios.

–Si… quiero creer que es por eso, aunque ¿Sabes?... me siento incompleta, siento que olvidé algo muy importante.

–Hum… ¿Has tratado de anotar lo que sueñas?, he oído que es una buena opción si quieres recordarlos, ya que cuando te despiertas, son en esos primeros minutos donde se puede recordar todo o la mayoría del sueño.

–¿Anotar mis sueños?... tal vez lo intente, puede que funcione, si los voy anotando todos quizás así pueda llegar a una conclusión.

En eso, sentimos la presencia de alguien acercándose, era un chico muy extraño, no sabía exactamente quien era. Alice entre suspiros dijo, “Otra vez no”, como si supiera la razón por la que se está acercando a nosotras.

–¡Hey chicas ¿Cómo están?!, perdónenme que las moleste, pero necesito saber si hicieron el deber de Psicología, ayer me fui a la playa y terminé dejándolo de lado, ¿Creen que me puedan ayudar prestándome el deber?

Se supone que uno de nuestros compañeros se acercó a nosotras, pero por extraño que parezca no logro recordar su nombre, es como si para mí nunca hubiera existido, por otro lado, con respecto a la pregunta que nos hizo del deber, se veía que ninguna de las dos tenía la intención de responderle, pero sentía por su mirada que estaba esperando una respuesta de mí. Esto me puso demasiado nerviosa, me coloqué detrás de Alice con la intención de que ella maneje esta situación. Luego de unos segundos detrás de ella, pareció que si le llegó mis intenciones.

–¡Pues tampoco la hicimos, así que no nos molestes! – Dijo Alice con un tono de voz fuerte.

–¡Oh vamos!, sé que ustedes si hicieron el deber, son las mejores alumnas de la clase, es imposible que no lo hayan hecho.

–Aunque la tengamos, no te la daríamos porque el hacerla es tu responsabilidad– Toma la mano de Melody –Vámonos.

Alice me agarra fuertemente de la mano para irnos en dirección a nuestro salón, esto me calmó increíblemente ya que el chico estaba comenzando a ser molesto incluso para mí. Le agradecí por haberme librado de ese momento incómodo, a lo que ella sonriendo me dijo que no era nada de lo que tenía que agradecer.

Las clases comenzaron y consigo las horas pasaron como hojas que se las lleva el viento, ya en mitad de las clases el docente nos dio una charla sobre cómo ayudar a las personas con trastornos mentales, me pareció muy interesante e intrigante este tema, pero mi vista no se apartaba de una palabra que había subrayado en la diapositiva, "Ayúdame". Empecé a sudar, mis manos comenzaron a temblar y mi visión se puso de apoco borrosa, por algún motivo... sentía miedo y angustia.



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En el texto hay: romance, pesadillas, perdidadememoria

Editado: 09.02.2022

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