El pasado – Parte 8

No podía respirar, mi cuerpo temblaba y mis ojos se comenzaron a poner llorosos, en la habitación se encontraba tío, mi padre y al mirar bien a sus espaldas, estaba mi madre desnuda en la cama moreteada y sangrando.

–¡¡¿Qué fue lo que le hicieron? malditos degenerados!!– Grité con un tono de voz agresivo.

–¡¡Oh!!, me parte el corazón que me grites de esa forma, nosotros no le hicimos nada, solo le contamos que este año regresé para llevarte conmigo y ella se opuso, me ofreció su cuerpo a cambio de que no lo hiciera, pero no era lo mismo por lo que pensé, ¿Por qué no mejor hago un dos por uno?, ¡¡Y así fue!! disfruté junto a tu padre de un sexo salvaje con la zorra ofrecida de tu madre y ahora mismo tu vendrás conmigo para volver a complacerme– Sonrió –¡¡¿No te parece maravilloso?!!

Salí corriendo, en ese momento mi mente solo pensaba en una cosa y era que no quería volver a experimentar algo así, corrí por el pasto con lágrimas en los ojos, dejé a mi madre a su suerte sin pensarlo 2 veces por mi propio bien pese a que ella sufrió tanto para protegerme, me sentía despreciable, pero el miedo que hubo en mi cuerpo me ganó.

–¡¡Perdóname madre, perdóname de verdad!!– Fue lo que repetía una y otra vez en mi cabeza.

Continué corriendo hasta que después de un par de horas me adentré en un bosque, no sabía que tanto me había alejado, pero no pensaba en volver, seguí caminando para recuperar el aliento, sin embargo, no podía dejar de llorar, no podía dejar de temblar, ya solo pensaba en que quería desaparecer.

–Si desaparezco probablemente dejen libre a mi madre, pero si lo que dijo ese infeliz aquella vez era cierto de que nos mandaría a matar, entonces mi madre puede morir, ¿Debería volver?, no sé qué hacer, aparte Melody… Melody…

En ese momento recordé que Melody había dicho que volvería a casa después de que se bañara, por lo que si ellos aún seguían ahí pueden que le hagan algo terrible.

–Debo volver, debo volver.

Mi voz se comenzó a quebrar y el nudo que había en mi garganta se hacía cada vez más grande, caí al suelo de rodillas temblando repitiendo una vez más que debía volver.

–Debo volver o si no Melody sufrirá por algo que no tiene nada que ver.

Justo antes de que callera en una desesperación inmensa, escuché que me llamaban por mi nombre, me escondí enseguida ya que pensé que quizás era mi padre o Tío que lograron encontrarme, pero al escuchar bien el tono de su voz, me percaté que era la voz de Melody que me llamaba agitadamente, corrí enseguida hacia la dirección de su voz hasta que nos vimos cara a cara, ella corrió hacia mí y me abrazó.

–¿Qué demonios está pasando? y además ¿Por qué razón tienes los ojos llorosos?

–¿Cómo fue que me encontraste?

–Por más que intenté entrar a casa con la escoba para abrir la cerradura no pude, así que lo dejé, pero cuando estaba volviendo te vi salir corriendo de tu casa, unos señores también salieron atrás de ti e inmediatamente pensé lo peor, decidí seguirlos hasta que te metiste en pleno monte y les perdí de vista a todos, aun así, continué caminando hasta que llegué a este bosque y comencé a llamarte, luego apareciste delante mía con los ojos en lágrimas, ¿Qué demonios está pasando?, ¿Quiénes eran esos sujetos?

–Yo… no puedo decírtelo.

–¿Por qué no?, pese a todo este tiempo que pasamos juntos, ¿No te transmito suficiente confianza?

–No es eso, simplemente tú eres la persona que menos quiero que sepa de la verdad– Miré al suelo.

–Comprendo, en ese caso no preguntare más– Observa fijamente –Ven aquí.

En ese momento me abrazó fuertemente.

–Probablemente no sea el mejor momento para decirlo, pero me tienes a mí, sea cual sea el dolor que tengas en tu corazón yo estaré a tu lado.

Sus palabras solo hacían doler más mi corazón, ya que por más enamorada que este de mí, sentía que su trato hacia mi cambiaria si le contaba mi pasado, decidí no contarle, solo me refugié en sus brazos hasta que pude calmarme lo suficiente para seguir hablando.

–Melody, tienes que irte de aquí.

–¿Por qué motivo?

–No es seguro permanecer ahorita mismo a mi lado, tienes que irte y asegurarte de que esos tipos no se enteren que tienes algo que ver conmigo, yo me escaparé, iré muy lejos de aquí donde nadie me encuentre, solo quiero pedirte un favor, dile a mi madre que también huya, que no se preocupe por mí que estaré bien, cuando llegue el momento la volveré a ver.

–Tengo demasiadas preguntas Erick, primero te veo ser perseguido y ahora me dices que quieres huir, no entiendo nada, me das a suponer que esos tipos los quieren matar– Observa confundida –Está claro que no puedes volver, solo que, si regreso ¿Qué pasara con nosotros?, no nos volveríamos a ver– Suelta una mirada triste.

–Hicimos una promesa, ¿No es verdad?, no importa dónde esté, jamás te olvidaré, estarás en mi corazón siempre y cuando llegue el momento te volveré a encontrar, ese día quiero que vengas conmigo.

–Entonces que eso sea una promesa, di que volverás conmigo y que viviremos juntos.

–Está bien, lo prometo.

Sin darnos cuenta la noche cayó junto a una lluvia inesperada, no podíamos mantenernos así por lo que caminamos hasta que por suerte encontramos una cabaña en medio de todo el bosque, le expliqué a Melody que por la mañana intente volver por el mismo camino que vino y que si por mala suerte se encontrara con los señores que me perseguían, que evite hablar de mí, caso contrario podría estar en peligro.

–¿Tu que harás cuando me marche? – Preguntó Melody triste.

–Me iré lejos de este pueblo, buscaré un trabajo con el que me permita vivir, si es posible cambiaré mi nombre.

–Comprendo…. debió haber sido muy trágico…

–¿De qué hablas?

–Para que tengas que recurrir a esto, de que no quieres que nadie más sepa quién eres y que le diga a mi suegra que también desaparezca, no me logro imaginar todo lo que tuviste que pasar.