el mostruo de la media noche

la gran idea

Llegue hace tres días a este pueblo por órdenes de más arriba, jamás quise venir aquí, es un lugar tan olvidado que me sorprende que aun alguien se preocupe por el… todo aquí es un mito lo sé, la gente se asusta por oír a un animal salvaje en las noches… anoche una mujer desapareció junto con su hija, Vivian en la parte más lejana del pueblo y al parecer algún animal salvaje vino por ellas… yo no quería creerlo pero creo que es verdad pues hoy encontramos solo una parte de la ropa que portaba la mujer aquella fatídica noche… el cura del pueblo ha dicho que es una maldición porque el pueblo ha dejado de creer en dios y prefiere seguir con sus ritos antiguos… han pasado 20 días desde aquel trágico accidente y hoy otra vez parece ser que de nuevo ocurrirá un ataque, el aire es frio, y la luna se encuentra en su cuarto menguante… ya ha pasado tiempo y he logrado concluir que dicho animal suele aparecer en las noche de cuarto menguante y cuarto creciente, un día antes y un día después… la gente en el pueblo no resiste más, algunos ya han comenzado a marcharse antes de que ellos sean las próximas victimas… el cura del pueblo ha dicho que el se enfrentara a la bestia para que su pueblo vuelva a tener fe en dios, y yo, he decidido acompañarlo en tal búsqueda aunque muero de nervios… las cosas no resultaron bien el murió y por poco yo también, tendré que irme con la gente del pueblo antes de que yo sea la siguiente victima… una fuerte tormenta destruyo el único camino que conectaba con las tierras más lejanas, con la única salida, la gente se ha decidido que debemos buscar otro camino antes de que también nosotros muramos… después de días de expedición no hemos encontrado camino alguno que nos lleve de vuelta a algún otro poblado cercano… la gente se ha resignado a quedarse al igual que yo… hoy otra vez se escucharon rugidos en el pueblo… esta vez más cerca de todos nosotros…no sé que pase mañana…

Me pareció interesante leer eso de una pequeña libreta forrada con cuero, en cuyas hojas con una letra cursiva algo difícil de leer, se narraba una historia interesante, cautivadora pero que por desgracia se encontraba incompleta, pues a dicha libreta parecían faltarle unas últimas páginas, sin embargo me dispuse a llevármela conmigo, la guarde en mi mochila y salí de aquella casa que para el tiempo que se veía que llevaba abandonada aún se encontraba en excelentes condiciones.

Quise seguir paseando por aquel lugar que se veía abandonado pero ya era muy tarde, y me encontraba lejos del campamento, sin embargo la belleza de tal lugar y sabiendo que mis amigos se encontraban en las otras casas “explorando” el lugar no tuve problema alguno.

El sol se encontraba cada vez más cerca del horizonte, cada vez haciéndose más rojo… más hermoso entre un cielo anaranjado y las colinas que parecían abrazarlo hasta fundirse y desaparecer por completo… recordé como comenzó todo.

Hace tres días me encontraba aburrido en mi cuarto, debo decir que es cuarto pequeño con paredes verdes y una ventana amplia que cada día parece ser mi despertador cuando el sol entra por ella. En fin eran ya las 7:00 de la noche y no sabía qué hacer, así que le mande un mensaje a mi amiga María, que invitara algunos amigos a su departamento e hiciéramos una reunión o algo así, solo quería salir del aburrimiento en el que estaba atrapado.

Al cabo de una hora ella me llamo y me pregunto –¿dónde estás?.

-ya voy en camino, no te preocupes- le conteste con tranquilidad

-fue tu idea y aun no has llegado, debo recordarte que solo vives a dos cuadras de mi departamento- dijo con un tono algo fuerte

Así que dispuse a dirigirme a su departamento, Salí de mi casa y me dirigí hasta allá. Yo tengo llaves de su casa por obvias razones que ya se imaginaran, pero eso no es algo que ahora importe.

El ambiente era aburrido, y solo estaban Sandra, Carlos, José, Ángela, y por supuesto María, al parecer estaban hablando de sus experiencias en la escuela y cosas así, pero contaban que yo llegaría de la nada, es mas antes de entrar a la sala escuche oír a María (o Mari, pues a ella nunca le gusto que le dijeran María, porque según ella se escuchaba muy feo) que yo ni siquiera llegaría pues ya era bien sabido que no me gusta ir a los lugares concurridos, prefiero estar solo en mi cuarto y ver series hasta aburrirme, eso claro cuando no tengo nada que hacer.

Los sillones dentro de la sala estaban dispuestos de forma que se le daba la espalda a la entrada principal, y todo ellos se encontraban en una especie de forma de “U”  el piso era de losa blanca con puntos azules como si alguien hubiera dejado caer boronas de polvo azul por todo el piso.

Yo entre y me acerque lentamente a mari que justamente se encontraba dándome la espalda, y sin que los demás se percataran, puse mis manos en sus hombros de golpe y le susurre a su oído –he venido por ti.

Ella grito como nunca la había oído -¡estúpido me asustaste!- dijo muy molesta.

Y no solo eso, también dio un brinco tan grande que casi pega al techo, pero nos dio risa a todos, incluso a mari comenzó a reírse aunque algo molesta aun por ese “sustito”, pero nada que no solucionaran algunas cervezas.




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